You have me. | Stellatrix

Capítulo 7

Beatrix's POV.

Yo no quería separarme de Stella, ni utilizar mi magia para nada más. Cuando vi que por fin se dormía y que podía decirle mis sentimientos, lo aproveché. Fue rápido, pero debía hacerlo. Me quedaba sin tiempo de verla. 

Aquel beso fue... Lo mejor que me pasó en la vida, sinceramente. El corazón en un puño y una sensación de euforia distinta. Me había imaginado ese beso tantas veces que al volverse realidad más eufórico me pareció. Era totalmente distinto a lo que tenía pensado, pero aún así, era todavía mejor. Era cómo si todos los planetas se alineasen para hacerme pasar el mejor momento de mi puta vida. 

Tras ese momento de euforia, de alivio, pero también de tensión... Me despedí de ella, quizá para siempre. No lo sabía. Y sé que si ella se entera de todo lo que ocurrió, me odiará. No tengo la culpa, pero sí pude haber hecho algo para frenarlo. Y no lo hice.

***

Durante el día anterior, estuve totalmente sola en aquel infierno. No encontraba a Bloom, seguía con sus dramas familiares. Me dediqué a quedarme sola en la esquina deseando que por fin pudiese ver a Stella, cuándo escuché una voz que provenía del mismo lugar en dónde me vio la sombra.

- ¡Hola, hermanita! - Exclamó, yo me asusté. Me eché a correr, mis hermanas están vivas, y yo muerta. No podían ser ellas - ¿No me reconoces?

- No tengo hermanas aquí.

- Me presento, me llamo D'Arcy Daniels. Sé que este apellido te suena de algo.

- Estás viva, no puedes hablar conmigo.

- Soy un hada de la mente, cielo. Claro que puedo. Venía a buscarte para que nos ayudes a acabar con Alfea.

- No estoy interesada.

Salí a correr, D'Arcy no me iba a convencer de que volviese a ser una villana, no era posible. Busqué a Bloom por todos lados. Si alguien me podía ayudar era ella. Pero no estaba, y seguía escuchando la voz de D'Arcy en mi cabeza.

- Te prometo que volverás a la vida si me ayudas.

- No voy a acabar con Alfea, gilipollas. Tengo ahí a gente que me importa.

- Por eso eres nuestra coartada perfecta. Te necesitamos. - Su voz envolvía cada vez más mi cabeza, y no podía escapar, para mí era imposible. - Necesitamos que estés con nosotras.

- ¿Vosotras? 

- Oh, vamos. ¿Me vas a hacer explicarte por qué lo hago?

- Sí, al menos si tengo un motivo podré ayudaros sin ser un pelele, ¿no?

- Mucho pides tú.

- Soy tu hermana, ¿no?, supongo que vendrá de familia. Explícame todo.

- Soy cuatro años mayor que tú. Yo también estudié en Alfea, e Isobel también, aunque ella es mayor que nosotras. Cuando entré, la directora era Dowling, seguro que la conoces. Esa mujer tan maravillosa, tan amable con todo el mundo. Porque obviamente, la mala era Rosalind, que acabó con Aster Dell. Sí, nos hablaban de eso, aunque a todo el mundo le apeteciese callárselo. Lo cierto es que Dowling no hizo nada para evitar la catástrofe, y nos intentaba utilizar a los de Aster Dell para dar pena. La pobre D'Arcy que no tiene un duro. 

- Dowling está muerta.

- Lo sé, pero el instituto sigue estando podrido. Nuestra hermana envió a Sebastian para que intentase hacer algo, pero no lo consiguió.

- Me mató.

- No debió haberlo hecho, eso seguro. Por eso estamos intentando utilizar magia. Traerte de vuelta y poder atacar las tres juntas. Somos hadas especiales, tenemos un poder descomunal. Y en vez de hacernos sentir buenas personas por ello, por nuestra procedencia siempre se nos ninguneó.