Cap. 9_ Sentir

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La arena era suave aún que fría, ante esto Mirra se acurrucó más contra la fuente de calor reconfortante, podía escuchar el suave respirar del Rathalos que de algún modo la hacía sentir segura, en este momento solo quería seguir escuchando ese sonido

Pronto los golpes en la puerta la sacaron de su sueño, por un instante se sobresalto al no entender dónde estaba, pero rápidamente recordó

"Cierto, regrese a la base"

Con pesadez se levantó, aún su cuerpo le gritaba por descanso pero se contuvo de regresar a la cama, cuando abrió la puerta se encontró con la encargada

—Hola compi, no te vi desde ayer y me preocupe ¿te encuentras bien?—

—Desde ayer... ¿Dormí un día entero?—

Ahora que lo pensaba su estómago rugía por comida además de sentir su boca seca, tan pronto lo entendió optó por empezar a alistarse, no podía salir luciendo cómo si aún estuviera en el yermo.

Mientras ajustaba las placas de su armadura al cuerpo miro la mesa de noche, aún impasible se encontraba la escama del Rathalos, aún tenía que darle una presentación adecuada para evitar perderla, al tocarla podía sentir el duro del material y si se forzaba sería capaz de cortarse con la punta

"Esto es lo único que me recuerda que no fue una alucinación"

Con cariño acaricio la escama, un regalo poco común pero a preciado, con facilidad la aseguro a su cadera, aprovecharía para ir a la herrería pero primero iría a la taberna.

El ambiente era calmado, las investigaciones de los dragones ancianos eran lentas pero constantes, por lo que solían tener días de misiones básicas, aún que lo importante ahora era...

—Siempre digo, ante la duda dale un bocado—

La encargada dio el primer mordisco a la gran pieza de carne en su plato, Mirra se preguntaba cómo podía comer tanto sin ser un cazador, incluso para ella a veces la comida era demasiado, al menos hoy no lo sería

Mientras comía su oído captó la conversación entre dos cazadores detrás de ella

—Demonios, te estoy diciendo que lo vi—

—Estas loco, si lo que dices es cierto, estamos en un aprieto. Ya tenemos suficiente con los monstruos comunes para ahora tener a un maldito Rathalos fuera de control—

—¿No se supone que esa cazadora debía sacar del camino el problema?—

—Shhhh, Idiota cállate—

Mirra pudo escuchar una maldición, probablemente noto que estaba delante de ellos, no le molestaba que le reprocharan, peor sería si se enteraban que curó a el Rathalos que se suponía debía capturar

"Parece ser temporada de Rathalos, tal vez sea por la migración de dragones ancianos"

Ahora son dos wyverns problemáticos, que curiosamente eran de la misma especie, no le sorprendería si salía una misión de ello. Rápidamente observó como un feline le entregaba una nota a la encargada que después de leerlo hablo con su habitual optimismo

—Compi, misión en el bosque primigenio—

—Déjame adivinar, matar a dos Rathalos—

—No, solo a uno y es una misión de captura—

Mirra paro de beber, aquello era familiar, demasiado familiar, no solo ella lo había notado ya que la encargada rápidamente agrego

—Si aún quieres descansar está bien, puedes tomar la misión del Pukei-Pukei—

—Lo tomaré, tomaré la misión del Rathalos—

Era una posibilidad absurda, casi ridícula, pero ¿y si es él? No, el nuevo mundo no era tan pequeño para que sucediera, seria demasiada coincidencia

"Tal vez una mala broma de la estrella azul"


El resto del día no pudo dejar de pensar en ello, deseaba emprender pronto la misión aún que primero debía pasar por la herrería, su arma había terminado muy gastada en su regreso, por lo que tomo bastante tiempo para repararla, además que tenía su encargo.

Justo a tiempo, como siempre la eficiencia de la forja era de admirar, Mirra tomo su gran espada, podía notar el poder que emanaba gracias a las mejoras por parte del herrero, sin duda era un trabajo de calidad

—Con esto podrás encargarte de esos monstruos—

—Como siempre un buen trabajo. ¿Cómo va mi pedido?—

El herrero saco un caja donde tenia sus pedidos terminados, con facilidad extrajo un adorno, se trataba de la escama de Rathalos ajustada a una cadena de acero que aseguraba el estar sujeta, Mirra insistió en ello para poder llevarla en sus misiones

—Esta listo, pero me sigue pareciendo un trabajo en crudo ¿Realmente estas bien con esto?—

—Si, no quiero modificarla demasiado—

Tal vez no le diera beneficios como un adorno real, pero sigue siendo significativo, con sencillez la ajusto a su cadera, incluso sin ser modificada la propia escama exhibía un rojo intenso, solo esperaba que aquello no encolerisara al Rathalos

"Bien, es hora de ir de cacería"

Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora