Narra Daniell
-Daniell tienes que olvidarla-dije llevando ambas manos a mi cabeza.
-Adara y yo nunca podremos tener nada, somos hermanos-dije y observo la foto que está sobre mi escritorio. Era una foto mía y de papá.
-¿Porque me haces sufrir? ¿Por que nunca me lo dijiste?-susurré y mis ojos se llenan de lágrimas.
-¿Por que dejaste que me enamorara de mi hermana?-susurré y dejo la foto sobre el escritorio.
*****
-Dame uno doble por favor-dije y el cantinero me da el trago que lo pedí y rápidamente me lo tomo.
-¿Problemas con tu esposa?-preguntó el cantinero y niego.
-Me enamoré de quien no debía-dije y él vuelve a servirme otro trago.
-Oh, ya te entiendo. Pero te digo algo, si de verdad amas a esa mujer lucha por ella-dijo el cantinero y lo miro.
-Si supieras de lo que me acabo de enterar hace unas horas-susurré y el cantinero me sirve otro trago.
-Tiene esposo-dijo y niego.
-Mi papá me mintió durante 27 años, y resulta que de la chica de la que me enamoré y tuvimos un romance cuando más jóvenes es mi hermana-dije y me tomo el trago y dejo el vaso sobre la barra.
-Oh, pero te digo algo Daniell. Si de verdad la amas, no la dejes ir-dijo el cantinero y lo miro.
-Pero somos hermanos-dije y el levanta sus manos.
-Solo es mi consejo-dijo el cantinero y me levanto un poco afectado por las copas. Sin querer tropiezo con una chica y la bebida se derrama en su vestido.
-¡Serás cabron!-gritó un hombre empujándome y dándome un fuerte golpe en mi rostro. Siento el sabor a sangre y rápidamente me levanto y le devuelvo el golpe a aquel hombre haciéndolo caer en la mesa de billar. El hombre se incorpora y toma el palo de billar y me golpea con el. Luego lo empujó haciendo que la mesa de cristal se hiciera añicos.
Narra Adara
-¿No has visto a Daniell?-preguntó Vladimir.
-No, pero su asistente me dijo que él canceló todas su citas de hoy y que se fue hace como una hora-dije y Vladimir me mira.
-Que raro, no contesta mis llamadas-dijo Vladimir y lo miro.
-Déjame llamarlo, a ver si corro con la suerte de lograr comunicación-dije y Vladimir asiente. El teléfono de Daniell comienza a sonar hasta que es contestado.
-Hola Daniell, ¿donde estas? Estamos preocupados por ti-dije y comienzo a escuchar mucho alboroto.
-Nececito que vengas por Daniell ahora, está peleando con un grupo de hombres-dijo un hombre, rápidamente cuelgo el teléfono y miro a Vladimir con preocupación.
-Vladimir, nececitamos ir al bar. Daniell está peleándose-dije y Vladimir asiente. Ambos salimos al bar. Vladimir no encontraba donde estacionarse. Me bajo en medio de la calle y entro al bar y veo a Daniell.
-¡Ya basta!-grité empujando a uno de los hombres que los estaba golpeando. Rápidamente observó a Daniell. Daniell me observa y sus ojos estaban llenos de lagrimas.
-¿Estás bien?-pregunté y él me abraza.
-Nunca te vayas de mi lado, por favor-dijo Daniell, llenado mi ropa blanca de su sangre.
-Yo jamás te dejaré Daniell-susurré calmándolo. Veo a Vladimir que entra.
-Hágame una lista de lo que rompieron, yo pagaré todo-dijo Vladimir hablando con el cantinero.
-Vámonos de aquí-dije y Daniell asiente. El se levanta con un poco de dificultad. Vladimir ayuda a su hermano y yo observo al hombre que estaba golpeando a Daniell.
-Donde lo vea, lo voy a...-no lo dejo terminar.
-Donde lo veas y me hagas algo. Te vas a meter con la persona menos indicada. Pediré los videos de seguridad de este lugar y levantaré una denuncia en tu contra. Así que... mantente derechito porque me vas a conocer-dije y salgo del bar. Me monto en la parte de atrás con Daniell y Vladimir conduce hacia el hospital.
-Adara, estoy enamorado de ti-dijo Daniell y mis ojos se llevan de lágrimas y observo como el semblante de Vladimir cambio por completo.
-Daniell, no digas eso. Estás muy tomado-dije y Daniell toma mi rostro con ambas manos y deja un beso sobre mis labios. Rápidamente me separo de Daniell y él sonríe.
-Hemos llegado-dijo Vladimir. Rápidamente Vladimir se baja y baja a Daniell. Yo me quedé en la camioneta y mis lágrimas no tardaron en salir y llevo una de mis manos a mi vientre.
-Dios mío-susurré y acaricio mis labios. Decidí bajarme de la camioneta y entré al hospital. Y entré a sala de urgencias con Daniell y los enfermeros se encargaron de revisar a Daniell y de curar sus heridas. Nos mandaron a salir y yo estoy recostada de la pared, Vladimir viene con un vaso de un batido.
-Para que comas algo-dijo Vladimir y me regalo una sonrisa.
-Gracias Vladimir-dije y el me mira.
-¿Tú amas a Daniell?-preguntó Vladimir y tomo un sorbo de mi batido.
-Nuestro amor es imposible-dije y Vladimir me abraza. Escucho el corazón de Vladimir latiendo con muchísima fuerza. ¿Porqué latía así?.
-Ya todo está bajo control. Daniell ya se encuentra estable y el alcohol en la sangre disminuyo-dijo la enfermera y sale Daniell.
*****
-Descansa-susurré y cuando me iba a ir Daniell sostiene mi mano.
-Odio a papá, ¿por qué nos hizo esto a los dos?-dijo Daniell y lo miro.
-¿A que te refieres?-pregunté y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-A esta atracción que los dos sentimos Adara-dijo Daniell y mis ojos se llenan de lágrimas.
-Descansa Daniell-dije y el me mira.
-No te vayas-susurró y lo miro.
-Daniell, no compliques más las cosas-susurré y el me suelta.
-Que tengas una linda noche-dijo Daniell y me regalo media sonrisa.
-Igual tú Daniell-susurré y salgo de su habitación.
Esta noche pasaste por mi camino
y me tembló en el alma no sé qué afán,
pero yo estoy consciente de mi destino
que es mirarte de lejos y nada más.No, tú nunca dijiste que hay primavera
en las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
que mirarte de lejos y nada más.Y así pasas a veces tranquila y bella,
así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
que se mira de lejos y nada más.Y así pasan las rosas de cada día,
dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
de mirarte de lejos y nada más.Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
más allá de la muerte, si hay más allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,
te miraré de lejos y nada más.
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Adara
Romantik-Muy bien, es hora de leer el testamento de su padre-dijo el abogado y todos esperaban ansiosos por saber que le correspondía a cada quien. -Aquí falta uno de sus hijos-dijo el otro abogado y se miran confundidos. -Debe de haber un error, somos 5...