La batalla era intensa como agotadora, las bolas de fuego incendiaban secciones del campo de batalla, Mirra trataba de usar su eslinga para distraer al wyvern mientras Ame le disparaba aun que más de una vez tuvo que tomar distancia ya que las balas se acercaban demasiado a ella
Pronto la situación empeoro cuando un coletazo envió lejos a la rubia dejando a la cazadora enfrentarse a un embiste. Las mandíbulas del Rathalos atraparon la Gran espada mientras Mirra la interponía entre ellos, sus piernas trataban de no dejarse arrastrar a la vez que sus manos sujetaban furiosamente su arma en un intento de bloqueo, pero esto poco sirvió cuando el wyver aprovechando esto la lanzo a la misma dirección de su compañera
Mirra soltó el aire de sus pulmones por el fuerte golpe al caer, sus huesos dolían a si como los moretones en todo su cuerpo, incluso podía sentir la sangre filtrarse de las heridas pero lo que más la atemorizo fue no sentir su arma, inmediatamente se levanto tratando de ver donde se encontraba hasta que la hayo incrustada en un árbol
-Mierda... -
Delante de ella aun se encontraba el Rathalos que rasgaba el suelo aun viéndola de manera amenazante, sabia que estaba demasiado débil para enfrentar un ataque directo pero en cambio el wyvern solo rugió a la vez que alzaba el vuelo, hecho esto se fue del área dejando a la cazadora desconcertada
-Eso dolió carajo-
-Ame ¿Te encuentras bien?-
Ame tomaba un antídoto para neutralizar el veneno de su cuerpo, debido a que una artillera no tenia forma de bloquear un ataque pero para haber recibido un coletazo no se veía tan mal, en cambio Mirra opto por usar megapociones para tratar sus heridas, podía sentir como sus músculos se calentaban en un agradable cosquilleo haciendo que los cortes cerraran
-Ese idiota, perece que es un cobarde-
-Llamar a un Rathalos cobarde, haces que parezca un curupeco-
-¿Qué es un curupeco?-
Mirra comprendió su error, ese monstruo era originario del viejo mundo por lo que tenia sentido que su compañera no supiera, pensaba en explicarle pero estaba pronto a oscurecer del todo
-Te lo explicare después ¿puedes usar tus lazarillos? perdí los míos-
Podía notar la mirada de fastidio de su compañera pero no tenia tiempo de importarle, debían perseguir a su presa.
Lo encontraron en la zona ocho jadeando, estaba notablemente cansado, una oportunidad que no podían desperdiciar, Mirra lo contendría mientras su compañera se encargaba del ataque a distancia, la técnica fue la misma la cual era rebajarlo a su nivel lanzándole una bomba luz
El rathalos enfureció lanzando bolas de fuego, su objetivo era la cazadora de la espada por lo que trato de golpearla con un coletazo pero esta lo esquivo, sus escamas se fracturaban ante los cortes obligándolo a acercarse a los pilares de roca, sin embargo fue un disparo mal calculado que provoco el desprendimiento de las inestables rocas
Mirra miro con terror como estas descendían directamente a ella, no sería capaz de escapar por lo que estaba condenada, por instinto se cubrió con su espada mientras cerraba sus ojos escuchando el crujir del golpe aún que no el dolor, al abrir noto como el Rathalos la había protegido con una de sus alas recibiendo la peor parte, su rugido era signo obvio de que aquello le paso factura
-¿Qué... ?-
No fue capaz de procesar lo sucedido cuando el suelo debajo de ellos empezó a quebrarse, la arena se movió implacable arrastrándolos a las profundidades de un gran agujero, intento desesperadamente de salir pero la arena la arrastraba a un agujero que se volvía más grande erradicando su posibilidad de huida, lo que escucho fue los gritos de su compañera antes de caer a la oscuridad.
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Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)
RomanceEntre los primer wyverianos se susurra una leyenda, una terrible maldición que fue impuesta a un cazador quien cegado por su ambición atacó sin reparo a un dragón anciano. Mirra, una joven cazadora, quien a pulso se ha ganado el reconocimiento del c...