CAPITULO 11

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Después de un largo rato conseguimos calmar un poco a Alex porque estaba muy mal, de tanto llorar no podía hablar ni abrir los ojos.

—Alex, ¿puedo hacerte una pregunta? —le dije

El asintió.

—¿Por qué escogiste estudiar psicología?

—Para intentar saber lo que me estaba pasando.

Joder esto cada vez se estaba poniendo, pero, necesitaba saber ya que era lo que le pasaba a Alex.

—Alex, sinceramente, necesito saber ahora que es lo que te pasa o te paso.

—Bueno pues allí vamos.

Espero que después de esto no me arrepienta.

—Todo empezó el año dos mil diecisiete, no estaba muy bien con mis compañeros de clase, tenía unos quince años, era bastante pequeño, un día se me ocurrió la brillante idea de contarle esto a mi padre—cuando pronuncio la palabra "padre" se le corto la voz—mi padre mi dijo que estaba loco y que esto no podía ser

<<Ya hacia muchos años que yo no me llevaba bien con mis compañeros, siempre fui el que sacaba buenas notas y siempre era como el listillo de la clase por así decirlo, un día me pusieron gafas y fue la peor decisión de mi vida porque allí es donde empezó todo, insultos, gracias y muchas cosas más hacia mi>>

<<Nunca me atrevía a contar nada a nadie porque pensaba que si lo hacía me tomarían como blando así que durante muchos años me guardé todo sin explicarle nada excepto a una persona Pol, él siempre fue la, mejor persona de mi vida hasta el día que acabamos el instituto y ya no supe nada más de él, él sabía todo, pero nunca dijo nada a nadie, me hico la promesa de no contar nada y así lo hico no conto nada>>

<<Iban sumando los años y poco a poco las cosas cambiaban, descubrí que mi única manera de librar toda la ansiedad que llevaba dentro era tocando el piano, así que un año me compré un tecladito pequeño y cuando mis padres descubrieron que se me daba bien me apuntaron clases, fue una de las mejores cosas que me pasaron>>

<<Un día cuando ya tuve los quince años se me ocurrió contarle todo lo que me había pasado des de que tenía unos doce años a mi padre, las burlas, las gracias todo, pero hice mal, des de aquel momento todo empeoro, mi padre me dijo de hablar porque decía que era un mentiroso y que solo lo decía para llamar mi atención, la única persona que tenía en aquel momento era mi madre>>

<<Ella me ayudo en todo estudios, piano, amigo en todo, el día que me marche del instituto fue el mejor día de mi vida, saber que ya no iba a ver más aquellas personas me hacía feliz, empezó el bachillerato en un instituto diferente, allí ya todo fue cambiando la gente era buena conmigo pero yo tenía miedo, así que nunca conseguí hacer muchos amigos, al termina el bachillerato de dieron una matrícula de honor porque saque la mejor nota>>

<<Cuando mi padre se enteró de esto me volvió hablar, ahora era el mejor hijo todo era enfocado a mí, hasta que un día me di cuenta de que todo el falso solo me quería para ponerme en su empresa y ganar mucho más dinero, me negué a trabajar con él y des de entonces empezó a pegarme, insultarme y muchas cosas más>>

—Dios mío Alex—no me podía creer lo que estaba escuchando, Arnau, Raquel y yo estábamos alucinando.

—Entonces allí ya encontré a Adri, lo que es ahora todo para mí, él fue el que me dijo que me fuese de casa y que empezase una vida nueva, le hice caso y me vine a Valencia a estudiar posología, lo hice porque a mí nadie me ayudo en nada y yo quiero poder ayudar a las personas y que sepan lo que sienten>>

<<Mi primer año estuve solo y la verdad que estuve súper bien, te conocí a ti Arnau me cambiaste la vida por completo y aun sigues aquí después de meterte todas las chapas que te metí, me saqué mi primer año de carrera y pasé mi mejor verano>>

<<Tenía claro que este año volvía aquí pero quería compartir el piso con alguien, ese alguien ahora eres tu querida Alicia—me dijo sonriendo un poquito—des del primer día que te vi sentí algo, no sabía el que por eso desparecía pero aun así no lo sabía, te bese porque pensaba que era una forma de averiguarlo pero vi que no, me pareces una persona increíble, des del primer día te abriste conmigo y esto fue muy especial para mí porque no estoy acostumbrado a estas cosas, cuando no has aparecido por casa me he puesto muy nervioso porque no sabía dónde estabas, me empezó a coger ansiedad que no me cogía des del ultimo día que pise mi casa y la única solución fue venir aquí y desahogarme>>

No me arrepentía de nada de haberle dicho a Alex que me explicase todo, pero ni por lo menos me estaba todo esto.

—Yo... yo nose que decir—dije con muchas ganas de llorar.

—Yo tampoco—dijo Arnau.

—Alex, ¿esto lo habías dicho alguna vez a alguien? —le pregunto Raquel.

—No.

—Por eso escuche un día que decías que no querías hablar con él, te referías a tu padre.

—Si

—Ahora muchas cosas cuadran la verdad.

—Sé que te debería haber contado todo esto antes, pero, no me veía con corazón de hacerlo.

—Alex es normal yo tampoco lo tendría.

—¿Cómo una persona es capaz de hacerle esto a su hijo? —dijo Raquel.

—No se la verdad, pero Alex, ¿nunca lo denunciaste? —le dijo Arnau.

—No, mi madre me consejo que no lo hiciera porque aun podía ser peor de como estábamos.

—¿Peor? —dijo Raquel.

—Si Raquel, peor.

—Madre mía—dije.

—Alicia—me dijo Alex.

—Dime.

—Podrías venir hoy a casa no me veo capaz de estar solo.

¿Cómo podía pensar que no quería ir con él a casa, estaba loco?

—Alex claro que voy a venir contigo a casa, me fui porque no estaba cómoda, no nos veíamos, no nos hablamos, nada, nada de nada.

—Lo siento de verdad, la única manera que me sentía a gusto era desaparecido es decir no verte.

—Alex no me digas perdón, ya lo sabes mi forma cuando tenía quince años fue encerarme en casa ya lo sabes.

—Sí, lo sé.

Me levanté y fui a darle un abrazo, le habíamos dado una pastilla para que el dolor de cabeza le bajase, de tanto llorar le dolía mucho, le pusimos un poco de frio a los ojos y estuvimos un rato más en casa de Arnau antes de irnos a casa.

—Arnau, muchas gracias por llamarme de verdad.

—No me des las gracias, no sabía qué hacer y pensé que tú sí.

Raquel nos llevó a casa y después se marchó.

—Alex, prométeme que cada vez que estés mal de lo dirás por favor.

Me miro y me dijo.

—Te lo prometo.

Subimos al piso y los dos nos cambiamos porque aun ibais vestidos de la universidad. Los dos estábamos en el sofá tranquilamente viendo una película que había en la televisión, tengo que confesar que no era muy buena, pero dudo que la miremos mucho.

Alex se quedó dormido así que decidí despertarlo e irnos a la cama porque dormir en el sofá es un poco incómodo.

—Alex vamos a la cama que ya es tarde—suerte que mañana es sábado em dije.

Se levantó y fue directo a su habitación me espere que estuviese en la cama y antes de cerrar la luz ya tenía los ojos cerrados.

—Buenas noches Alex.

—Buenas noches, te quiero querida Alicia.

10 SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora