(s.) Puede ser definido como la felicidad auténtica, profunda y duradera al margen de las circunstancias.
CAPITULO 4
había un sentimiento que estaba empezando a comerlo por dentro lentamente, sentía que de alguna forma las cosas que había sentido antes habían disminuido.
Cuando Kunikida salió del baño notó entonces que no había nadie ahí.. vigilando, pero extrañamente a su cabeza no vino la idea de escapar al principio, en realidad había pensado en dónde se encontraba Dazai exactamente, despues escuchó algunos ruidos, el rubio se dedicó a ver mucho mejor aquel lugar, indudablemente notó que era una casa de lujo, considerando que tenía cuadros de él a su alrededor, decorando el lugar, pudo reconocer cada uno de ellos... su pecho se volvió apenas un poco cálido.
-¡maldita sea! ¿dónde la metiste?- escuchó la voz del castaño, se acercó a él algo extrañado de sus palabras y el tono de voz mucho más frío y seco. Cuando llegó a una habitación miro como estaba el castaño buscando por cada lugar -d-dazai...?- cuestionó con suavidad, casi de forma inmediata este volteo mirandole
-no puedo creerlo, jodido Dazai, realmente te ha secuestrado ese imbécil- hablo entre ligeras risas, interrumpiendo su acción acercándose al rubio mirandole atentamente, este mismo por mero instinto se alejó un poco de él debido a su excesiva cercanía, él... hablaba como si Dazai fuera otra persona, definitivamente no se trataba de él, ni tampoco de Zai, él hablaba de forma infantil y era muy tímido, en cambio este chico parecía ser algo rudo y demasiado frío al hablar, también muy mal hablado.. ¿él era Osamu?
-bien, ahora déjame seguir con lo mío ¿quieres?- habló de forma áspera mientras seguía revisando por toda aquella habitación con mucha motivación, cosa que al pintor le había parecido algo extraño -acaso.. tú.. ¿eres Osamu?- el mencionado chaspeo con sus labios, mirando mal al chico rubio, este volvió a acercarse a él, abusando completamente de su espacio personal, Doppo pudo notar con facilidad el cambio de personalidad, vocabulario, forma de moverse e incluso forma de hablar que había entre los tres, Dazai era demasiado bromista, reía con facilidad, se movía de forma juvenil y elegante considerando que era él quién hasta el momento mostraba más interés en él. Zai era un niño, tímido, apenas podía escucharse esa vocecita al principio, conforme había hablado con el pudo notar que él tenía una voz tranquila, como la de un niño serio, pero mostraba mucha expresión corporal. Osamu era mal hablado, hablaba de forma seca y miraba a todos como si fuesen basura.
-asi que tuvo las agallas de hablarte de mí ¿eh? bueno, si, soy Osamu. Ahora deja de interrumpir y mejor ayúdame a salir de este asqueroso lugar- lo "alentó" yendo nuevamente a buscar, sin embargo apenas Osamu se dió la vuelta el rubio volvió a hablar
-¿no me mantendrás aquí?- cuestionó completamente sorprendido por aquellas palabras que le había dicho el castaño, mirandole con atención este lo miro y sonrió
-no seas tan egocéntrico, eres lindo, sí, pero no eres mi tipo en absoluto, pintor. Aparte no eres la persona que me gusta- habló haciendo una pequeña pausa -Dazai al igual que a tí también me tiene atrapado en esta casa horrible así que estoy buscando las llaves para salir de aquí, él es bueno escondiendo cosas y yo soy bueno encontrando y quizás ya lo hubiera hecho de no ser porque tú estás hablándome a cada segundo, ¿que acaso no quieres irte de aquí? anda, ayúdame-
habló, sorprendiendo por completo a Kunikida parecía que tenía una clase de... ¿aliado? aunque Dazai en cierto punto le había dicho que no le hiciera caso a Osamu
-¿dónde estamos? ¿me conoces?- pregunto mirandole con demasiada curiosidad, aún no podía creer completamente que a pesar de verse y ser una misma persona hubieran personalidades tan diferentes de por medio, le resultaba un poco confuso -diablos, haces demasiadas preguntas... estamos en una casa de los Tsushima y claro que te conozco, estudiamos en la misma universidad de arte ¿recuerdas? incluso nos topamos un par de veces, ah... con esa cara de idiota que tienes parece que no lo recuerdas, Kunikida-kun- hablo burlándose entre un par de risas, mirando el rostro confundido del rubio poco después suspiró
-si no está en esta habitación... tampoco en la cosina, el baño, la galería... ¿dónde la metiste jodido Dazai?- se preguntó el castaño, sin embargo poco después soltó un grande suspiro recostandose sobre la cama -¿ouh...?- murmuro confundido el rubio ante aquella acción tan repentina, Osamu lo miro y río ligeramente -¿que miras? me doy por vencido, es todo, al menos por ahora, despues recuperaré la llave, probablemente Dazai dejo la llave en un lugar que no me imagino en absoluto, él sabe perfectamente hacerme enojar-
murmuro y cerro sus ojos con tranquilidad por un momento ignorando la presencia del rubio, pero este se acercó a él tomando desprevenido al castaño, Kunikida tenía un aliado ¿no? estaban ambos encerrados en aquel lugar, quizás podían engañar a Dazai juntos y salir de ahí -¿pero que mierda...?- murmuró Osamu y Kunikida lo miro
-parece que Dazai no te agrada nada, es un poco... aterrador.. ¿has probado usar algún teléfono para llamar a alguien?- hablo intentando proponer ideas, aún cuando ni siquiera conocía exactamente la situación en la que estaba, tan solo esperaba que Chuuya estuviera más cerca que lejos de encontrarlo, lo extrañaba... era su mejor amigo -Dazai no es tonto, Kunikida, es algo que debes aprender de una vez, si mientes el lo sabrá, si ocultas algo lo sabrá, cualquier cosa que hagas lo sabrá.. aún cuando creas que finalmente te has salido con la tuya en realidad es Dazai manipulandote para que hagas lo que quiere, en conclusión, no hay teléfonos. Nosostros vivimos casi toda nuestra vida sin un teléfono que ahora tener uno es algo extraño y sin sentido-
por alguna razón, Kunikida sentía curiosidad por su captor, hablar con Osamu era completamente diferente que hablar con Dazai a simple vista era notorio que Osamu no sentía ni una pizca de interés en él y eso lo hacía sentir tranquilo de alguna forma.. o simplemente, estaba empezando a perder la cordura lentamente.
-¿vivir sin teléfonos?¿porque?- cuestionó, quizá quizo hacerse creer que toda la información que pudiera recibir podría ser de utilidad en esta batalla con Dazai
-¿has escuchado sobre la familia Tsushima?- le pregunto Osamu manteniendo sus ojos cerrados y su característica seriedad al hablar, los Tsushima una familia exageradamente adinerada, tanto que eran capaces de alquilar un hotel para ellos solos seguramente -si.. he oído algo sobre ellos- murmuró temiendo lo que diría
-pues, nosotros. Yo, Dazai, Zai.. somos hijos de esa familia pero fuimos abandonados en un hospital psiquiátrico cuando se nos diagnosticó TID y mis padres tomaron a un tipo aleatorio para fingir que es su adorado hijo perfecto, por eso mismo, henos aquí.-
Fyodor había estado capacitando a Yosano de forma exitosa, tanto que ya estaba atendiendo a múltiples pacientes del hospital, pero había algo que había notado rápidamente en cada uno de sus pacientes, todos ellos hablaban tan bien de un chico en específico. Dazai Osamu, recalcando de forma consecutiva que él era una gran persona
era demasiada curiosa, por un momento ella se sintió realmente interesada en dicho chico, cuando intento encontrarlo se percató que el había sido dado de alta, por un momento se preguntó si él era aquel famoso paciente con TID
fue hasta el consultorio de Fyodor, este tenía la puerta entreabierta, tan solo un poco, había alguien ahí, pelirrojo, alto
-sabes perfectamente que él no estaba listo para irse, Fyodor. Sigo sin entender el porque has hecho todo esto, si Shuji había desaparecido quizás las demás personalidades también ¿no lo crees? sigo sin entender todo esto ¿porque lo has dejado ir?- hablaba aquel chico desconocido, el médico ruso jugaba con una lapicera, dándole un par de vueltas, parecía no estar atento pero lo estaba seguramente más que nadie, incluso más que la misma Yosano -Dazai no podía seguir soportando el tratamiento Oda.. Entiendo que tú tuviste una linda amistad con él siendo uno de los veladores de este hospital, pero tú lo viste con tus propios ojos, puede controlar a sus personalidades ahora, aparte.. sabes que él quería irse de aquí- comentó con una tranquilidad aplastante, el pelirrojo lo miraba con atención
-Una parte de él estaba listo para irse, pero la otra no lo estaba.. Lo peor de todo esto es que la parte que no lo estaba era la que siempre tiene él control, Dazai-
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𝒔𝒐𝒇𝒕𝒄𝒐𝒓𝒆
FanfictionEstás hundiendo todos tus pensamientos en mi mente con la punta de tus dedos... Aún cuando fuí tu musa desde el principio, accidentalmente te mantuve en el lado oscuro del camino... y te deje arrastrarme también.. • Historia larga (? • Dazai x Kuni...