Era una mañana hermosa en cierto planeta un jardín se encontraba intacto, el cielo tenía su tono monótono
Solo habían pasado unas horas desde que aquel Saiyan activo todo su poder para huir de aquella situación, como era de esperarse el resultado era fácil de predecir.
Y el tiempo para un dios no es nada.
En cierto cuarto se podía ver a un Saiyan abatido, pero fue cuestión de segundos para que este retomará la conciencia.
Yo: Que...?
Adolorido y confundido abrí los ojos, rápidamente me levanté para notar que estaba en una habitación bastante tranquila.
A lado mío yacia un reloj de arenas que estaba de terminar su ciclo.
~Que significa todo esto?, Acaso fue un sueño.
Ante lo recordado, solo pudo notar que mi brazo yacia en su lugar como si nunca hubiese pasado nada.
~Acaso todo fue parte de mi imaginación?, Por qué de ser asi no fue para nada agradable...
Antes de darme cuenta el reloj de arena llegó a su fin tras la última pizca de arena llego a su contraparte.
Vados: así que has despertado?
Tras escuchar aquella voz pude notar un ligero temblor en todo mi cuerpo, al intante me di la vuelta para mirar a aquel supuesto Ángel.
Yo: Tu...
Vados: Buenos días joven Broly, parece un poco nervioso.
Era obvio, apesar de que tratara de ocultarlo mi cuerpo le demostraba lo contrario.
Yo: A-Acaso planea matarme?.
Por qué se ser así, no tendría ninguna oportunidad....
Solo pude ver cómo hiso una cara inocente para empezar a reírse para sorpresa de aquel Saiyan.
Vados: Jaja, Claro que no, eso sería ir en contra de las ordenés de champa, además...
𝑡𝑒 𝑛𝑒𝑔𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑜, 𝑛𝑜?
Yo: Apesar de tu fuerza, no me rendiré hasta cumplir mi objetivo.
Vados: Hmm bien, me agrada oír eso por que desde ahora...
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-Te entrenaré para cumplir la promesa del señor champa.
Eso fue lo único que pude escuchar para que la tortura del joven Saiyan diera inicio.
