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Mejor no ir a molestarlo. Además, hoy a primera hora de la mañana Johan te ha dicho expresamente que no quiere que lo estorben.

—Lo siento mucho Marlene, pero el Señor Phelps no está en oficinas en este momento, y según protección de datos, yo no puedo facilitarte su número personal. —Te excusas. —Pero le puedes enviar un correo electrónico con copia a mí solicitando el adelanto del pago.

Como te esperas, Marlene no se lo toma para nada bien tu respuesta. Tanto es así que ella te mantiene enganchada al teléfono fijo un buen rato, despotricando lo poco profesional que estoy siendo, y que algo así no tiene cabida. Y como por desgracia, ella es la representante de un fabricante esencial para empresa Phelps, tú no puedes simplemente despacharla como si nada.

Te has disculpado por las molestias como una diez veces, y ella, al final, dándose cuenta de que tú no cederás ante sus regaños, finalmente cuelga, pero no sin antes dejarte con una migraña de tres pares y añadir viperinamente que se acordará de eso. Como también recordará tu nombre.

Sin embargo, las quejas y amenazas vacías de Marlene siguen siendo más soportables que no los arrebatos de ira de Johan. Lo sabes porque toda vez que te ves obligada a entrar en su despacho, y el olor a desinfectante industrial te impregna la nariz, y el frío del ambiente te hiela la sangre, recuerdas de aquel incidente.

Una vez te acercaste al termostato para subir la temperatura, de forma que fuese más agradable en el despacho de Johan, pero, dos horas más tarde, cuando él volvía de la comida con dos clientes importantes y se metió en el despacho... Bueno, digamos que cuando él salió por la puerta otra vez, con las mejillas de color escarlata y la mandíbula apretada, no fue para decirte los buenos días.

Luego de esto, el poco respeto que le tenías a Johan cayó en picada por el desagüe. Incluso, pensaste seriamente en dimitir. Pero el sueldo es de lo mejor que hay, y el trato con los compañeros era, y, sigue siendo acogedor. Como una segunda familia para ti.
Johan se disculpó días después, pero fue evidente que no lo sentía de verdad.

¿Qué pensaste al respecto?

a) Te dolió en el alma su hipocresía. (Ir a 1.c)

b)Lo dejaste pasar.  (Ir a 1.b)

BOSS (Novela interactiva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora