Cap. 14_ Vieja amiga

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Los días parecen terminar más rápido cuando disfrutas algo, para Mirra eso significaba volver a Astera, cuando llego una animada encargada junto con un feline la recibieron con los brazos abiertos

—Es bueno de verte, compi ¿lista para la taberna?—

—Miau—

Mingo parecía el más emocionado, habían pasado varios días desde que los tres estuvieron juntos, además extrañaba la comida del Chef Miausculoso. Caminaron por el mercado el cual se encontraba mas concurrido de lo habitual, apenas se podía pasar

—Un nuevo barco a llegado, viene de muy lejos por lo que todos están emocionados—

Ciertamente, cada llegada de un barco era recibido con entusiasmo, después de todo era su forma de mantener contacto con el viejo mundo. Finalmente llegaron a una zona más despejada, el bullicio se alejaba un poco en lo que caminaban 

—¿Encargada, sabes quien tiene los registros de las aldeas?—

—Oh, bueno.. ese seria el Director de Análisis, pero en el nuevo mundo la información no es mucha—

Era obvio ¿Para que necesitarían información no importante del viejo mundo en el nuevo? pero aun si fuera un poco quería saber, desde aquel sueño no había podido dejar de darle vueltas, si existía la remota posibilidad que aquel lugar fuera real entonces lo descubriría

—¡También podrías hablar con el Maestro Cazador, el perteneció a la primera flota!—

Aun se mostraba optimista, era poco probable que pudiera encontrar la información que buscaba, pero no era una mala idea, el Maestro Cazador era una buena opción

—A pasado un tiempo~—

Mirra se paró en seco como si se hubiera golpeado con un muro invisible, su garganta parecía haberse secado de golpe, reconocía esa voz

—¿No pasas a saludar?—

La cazadora volteo la mirada detrás de si observando a una mujer de tés morena con una sonrisa torcida en su rostro, parte del mismo estaba con cicatrices profundas además de faltarle el brazo derecho

—Itzae...—

—Hola, pequeña velociprey~—

Mirra parecía perpleja, no sabia cómo reaccionar pero pronto fue atrapada por un abrazo

—Es bueno verte de nuevo, y mírate, toda una cazadora del nuevo mundo—

La mujer señaló el escudo en la armadura, sonaba genuinamente feliz, pero aquello no hacía más que marear a Mirra ¿Qué hacia Itzae ahí?

—¡Ah! Eres la cazadora del viejo mundo, escuche que llegarían. Es un gusto, soy la encargada—

—Itzae Balam, ex-cazadora, el gusto es mío. Oh, también es un gusto, pequeño—

—Miau—

La conversación entre ellas fue más animada, con ello se entero de la comitiva del Viejo Mundo enviando recursos como registros y suministros que no se encontraban en el Nuevo Mundo, además que solo estarían hasta mañana antes que tuvieran que volver 

Sin embargo, la encargada como de costumbre opto por invitarla a la taberna, ya ahí la buena comida y el alcohol hicieron lo suyo para liberar la tensión

—Entonces jaja, la vi volando y me pregunte ¿Qué demonios? ¿Desde cuando vuela?  jajaja, un Bullfango la había mandado a volar jajajajaja—

—Jajajaja, Mirra, nunca me contaste eso jajajaja—

—Te falto decir que también te golpearon por estar de distraída—

 —jaja Pero fue muy gracioso ja.. fueron buenos tiempos—

 Mirra noto un leve tono melancólico en esto ultimo, fue sutil pero rápidamente cambiado por la risa ante una nueva anécdota, el resto de la noche fueron llenadas por las animadas risas, especialmente de la encargada. Pasadas las 12 de la noche, la encargada aun que tambaleante opto por retirarse primero dejando a ambas solas

—Parece que se fue el alma de la fiesta—

—Ya es hora que me vaya—

—Como siempre impaciente~. Mi hospedaje queda al lado del tuyo, iré contigo—

—Esta bien... Vamos Mingo —

El camino de regreso fue silencioso, no es que eso le molestara pero, mañana el barco zarparía y con él su compañera, entre más lo pensaba un nudo se formaba en su garganta ¿Cuántos años habían pasado? no sabia por donde comenzar o que decir

—¿No te agrado ver a un viejo camarada?—

Para su sorpresa quien inicio la conversación fue Itzae, al verla podía notar una expresión de tristeza, su mirada paso de su único ojo funcional al otro lado de su rostro, las cicatrices profundamente marcadas que ninguna poción podría borrar, sabia muy bien que estas no eran las únicas, el daño cubría gran parte del lado derecho de su cuerpo

—Itzae, yo... tu... —

—Lose, no fue tu culpa y lo sabes, Aukan tampoco te abría culpado—

Mirra apretó los puños a la mención del nombre, la cicatriz de su pecho empezó a doler como el día que la obtuvo, sin embargo Itzae continuo

—Cuando volví a la aldea Pokke, me entere que te volviste la mejor cazadora de la aldea, incluso que habías sido recomendada para viajar al Nuevo Mundo—

En su voz podía notar orgullo, realmente estaba feliz por la noticia aun que lentamente fue sustituido por la preocupación

—Pero la anciana me lo conto, las noches sanando tus heridas, tu obsesión por ser suficiente...—

—Aukan se sacrifico por nosotras, ser una cazadora profesional es lo menos que debo hacer—

Podía ver la mirada endurecida de su compañera pero, no podía, no podía simplemente aceptarlo, no cuando veía las cicatrices de su cuerpo y su sueño arrebatado, no cuando recordaba aquellos gritos pidiendo que escapara

—¡Lanzarte como una suicida no es la solución, Mirra!—

Su voz autoritaria sobresalto a la cazadora, a pesar de los años no había cambiado, Itzae seguía siendo una mujer de voluntad fuerte pero amable que se preocupaba casi como una madre por ella. Mirra solo atino a susurrar

—Solo no quiero que su sacrificio haya sido en vano—

La mirada dura de su compañera se suavizo, podía notar su ojo volver vidrioso sin embargo antes que pudiera decir algo más, fue abrazada y a la vez que la confortaba exclamo

—Nunca fue en vano—

Aquella noche fue silenciosa al igual que sus lagrimas.

Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora