"el cigarrillo"

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LAUREN POV:

De todas las cosas que me pudieron pasar, jamás pensé que encontrarme con esta jovencita sería lo más divertido de mi día, sobre todo porque me miraba como si fuera la única persona en la tierra, sonreí grande, hacía mucho no me sentía así de deseada por alguien tan joven y ver que esta jovencita observaba todo de mi, me hizo calentar inmediatamente.
Mierda! Necesitaba sexo urgentemente.

Hace ocho meses me había divorciado oficialmente, quería mucho a Lucy, de eso no había dudas, pero no al punto de intentar querer jugar a la familia feliz, jamás había querido hijos, desde que tengo memoria mi profesión y éxito es lo único que me ha preocupado y Lucy sabía eso cuando empezamos nuestra relación, ella era una reconocida oncóloga pediatra, de las más respetadas en su campo, nos conocimos a raíz de una experiencia realmente horrible para mi, ella apoyó mucho a mi familia y a mi y en el proceso resultó que empezamos a sentir cosas mutuamente, ella entendió hasta cierto punto mi trabajo y las horas que involucraba que esté metida ahí, hasta convertirme hace cinco años en la redactora en jefe del "Miami Herald" además de una de la accionistas mayoritarias, todo iba bien entre nosotras hasta que decidió que quería ser madre, evidentemente eso no estaba en mi plan de vida y con tantas discusiones e idas y venidas, decidimos que sería mejor separarnos, por eso es que esos malditos reporteros no han parado de perseguirme a todos lados, aunque fue algo muy privado, resulta que al ser uno de los rostros más importantes y poderosos del medio, querían estar en cada lugar donde me encontraba, estupidos! Enserio creen que yo hablaría de algo respecto a mi vida privada, no tenían idea de nada, pero bueno después de unos meses y días de mierda, mi cuerpo ya estaba acumulando demasiada tensión y que mejor que esta hermosa niña frente a mi.

-Me vas a responder o te quedarás mirando mis labios y escote toda la noche? Porque si es así, creo que puedo tener una mejor idea de lo que podemos hacer-dije seductora y ella inmediatamente me miro completamente sorprendida.

-Yo.. yo .. lo siento.. eso no fue muy respetuoso de mi parte, es solo que yo..-empecé a reír por su ternura.

-No te preocupes, cielo .. si se trata de ti, puedo aceptar que me irrespetes, siempre y cuando luego me recompenses-dije mordiéndome el labio.

-Pero si es nada más y nada menos que su realeza Lauren Jauregui-escuché detrás de mi e inmediatamente supe que era una de mis mejores amigas.

-Cariño, esa soy yo y que no te escuchen porque no quiero que empiecen con su mierda de fotografías-dije riendo y ella vino a abrazarme.-Y deja eso de realeza, que si de esas hablamos, eres tú quien tiene una colección de globos de oro y un Oscar en su casa exhibidos de par en par-ella rio mas fuerte y miró detrás de mi.

-Vaya, veo que conociste a la amiga de mi bebe-dijo y volteé a ver nuevamente a esa morena hermosa.

-Oh, así que es amiga de tu mmmm novia?-dije en burla y ella rodó los ojos.

-Si, mucho gusto mi nombre es Camila-dijo extendiendo su mano y yo la tome, acercándome y pegándome más a la barra para darle un beso en la mejilla y susurrarle.

-Encantada de conocerte Camila, siento que tú y yo nos vamos a llevar muy bien-dije al separarme y por la poca luz pude notar, el rubor que tenía en las mejillas y cuello.

-Basta Lauren, la estas asustando-dijo Jess, haciéndome reír y a Camila bajar la mirada, oh cariño las ganas que tenia de tumbarla en una cama-Ahora si, la dejas trabajar y vienes a acompañarnos?-preguntó Jess y yo asentí.

-Esta bien, solo diles que nada de fotos, ni posts de que estoy aquí, lo que menos me apetece es que en la única noche que decido salir a divertirme, salgan a arruinármela.-dije y sin más le di un guiño a Camila y acompañe a mi amiga a su mesa, Dios mío! Me sentía como la bruja de Hansel y Gretel con tanto niño aquí, pero lo compensaba la hermosa vista que tenía de Camila, era una total belleza, sus rasgos, cabello, esos hermosos ojos chocolate y esos labios tan apetecibles, mierda... sentía que mi centro se contraía cada vez que la veía sostener las botella y servir esas bebidas.

-Te la estás devorando con los ojos, tranquilízate-dijo jess a mi lado haciéndome reír.

-Ya la viste? Es preciosa, Dios! Mira ese rostro y esa boca... Las cosas que podría hacerme con ella-dije haciéndola escandalizar.

-Vaya? Para alguien que juzgo mi relación con una "niña", como la llamaste te veo muy interesada en otra "niña"-dijo y yo la miré.

Si, bien .. es verdad juzgue a Jessica cuando me dijo que estaba teniendo un romance con una jovencita veinte años menor que ella, pero es que no le veía la gracia al hecho de que ella le dé dinero y lujos a cambio de su compañía, me parecía prostitución y me consideraba lo suficiente mujer para tener a mi lado a alguien por quien yo era y no por darle algo a cambio, pero resulta que viendo a Camila, no me resultaba difícil la idea de tenerla disponible para mi a la hora que quisiera a cambio de engreirla, sobre todo porque sería algo puramente sexual y no tendría que pasar por lo mismo que con Lucy, el de querer una familia.

-Estoy empezando a encontrarle el gustillo a ello, sobre todo si mi recompensa será tener a mi disposición a esa hermosa morena-contesté, haciéndola sorprender.

Durante toda la noche intenté compartir con esos pequeños, algunos eran tan idiotas al intentar coquetear conmigo, lo más gracioso de todo es que lo hacían hombres, evidentemente ninguno se había enterado de que era más lesbiana que Arizona Robbins, así que solo reía y disfrutaba de la manera tan horrenda que tenían de ligar.

-Hola, se les ofrece algo más? Me pidieron encargarme de su mesa, así que cualquier cosa que deseen yo estoy a sus órdenes-dijo Camila y no pude evitar excitarme con su voz, aunque se que lo estaba diciendo a toda la mesa, no pude evitar notar su mirada en mi, así que aproveche la oportunidad de que la tenía cerca y crucé mis piernas exageradamente lento para que las viera y no me equivoqué, su mirada inmediatamente cayó en ellas.

-Que, si me apetece tener una noche con la barman?-pregunté cerca de ella, para que nadie más escuchara y ella trago pesado-No te pongas nerviosa Camila, no muerdo... almenos que me lo pidas-la mire intensamente, podía notar a kilómetros sus nervios.

-Señora.. yo.. yo.

-Uhhhh, no sabes lo que me pone que me llames señora-le dije haciéndola temblar, sabía que ya la tenía, quizá hoy podía hablar con ella y cerrar el trato, porque de que me tenía ganas, me las tenía y yo ni se diga.

-Cami!!-grito de pronto una estupida colgándose de su cuello e interrumpiéndonos, ella se sorprendió, pero devolvió el abrazo y cuando lo hizo nose porque tuve una sensación extrañísima dentro de mi, decidí ignorarlo y tomar mi bebida, mientras ella hablaba animadamente con esa idiota, me desanime y me replántenla idea absurda de intentar algo con ella, aunque en todo momento podía sentir su mirada como fuego en mi, así que decidí probar algo.

-Hola, me puedes dar fuego?-pregunte a un niño que estaba ahí, él evidentemente emocionado asintió y procedió a sacar un encendedor para encender mi cigarrillo, le guiñe el ojo y acaricie su pierna agradeciéndole e inmediatamente sentí como Camila se colocaba a mi lado.

-Necesita algo más?-me preguntó y yo sonreí negando.

-No, al parecer ya encontré lo que querré esta noche-respondí mirando al pobre estupido emocionado a mi lado, Camila me miro por un momento y vi que estaba confundida, levante una ceja y apague mi cigarrillo-Si me disculpan iré al tocador-dije levantándome, al llegar a los servicios, decidí que iba a quemar mi última opción de esta noche, tal vez no la tendría hoy, pero de que esa morena iba a ser mía, iba a ser mía. Saque un cigarrillo y escribí ahí mi número y mis iniciales a lado. Salí y fui camino a la mesa, la verdad es que ya no tenía muchas ganas de estar aquí, me despedí de todos y el pequeño ese al parecer pensó que podía acompañarme, vi a Camila mirarnos fijamente, así que decidí tomar la opción segura.

-Nos vemos-le dije al muchacho y me acerqué con los ojos clavados en Camila, saqué el cigarrillo de mi bolso y se lo coloqué en su bolsillo delantero, acercándome a su oído.-Si te interesa pasar momentos agradables conmigo, llámame, estoy segura que podremos llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas.-dije y sin más deje un beso en la comisura de sus labios, retirándome del lugar, al salir por la puerta note como miraba el cigarrillo con asombro y sonreí.

Ya sea por necesidad o por placer, ella sería mía, estaba segura al cien por ciento.

No te vas a escapar de mi Camilita...

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