CAPITULO 4

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Espera. Me acaba de llamar Ali. Después de las veces que me ha dicho el nombre, ¿porque solo me ha dicho Ali una sola vez? De verdad que no entiendo a este chico.

Después de esto puse play al capítulo porque por hoy ya había descubierto demasiadas cosas de él.

Nose en que momento me quede dormida, solo sé que ahora mismo estoy casi abrazada con Alex y dormido a pocos centímetros míos por no decir encima de mí.

Miré la hora del móvil y tan solo eran las cuatro de la mañana así que me volví a dormir.

Me desperté que ya había sol así que supongo que ya era bastante más tarde. Alex no estaba a mi lado así que supongo que habrá ido a dar una vuelta por el hotel o nose por dónde. Estuve un rato con el móvil hasta que oí la puerta abrirse y entro Alex a la habitación vestido completamente diferente que ayer, también me fije que llevaba una bolsa en la mano.

—Buenos días Alicia—otra vez con Alicia.

—Buenos días—le dije.

—Toma esto es para ti—me dijo tendiéndome la bolsa.

La abrí y me fije que era ropa, pero mía que me haya traído de mi casa.

—¿Has ido hasta casa para ir a buscarme ropa? —el asintió.

Madre mía puede ser una persona más misteriosa que él. Me trata como si me conociera de hace años y no hace ni veinticuatro horas que se dé se existencia, algo me falla aquí, pero nose lo que es.

—Muchas gracias, pero no hacía falta de verdad.

—Tienes un gusto de ropa muy peculiar, la verdad.

Lo sabía perfectamente mucha gente me lo decía, un día podía ir súper mona vestida y otro podía ir fatal vestida, así soy. Me fije y él también tenía otra camiseta.

—¿Has salido a la calle sin camiseta?

—No, tenía una en mi coche, no quería que todo el mundo me mirase por la calle.

—Ah, vale.

Entonces pensé que ya había llamado el al cerrajero porque había entrado en casa.

—Intuido que has llamado tú al cerrajero.

—Intuyes bien—me dijo con una sonrisa.

Me levanté de la cama y me fui a cambiar, no sabía que me había traído Alex de ropa, pero cuando lo vi me sorprendí. Me trajo una falda larga que tengo con pequeñas florecitas i un top blanco cortito, combinaba a la perfección, y como las converse que llevaba eran blancas pegaban perfectamente.

—¿Tienes hambre? —me preguntó.

—La verdad que bastante.

—Perfecto conozco una cafetería que está cerca de aquí y me encanta.

Salimos del hotel y nos dirigimos directos a la cafetería, fui yo a pedir todo, porque ya que Alex había pagado el cerrajero yo page el desayuno. La verdad que estaba todo buenísimo.

Cuando terminamos nos fuimos para casa porque yo necesitaba montar la estantería y ordenar un poco toda la ropa. Estuve toda la mañana encerrada en mi habitación ordenando todo hasta que escuché un grito de Alex a lo lejos de la casa. Salí de mi habitación y, me dirigí a su habitación para ver que estaba pasando. Estaba hablando por teléfono.

—Mama, no voy hablar con el—algo pasaba y no me estaba entrando.

—Porque ahora que no estoy en casa no tengo que aguantar todo lo que me hace y me ha hecho estos años, por favor, entiéndeme.

Alguien me puede decir que está pasando es esta conversación entre Alex y su madre por dios.

—Mira mama, te voy a ser sincero; estoy en valencia en un piso que es precioso, con una chica que la verdad me ha tocado mucha suerte porque tiene los mismos gustos que yo en todo, es súper buena persona...

Alex de repente paro de hablar.

—No, no le he contado nada, la conozco hace veinticuatro horas.

¿Contarme el que?

—Sigo, estoy intentando pasar página y si me llama cada día es imposible porque no puedo desconectar, así que llamé lo que quiera que no le voy a coger las llamadas. Sabes que a ti si mama.

—Oye tengo que colgar, te quiero mucho mama.

Su madre le digo algo mas y Alex colgó el teléfono. No quería meterme en su vida, pero, le preocupaba aluna coda que yo no sabía la verdad.

Me fui a mi habitación porque no quería que descubrirse que había estado escuchando toda su conversación y termine de hacer algunas cosas que me quedaban por hacer.

Me estaba entrando hambre y ya era la hora de comer, pero claro yo no me había comprado nada de comida y Alex no lo sé. Salí de la habitación y me fui a su habitación y llamé a su puerta.

—Pasa—me dijo.

Entre y como no la habitación estaba impecable. Alex tenía una cara diferente a la que había visto durante las últimas horas.

—¿Estas bien? —le pregunte con curiosidad.

—Si tranquila, problemas familiares—así que con problemas familiares.

—Bueno si quieres hablar conmigo algún día que sepas que te voy a escuchar siempre.

—Muchas gracias de verdad

Quiero ayudarle, pero si no me cuenta que le pasa es un poco imposible la verdad.

—Tengo hambre, ¿hay alguna cosa para comer?

—So, el día que llegue fui a comprar alguna cosa, si no hay nada que te guste avísame que lo vamos a comparar.

—Perfecto.

Salé de su habitación y, me dirigí a la cocina, abrí la nevera y había bastantes cosas. Comí y por la tarde no sabía que hacer así que me apetecía ir a dar una vuelta por Valencia. Me cambie y lo primero que quería hacer era irme a tomar un café porque, aunque hoy he dormido muchas horas tengo sueño igual. Salí de la habitación para ir avisar a Alex que me iba.

—Alex, me voy a dar una vuelta por valencia, vuelvo en un rato.

—Perfecto, cualquier cosa llámame.

—Ehh... vale. Adiós.

Coja todo lo que necesitaba y me fui al centro de valencia. La verdad que me había comprado alguna cosa que más de ropa, y obviamente lo primero que me compre fue el café porque, iba durmiendo por los rincones de valencia. Ya quería volver a casa, pero era muy tarde y no quería ir sola porque casi no concia la ciudad, así que la última opción que me quedaba era llamar a Alex si no quería pagar un taxi. Pero recordé que no tenía el número de Alex porque no se lo había pedido, Así que la última opción que me quedaba era coger un taxi.

Llegué al portal de casa i subí a casa, estaba bastante cansada la verdad.

Cuando abrí la puerta de casa me vino un olor buenísimo. Justo en aquel momento salió Alex de la cocina.

—¿Tienes hambre?, he preparado la cena para los dos. No hemos comido juntos así que he pensado que podríamos cenar juntos.

—Claro que si— me cambié y fui directa al comedor porque en realidad si tenía mucha hambre.

Probé la comida y la verdad que estaba buenísima.

—Alex esto esta delicioso, cocinas súper bien.

—Hago muchas cosas bien que no te las esperas, ya lasiras descubriendo.

10 SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora