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Cuando el sol se ocultó para darle el paso a la noche, la menor Nostrade quería ir a cenar al gran comedor que poseía Le Liberté, al ser huéspedes VIP, podían acceder al gran comedor exclusivo, con las comidas y bebidas más refinadas, y por supuesto que debían ir con traje de etiqueta, por lo que la Nostrade le dijo a todos sus guardias que si querían comer con ella debían usar sus trajes, esa idea no era del total agrado de Kurapika, pero no tenía otra opción.

Se miró en el espejo antes de salir, se veía así mismo muy extraño, como si se tratase de otra persona, era un traje negro completamente excepto por la camisa que era de color blanco, miró sus zapatos que relucían, efectivamente no era un tipo de ropa que le acomodaba, sin embargo no podía abstenerse.

Salió de su cuarto, vio a Melody que poseía el mismo traje que él pero adecuado para su porte, ella también se veía incómoda por el atuendo, miró a su amigo con disgusto, éste solo le sonrió y le dijo que solo sería momentáneo.

— me gustaría que me quedara tan bien como a ti, Kurapika — dijo dulcemente Melody mientras emprendía camino hacia el gran comedor.

— ¿qué quieres decir? — preguntó Kurapika siguiendo los pasos de ella — te queda muy bien ese traje, hace resaltar tu cabello — un pequeño sonrojo se apoderó de las mejillas del rubio, pocas eran las veces que recibía un cumplido por su apariencia, Melody solo sonrió al tierno gesto de su amigo.

— la señorita Neon ya está arriba, deberíamos apurarnos — comentó Melody para cambiar de tema.

Ambos caminaron por el pasillo hasta llegar a las escaleras que los guiarían hasta las afueras del barco, el gran comedor estaba dentro de éste pero se entraba por otra escalera, Le Liberté era un barco lujoso y grande, pero la administración de los cuartos era un poco confusa.

Cuando lograron llegar al gran comedor, había un hombre alto de traje negro, posicionado en frente de la entrada del comedor, con una mirada seria — ¿su boleto? — ambos le entregaron lo pedido; el boleto VIP poseía un código que los diferenciaba de los demás, éste código les permitiría entrar a lugares exclusivo como el bar interno o el gran comedor.

El hombre vio detenidamente ambos boletos sin saltarse ningún detalle — bien, pueden entrar, que disfruten su comida — Kurapika agradeció por lo bajo.

A penas entraron se encandilaron con la iluminación del lugar, estaba rodeado de candelabros dorados y luces amarillas que hacían contraste con las paredes brillantes de color plateado, las mesas eran grandes y redondas, adornadas con manteles dorados y copas de color bronce, a lo lejos divisaron a Neon Nostrade y una de las chica que siempre las acompañaba, además de su padre el cuál estaba disfrutando de una copa de vino.

La mesa de los Nostrade estaba en una esquina, tuvieron que caminar por todo el largo del comedor, pero los ojos de Kurapika se detuvieron en una cabellera ondulada y oscura, pasó por al lado de Edén, la chica extraña que había conocido en la tarde, estaba sentada en una de las mesas ubicadas en medio del lugar, junto con otros chicos, ella de igual manera notó la presencia de Kurapika, lo saludó amablemente con la mano, éste solo movió su cabeza como una especie de saludo.

— ¿ocurre algo? tu corazón se aceleró un poco — interrumpió Melody mientras seguía caminando.

— nada, solo vi algo, luego te lo contaré.

Una vez llegaron a la mesa correspondiente tomaron asiento, Kurapika se posicionó al lado del señor Nostrade y Melody al lado de Neon. Desde esa perspectiva Kurapika podía ver la espalda de Edén, notó que llevaba la misma ropa pero sin su chaqueta blanca, solo su conjunto completamente negro ¿cómo la habrán dejado entrar tan informal?

— que bueno que llegaron, estaba algo preocupado — susurró el señor Nostrade — a pesar de que ahora no hay peligro, no debemos confiarnos de eso, así que mantente cerca hasta que la comida termine.

— sí, jefe — respondió Kurapika decidido a cumplir la misión encomendada.

— ¡mi vestido es el más bonito! ¿no crees? — preguntó Neon a su acompañante.

La comida no tardó en llegar, los meseros salieron al mismo tiempo, haciendo que la hora de espera sea igual para todos, Kurapika observaba a su alrededor y de vez en cuando activaba su Nen para poder notar alguna amenaza y proteger a los Nostrade, pero de vez en cuando sus ojos se desviaban inconscientemente a la figura de Edén, notó que era una mujer muy divertida y extrovertida, abría la boca para soltar chistes o reírse, eso le era algo llamativo, nunca había tenido la oportunidad de conocer a alguien con esa energía rebosante, alguien totalmente distinto a él.

No comió mucho, a pesar de que los pocos bocados que probó estaban deliciosos, su apetito no era tan grande, estaba pendiente de cosas más relevantes como proteger a los Nostrade y mirar a Edén.

Edén volteó para buscar a Kurapika, y lo atrapó con las manos en la masa, o mejor dicho con sus ojos posados en los de ella, le guiñó un ojo amistosamente y volvió a su posición original. Kurapika expulsó aire por la sorpresa y verguenza que le causó ser visto por ella ¿habrá notado su presencia? ¿habrá notado que la estaba mirando? quería que la tierra lo tragase, no quería verse interesado en ella ni mucho menos, pero eso aparentaban sus acciones.

Melody sintió el corazón de Kurapika acelerase el doble de antes, pero debido a la lejanía no le preguntó que le estaba pasando, en aquel momento decidió mantener su vista sobre él para saber qué le estaba atormentando tanto.

La velada transcurrió de manera tranquila, Neon estaba pasándolo muy bien junto a Melody y su acompañante, el señor Nostrade estaba degustando distintos vinos y compartía algunas palabras con su hija, Kurapika era el único que estaba intranquilo, mirando a su alrededor o desviándose hacía Edén. Se quedó quieto cuando vio a la chica levantarse de la mesa, despedirse de los chicos que la acompañaban y salir del lugar ¿por qué se estaba yendo? aún no servían el postre y se percató que no terminó de comer todo de su plato.

Volvió a agitarse cuando ésta volteó y lo buscó con la mirada, le miró fijamente y le dijo que la siguiese con un movimiento en su mano, agitándolo como un abanico, Kurapika instantáneamente llevó su dedo índice hacia su pecho como si estuviese respondiendo "¿yo?", cosa a lo que Edén respondió con un movimiento de cabeza hacia arriba y abajo, eso fue un sí para Kurapika.

No supo que hacer, veía a Edén alejarse, pero no debía dejar sola al señor Nostrade ni de Neon, podía pasar la posibilidad de que si él se va, aprovecharían de atacarlos "— qué debo hacer... qué debo hacer...—"

Ir con Edén sería la elección más imprudente, pero la más llamativa, no tenía muchas ganas de comer y estaba algo agobiado, además estaba dudoso sobre el por qué ella lo llamaba ¿tal vez iba a atacarlo afuera? si era alguien peligroso, pensó en deshacerse de ella lo antes posible.

Kurapika es muy inteligente, pero un poco impulsivo

— ¿puedo salir a tomar aire? — preguntó seriamente al señor Nostrade, éste lo miró por unos segundos algo dudoso — c-claro Kurapika, tómate tu tiempo — le causaba extrañeza que Kurapika pidiese tomar aire, no porque no lo tenía permitido, sino que él era el tipo de empleado que podría estar desangrándose pero seguiría fiel al trabajo. Melody tampoco fue indiferente ante la peculiar petición.

— muchas gracias — se levantó de su asiento y caminó hacia la salida, para aquel entonces Siena ya estaba fuera.

¿Qué quería decirle Edén? ¿tal vez sí es alguien peligrosa con intenciones de matarlo?

¿Qué quería decirle Edén? ¿tal vez sí es alguien peligrosa con intenciones de matarlo?

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Tragedia de la Libertad (Kurapika | Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora