Un golpe fue suficiente para el Barroth cayera al suelo, indefenso poco pudo hacer para defenderse de las bolas de fuego que fueron directamente a su costado, cuando el humo se disipo la bestia yacía inmóvil en el suelo. Con esto la misión había sido exitosa, con lo cual Mirra comenzó a recolectar los materiales, solo se le permitía llevarse tres cosas antes que recogieran el cadáver
—Con esto el grupo de investigación estará a salvo, gracias por tu ayuda—
Exclamo la cazadora mientras veía a su compañero, desde aquella batalla con el Anjanath su relación se había vuelto más cercana, incluso llegaba apoyarla durante sus cacerías y en otras podía verlo verlo sobrevolando cerca de donde luchaba, casi como un espectador
A Mirra no le molestaba, no era como si se aprovechara, también disfrutaba la tensión de la caza en solitario pero no negaría que tener compañía lo hacia más agradable
—Daré un aviso para quedarme en esta área, por lo visto hay huellas que investigar—
El Rathalos soltó un rápido gruñido, sabia lo que significaba, no siempre podía pero de vez en cuando la cazadora tomaba un permiso para investigar, lo que le permitía perderse durante días los cuales usaba para convivir con él, de algún modo esperaba cada permiso con expectación
Pronto el ambiente animado fue interrumpido, a lo lejos se podía escuchar el característico rodar de la carreta de transporte, una señal clara que debían separarse por el momento, Mirra afilaba su arma mientras veía al wyvern alzar el vuelo
No pasaron muchos minutos cuando el grupo alcanzo a la cazadora y con ello se encontraba la encargada
—¡Misión cumplida, compi! realmente es enorme y... debió ser duro de cazar. Compi, escuche que hay nuevos platillos en la cantina ¡Vamos a comer!—
—Sobre ello, pienso quedarme para investigar—
La encargada no oculto su tristeza, casi parecía un perrito regañado, solo volviéndose alegrar cuando la cazadora seguro comer con ella después de su investigación. Cuando finalmente aseguraron el Barroth a la carreta se despidieron
Ahora Mirra se encontraba nuevamente sola en el Yermo, miro a su alrededor, después de tanto tiempo en aquel lugar se había acostumbrado a su silencio, pronto el fuerte viento la golpeo de lado, pocas cosas podían provocar un viento así pero solo le vasto un vistazo para ver al culpable
El wyvern descendía a su lado, para después darle un suave cabezazo, una forma de saludar, ya que recién habían terminado una cacería, que mejor que celebrar con comida
—Esta vez pensaba en cazar un Apceros—
Al notar la expresión de su compañero soltó una carcajada, claramente no compartía la misma idea, ciertamente podía ser una carne insípida aun con condimentos
—¿Tienes algo en mente?—
Por unos momentos el Rathalos se veía pensativo, como si realmente considerara la pregunta, incluso llegaba a intrigar a Mirra, como era posible que entendiera sus palabras, sin duda era un wyvern extraño
Antes que entendiera, el Rathalos bajo la cabeza, bastándole solo un movimiento para subirla a esta
—¿Eh, que sucede?—
Cuando Mirra le vio estirando las alas lo entendió, estaba apunto de volar, con eso en mente se acomodo mejor, seria malo caer en pleno vuelo. El wyvern, comenzó a mover sus poderosas alas, estas remolinaban furiosamente todo a su alrededor hasta que finalmente comenzó ascender, la cazadora podía ver como se alejaban cada vez más del suelo
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Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)
RomanceEntre los primer wyverianos se susurra una leyenda, una terrible maldición que fue impuesta a un cazador quien cegado por su ambición atacó sin reparo a un dragón anciano. Mirra, una joven cazadora, quien a pulso se ha ganado el reconocimiento del c...