You have me. | Stellatrix

Capítulo 11

Beatrix's POV.

Me desperté al día siguiente, me giré y me esperé encontrar a Stella a mi lado. Creía que estaría todo arreglado, que por fin podríamos estar juntas, pero no estaba. Miré para el lugar que dejó, y me quedé reflexionando. Llegaría tarde, pero necesitaba asimilar lo que había pasado anoche.

Le mandé mensajes a su teléfono y no los respondió. Ahí decidí vestirme e ir a clase cómo siempre. Tenía mensajes de mis hermanas, que respondería después. Me daba igual, quería arreglar antes las cosas con ella. De camino a clase, me encontré a Riven.

- Sabes que puedes saludar, ¿verdad? - Le dije, él me miró con una sonrisa - Somos ex, pero creo que podemos mantener una conversación.

- No te había visto, no eres el centro del mundo, Bea. - Me respondió, borde como siempre - ¿Y esa cara larga?

- ¿Si te lo cuento prometes que no se lo dirás a nadie?

- No, no te lo prometo, pero sé que me lo vas a contar igual. Venga.

- Stella y yo...

- ¿Habéis follado? 

- ¡Baja la voz!, y sí. Anoche tuvimos algo.

- Pues enhorabuena, tía. Era obvio que te molaba. Aunque creí que ella te odiaría después de haberla traicionado, si te digo la verdad. 

- Tengo miedo de que sólo quisiese estar conmigo para echar un polvo. No me responde a los mensajes, y creía que estaba todo arreglado. No sé por qué te estoy contando esto, pero...

- ¿No mola sentirse utilizada, eh?

- Riven.

- Es coña. Seguro que lo arregláis. - Me dio una palmada en la espalda - Te dejo, que he quedado con Musa. 

- ¿Musa y tú...?

- ¡Adiós, Beatrix!

Me quedé otra vez sola, pero al menos esta vez pude desahogarme con alguien. Aunque ese alguien fuese Riven. Algo es algo. Todavía quedaba media hora para ir a clase, y recibí un mensaje de D'Arcy. Era un mensaje de voz.

- Hola, Stormy. Verás, no voy a volver al colegio porque ya estás tú. Pero sabes perfectamente qué hacer. Entra en el despacho de la directora y róbale el libro del cuál te he pasado foto. Sabrás reconocerlo. Tienes que ser rápida. Nadie te puede pillar, ese libro es fundamental para que sepamos cómo devolverte los poderes. ¡Suerte en tu día!

Le respondí que lo haría, pues no tengo absolutamente nada que hacer, pero debía ver si el despacho estaba vacío. Evidentemente, no lo estaba. Dentro estaban Stella y su madre. Allegué mi oído a la puerta, quería saber de qué hablaban.

- ¡Estoy harta, mamá! ¡Harta de que desde que estás aquí, controlas con quién paso la noche y cómo!

- Baja el tono. Sólo te he dicho que anoche sé que volviste tarde a tu cuarto. Eran las tres de la mañana, y hoy tenías clase a primera hora.

- Pero estoy perfecta, mírame. Soy adolescente, como todos. ¿Por qué actúas como si tuviese que actuar como tú?

- Porque eres la princesa. 

- Renunciaré a mis privilegios, ya te lo dije. 

- Y aquí sigues, aprovechándote de ser la princesa para tener el cuarto más grande. Para que tus amigas y tú confundáis libertad con libertinaje y andéis por ahí - Noté cómo se estaba acercando a ella, escuché sus pasos - Y que utilices tu magia en vano.