You have me. | Stellatrix

Capítulo 2.

Stella's POV.

Me desperté a la mañana siguiente, y aunque tenía clases, no iba a ir a ellas. Lo sé, lo sé. No debo hacerlo. Puede enterarse mi madre y a tomar por culo la futura reina de Solaria. Me vestí rápidamente, me puse mi mejor outfit y miré a mis amigas. Musa ya tenía un mapa del pueblo preparado, y todas ellas estaban ya vestidas y preparadas. Bajamos a la cafetería para desayunar todas juntas, se podía ver mi cara de miedo a la vez que comía.

- Tía, todo va a salir bien. Esto es como una excursión. - Exclamó Flora, la verdad admiraba como mi amiga siempre se mantenía positiva en todo. 

- Una excursión a ver a gente que no conozco. ¿Y si sus hermanas me raptan o algo parecido?

- Tía, eres un hada y te has transformado. - Respondió Aisha - Y vamos contigo. No te va a pasar nada.

- Creo que deberíamos ir yendo. No puedo más con la impaciencia, necesito mínimo decirles que tienen - Recordé todo - Tenían una hermana. 

Mis amigas captaron la indirecta y se terminaron rápido sus cafés, y todas fuimos a buscar aquella dirección. Nos tomamos en serio el modo excursión, pues incluso Terra se trajo unos prismáticos que tenía escondidos por el invernadero; Flora comenzó a cantar canciones que cantaban los niños en sus excursiones, y Musa me acompañaba en la primera fila, sabiendo que yo estaba visiblemente afectada y dándome ánimos.

- Puedo sentir tu preocupación. Sé que Beatrix era importante para ti. Si quieres hablar con alguien sobre ella, aquí estoy. - Me agarró la mano - Hazlo. Desahoga.

- Para mí era una amiga diferente. No teníamos nada en común, ¿sabes?, pero cuándo Rosalind me puso aquella mierda en la espalda, ella fue la única que supe que no me iba a mirar con pena. Claro que pensé que era porque simplemente era mala persona, pero...

- Te apoyó.

- Eso es decir poco. Sé que podría haber confiado en vosotras, y que no me juzgaríais, pero cuadró que Beatrix estaba allí. Y ahí fue cuándo descubrí que no es un demonio. Simplemente estaba rota, quería respuestas. Las cuáles no pude descubrir con ella...

- No te sientas culpable por ello. Aquí estás, con tu grupo de amigas, llevándonos a resolverlas, ¿no?

- Sí, pero me imaginé esos momentos con ella. Agarrándole la mano y diciéndole que todo saldrá bien. Desde hace unas semanas sueño con ella y todo esto vuelve a mí, es horrible. 

- Perdonad por cotillearos la conversación - Exclamó Terra - Pero tengo un libro sobre eso en mi habitación. A veces, cuándo un hada fallece, se comunica con el resto de mortales en sueños. Creí que era una leyenda pero si eso ocurre...

- Es que creo que me lo he imaginado. Pero me ha dicho que le diga una palabra en el cementerio cuando vuelva. ¿Debería hacerlo?

- Por probar que no sea, ¿no? - Flora se rió - Cosas más raras se han visto en Alfea. Bloom está en sabedios dónde, a Musa le robaron su magia... Y ni hablemos de cuándo Dowling os contactó.

- Es que todavía quedaba una parte de Dowling en... - En ese momento me di cuenta - Y si...

- Ahí lo tienes. Si es ella de verdad, cree en ella. Cuéntale todo lo que descubras hoy. - Siguió Musa - Y por cierto, chicas, ya estamos llegando. Es aquí.

Vi la fachada de un piso compartido. Era un barrio pobre, que tenía una placa conmemorativa en la puerta, supervivientes de Aster Dell. El portal estaba sucio, y los cristales que defendían la puerta estaban rotos, probablemente por el impacto de una piedra, que yacía en el rellano. Intenté meter mi brazo entre los trozos de cristal que quedaban en la puerta, pero no fui capaz, pues me hice daño. Estuve a punto de utilizar mi magia para abrir, pero Aisha ya había pulsado el botón del piso.