El cazador descendió de la copa de los árboles, después de varios días de investigación finalmente había encontrado un rastro hacia su presa, con agilidad y determinación sólo vista en quien sabía lo que hacía se apresuró a donde los lazarillos le guiaban, al final del camino lo vio, un Deviljho curtido
Preparo su arma, la cual era un katana de Rathian mientras se acercaba cautelosamente al monstruo y sólo cuando estuvo a unos pocos metros lanzó el primer ataque directo a la cabeza, el rugido ensordecedor fue la que marcó el inicio de la caza
Cazador contra cazador para al final solo haber un ganador
Por la tarde, llegaba a Astera con partes de su caza, le dolía parte de cuerpo pero nada del otro mundo, al llegar fue saludado por dos de los nuevos cazadores que hacia poco habían llegado del Viejo Mundo, su trabajo era enseñarles a como adaptarse a este entorno por lo que era como un maestro para ellos, por eso siempre que lo veían trataban de mostrarle sus logros, en el fondo se sentía orgullosos de ellos.
Una vez dejó sus objetos subió a la cantina la cual estaba muy animada para ser de noche, veía a cazadores veteranos contando a los nuevos sobre sus aventuras algunos exagerando sus cacerías logrando obtener el asombro de los novatos, esto le provocó una risa para sí al cazador quien ladeo la vista mirando al océano perdiéndose en sus pensamientos
—¡Gurion, hacia tiempo que no te veía!—
Una mujer de cabello castaño y de carácter risueño le saludaba, no importaba los años que pasaran siempre mantendría su optimismo
—Amaya, ya sabes por que—
—Lo se, la misiones y la exploración, pero pasar a saludar de vez en cuando sería bueno—
—Lo tendré en cuenta—
Ambos observaron el festejo delante de ellos, caras viejas se mezclaban con las nuevas. Astera crecía en fuerza y vitalidad, incluso ahora, con la llegada de la Octava Flota aun que eso significara ver como los mas antiguos pasaban a mejor vida
No pudo evitar suspirar ante esto, pero su compañera le saco de sus pensamientos
—Veo que conservas la katana de tu maestro—
—Si, aun es fuerte, además de ser como una reliquia familiar—
Amaya aprobó esto, pero en ves de dejarse guiar por la melancolía era mejor ver el futuro por delante, impredecible y emocionante, por lo que ofreció con entusiasmo
—Ya que estas aquí, que tal si compartimos una cerveza. Hay una leyenda que quiero contarte—
El cazador sonrió mientras retiraba su casco revelando las escamas rojo fuego heredadas por su padre al igual que los ojos amables de su madre
—Me encantaría—
Nota de la autora: ¿Cómo sucedió? Solo el más avispado ya se dio cuenta
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Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)
RomanceEntre los primer wyverianos se susurra una leyenda, una terrible maldición que fue impuesta a un cazador quien cegado por su ambición atacó sin reparo a un dragón anciano. Mirra, una joven cazadora, quien a pulso se ha ganado el reconocimiento del c...