10 SEGUNDOS

CAPITULO 10

Habían pasado tres días des que Alex me beso, si os soy sincera des de aquel momento no me h dirigido la palabra, habíamos vuelto a la rutina de que desparecía de casa, pero la excusa de que eran problemas familiares ya no colaba, por así decirlo, en estos días no le había llamado nadie así que era imposible que fuese por problemas familiares.

Le había contado todo a Raquel porque cada día estaba con ella, ya conocía a más gente de la uni, pero Raquel se ha vuelto una persona especial para mí. Ella me dijo que no entendía porque no hablaba, mi pensamiento fue que puede que tenga novia, pero después recordé que no porque un día me lo dijo.

Cada vez que intentaba hablar con el desaparecía, así que era imposible.

Hoy decidí quedarme al piso de Raquel porque no me apetecía estar en casa, me cogí el ordenador, un libro y algunas cosas de ropa. Tenía pensado quedarme a dormir allí si ella quería, no me sentía cómoda en casa. Creo que Alex no es consciente del daño que puede llegar hacer a una persona.

Ahora estaba con Raquel en la uni que solamente quedaban unos diez minutos para que se acabaran las clases.

—Raquel—le dije no muy alto.

—Dime—me respondió.

—¿Puedo quedarme a tu casa almenos hoy?

—Claro que sí, ¿Qué pasa? —me pregunto.

—Tía no estoy a gusto en casa de verdad.

—¿Aun no te ha dicho nada? —me pregunto bastante seria.

—Que va tía, yo ya nose que pensar.

—Déjale tiempo puede que lo hiciera por la situación.

—Ya—respondí.

Salimos de la uni y nos fuimos directamente a casa de Raquel, no está muy lejos de uni así que fuimos andando, hoy el día estaba bastante triste, a ratos llovía y a ratos no.

Cuando llegamos al piso de Raquel comimos y me enseño la habitación done supuestamente solo em quedaría hoy. Dejé todas mis cosas y me senté en la cama. Siempre había pensado que el amor surge porque sí.

Aun no sabía que le pasaba a Alex, estaba segura de que algo le pasaba, tengo que confesar que odio cuando desaparece, los primeros días solo eran unas horas, pero es que ayer no lo vi unos cinco minutos, mu pregunta es donde se deben meter, supongo que debe ir a casa de Arnau, pero si no es allí nose donde se debe meter.

Sin darme cuenta me dormí y al cabo de dos horas de desperté, cogí el móvil y vi que tenía algunos mensajes de Alex, me preguntaba que donde estaba y porque no había vuelto a casa después de la uni. Le respondí con la simple frase "estoy en casa de Raquel". Me levanté y me fui al comedor y Raquel estaba sentada en el sofá.

—Alex me ha enviado mensajes.

—¿Cómo? —me dijo sorprendida.

—Me ha preguntado que porque no estaba en casa.

—¿Y qué le has dicho? —me pregunto.

—Le he respondido con la simple frase "estoy en casa de Raquel.

—A, bueno supongo que ahora no estará tan preocupado por así decirlo.

—No se ha preocupado en tres días se preocupará ahora.

—Bueno, tienes razón—me dijo ella

Me senté a su lado y estuvimos toda la tarde viendo todas las películas de Crepúsculo, debo admitir que es una de las mejores sagas que he leído y visto de mi vida.

De repente escuché el móvil y fui corriendo antes de que se colgará, era Alex.

—¿Alex? —dije un poco extrañada.

—Alicia, ¿eres tú? —escuche una voz familiar pero no sabía bien quien era.

—¿Arnau, eres tú? —era la única persona que podía esperar.

—Sí, oye escúchame, Alex está fatal ha venido a mi casa y nose que le pasa, ¿tú lo sabes?

Dios mío ahora sí que me estoy preocupando.

—Arnau dime dónde vives que vengo ahora.

Arnau me dijo donde vivía y me vestí volando.

—Raquel me voy, Alex está fatal, ha ido a casa de Arnau y no sabe qué le pasa.

—¿Quieres que te acompañe? —me dijo.

—Como quieras, pero nos tenemos que ir ya.

Cojo el bolso y nos fuimos las dos casi corriendo hacia casa de Arnau. Llegamos y llamamos y Arnau nos abrió y cuando vi a Alex se me cayó el mundo encima.

—¡¡¡ALEX!!!

Estaba en el sofá súper pálido, supongo que medio dormido y tenía los ojos muy hinchados de llorar.

—Por favor dime que te pasa, te lo suplico.

Como pudo abrió la boca y empezó hablar.

—Alicia, lo siento, lo siento de verdad—me dijo llorando.

—¿Alex que sientes? —no entendía porque me estaba diciendo esto.

—Por haber desparecido y no haberte, estoy pasando un muy mal momento, nose como gestionar todo lo que me está pasando y lo estoy pagando contigo que no has hecho nada. Hacía mucho que todo esto no me pasaba.

—¿Y cuándo te volvió a pasar? —le pregunte.

Alex abrió los ojos como pudo y me dijo.

—Des de que estas tu aquí.

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