.⃗ ༉‧ ⃟⛓ ;; Cacería | Spruan.

.⃗ ༉‧ ⃟⛓ ;; VII

Juan empuño su espada ante el Híbrido, tembloroso retrocedió de todo para mantener distancia con el muchacho.

— ¡Cuando te calmes te dejo acercarte!. Dijo Juan dando nuevamente otro paso atrás, a nada estaba de que el portal lo tocara y no sería bueno.

— Yo estoy calmado. Su rostro mostraba seriedad, cosa que era normal pero asustaba que cierto modo al colombiano, Spreen por su parte extendió los brazos esperando recibir un abrazo del ajeno.

El ambiente era silencioso entre los dos, no era incómodo, era inquietante, Juan analizo su situación, casi mataban a Betra, sino fuera porque lo empujó, ya lo hubieran masacrado, aquel oso espero pacientemente que su pareja se acercará y así fue, a pasos dudosos y lentos se refugio en los brazos ajenos.
Eso hizo sentir calma y paz en el oso, quien por su parte estaba feliz, se mostró demasiado apenado por la situación anterior, murmurando una cuantas veces " Perdón ", ni siquiera le dio chance a poder decirle algo cuando el Híbrido lo levanto cual costal de papas y comenzó su caminata hacia su hogar, por así decir a la polleria.

En vez de quejarse u objetar, Juan se dejó llevar derrotado, aún así no expresó nada malo, sabía que no era la primera vez que lo veía tan violento y las secuelas de estos arrebatos eran tontos, capaz en su libro de hechicería podía encontrar algo para controlarlo realmente y aquella mentira dicha por el de pelo negro, se haga realidad.
Conocía ese camino.

— Spreen saca tu mano de mi trasero. Soltó entre risas.

— ¿debería?. Una sonrisa juguetona se formo en el nombrado.

— Sí porque no es una pelota anti estrés. Dijo siendo bajado al suelo por el otro.

Los siguientes días fueron igual de complicado, Juan de vez en cuando debía pelear para hacer que este hombre que tenía por pareja entrara en razón, igual nunca recibía un daño crítico, puesto Spreen parecía jugar con él.
Escabullirse y volver agotado ya fue su rutina hasta el día del Eclipse, gracias al hechicero, el de ojos oscuros pudo controlarse mejor, volviéndose dócil aunque algo posesivo por el colombiano, sus arrebatos no eran más que algo pequeño como un berrinche, así que preocupación ya no tenía, lo contrario, expresó felicidad ante todo.

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Actualmente todos estaban tranquilos ante la noticia de Juan, felicitandolo de que por fin sus poderes sirvieran para algo que los beneficia, principalmente al pollero que no dijo mucho, el Eclipse un efecto en él no tenía o no lo recordaba, sinceramente ni le importaba, ya había hecho demasiado daño al Colombiano.

— ¡Fiesta en casa de Ibai!. Gritó Auron, Ibai comenzó a negar rotundamente eso pero ya era tarde, todos iban gritando eso.

— Por fin podremos estar fuera de la iglesia. Dijo Carola expresando su felicidad absoluta porque odiaba ese lugar al igual que muchos.

El bullicio se fue dispersando cuando cada quien comenzó a ir a sus hogares y respectivos Pueblos, entre esos Juan, despidiéndose de un pequeño beso del mas alto siguió a su grupo de amigos.

— Ostia Juan, pareces mas muerto que vivo. Mencionó el bicolor con preocupación, aquel mago de cumpleaños estaba ojeroso, uno que otro rasguño, mejor ni hacer mención a sus demás "heridas", el nombrado arrugó la nariz y sonrió.

— Es por toda la magia que tuve que usar para controlar a Spreen, estoy agotado, iré a casa. Se despidió de todos y fue directo a su templo, se estaba quedando dormido al subir las escaleras, cuando su pie piso otro escalón aquel lugar se convirtió en la iglesia, casi se caía así que hizo equilibrio con torpeza, acomodo sus lentes y aquella mirada cansada se volvió seria y enojada. — ¿ahora qué demonios quieren?.

— Queríamos felicitar tu increíble empeño en cuanto controlar al muchacho. Felicito el profeta con una sonrisa, extrañado por todo ello expresó confusión.

— ¿gracias?, Quisiera ir a casa, estoy cansado. Se estiro para girarse pero fue evitado por la presencia de Drako.

— Pero haz hechos cosas van en contra de mis ordenes, aparte tu pareja fue quien lastimó a alguien y varios, dijiste que tenias todo bajo control, ¿no es así?. Los ojos del colombiano se cerraron con rabia, suspirando con fuerza para girarse sobre sus talones y ver al profeta con suma rabia, se pudo escuchar truenos desde afuera de la iglesia.

— ¡Pues perdón porque las cosas se salieran de mis manos!, ¿¡Qué querían que hiciera!?, ¡Me toman como un puto chiste y se burlan de mí!. Iba a recibir un rayo pero Juan se movió a un costado. — ¡Me tienen harto tú y tu puto chupa vergas de Drako!, ¡Se burlan, me tratan mal, me lastiman y cuando alguien por fin me trata con decencia lo toman como un demonio!. Refiriéndose a su pareja, su pecho subía y bajaba por la adrenalina, quería llorar de lo agotado que estaba.

Tanto el profeta como su mano derecha se miraron un momento, Drako entiendo lo que le quería decir, hizo una reverencia y se retiro.

— Vamos a hablar un momento, ¿te parece?. Propuso con calma aquel hombre alto, Juan limpio su rostro para no decir nada y sentarse a lado del hombre, ambos miraron al frente, el colombiano no tenía mucho que decir. — has hecho demasiado para mantener a tu pareja a salvo y a los demás, ¿eres consciente de que hoy será peor que los otros días?.

— Sí, es el último día, necesito descansar. Fue cortante, estaba agotado.

— Te daré algo que te va ayudar para esta noche, yo mantendré a todos a salvo, pero por favor Hijo mío, tú también mantente a salvo, se que no te agrado y que he sido grosero en el pasado, pero odiaría perder a otro mas, aunque me odies, protégete.

Por primera vez en mucho tiempo se sintió extraño, el profeta aveces podía ser un dolor de huevos para Juan y para muchos pero tenía ese lado amable que podía ver de vez en cuando, en sus manos se poso un collar de gema verde, levantó la mirada al profeta.

— ¿cómo sirve?.

— Te dará mejoras en tu cuerpo y energía, la vas a utilizar mucho, porque Spreen no será el único que perderá el control y aparecerá esta noche, todos van a pelear. . . Pero tú serás el principal que va a luchar.

— ¿por qué eres bueno conmigo ahora?, siempre me tratas de la verga.

— Y lo seguiré haciendo tenlo por seguro. Se alejó del muchacho para irse a Dios sabrá donde.

Juan observo el collar para colocarselo y esconderlo entre su ropa e ir a casa, iba a ser una noche larga.