.⃗ ༉‧ ⃟⛓ ;; Cacería | Spruan.

​ ⃢🌤 ;; One - Shot

- Lágrimas y dolor.
- Mención de otros personajes.

Juan se acomodo en la cama para sentarse y reposar su espalda en la cama ajena, su primer encuentro carnal con el oso fue lo mejor que pudo esperar, realmente le gustaba, quitando de lado el haber tenido relaciones, ese muchacho orgulloso, terco, que no conocía el miedo, le gustaba mucho.
Ya desde hace tiempo ambos llevaban viéndose a escondidas por petición del Híbrido, dándose cariño y afecto.

- Entonces. . . Juan dio inicio a una conversación, esperanzado que algo de esto los vuelva cercanos. - ¿qué somos?.

- Un humano y un oso. Respondió de manera literal a la pregunta, el castaño negó con diversión.

- No no, me refiero a lo otro. Hubo un silencio nuevamente, la mirada de Juan decía mucho, amor y alegría de que la respuesta sea pareja.

- Nada, nada que yo sepa.

El corazón del muchacho dio una punzada, río nervioso para no responder, ¿en serio no eran nada?, quería llorar, lo haría si no fuera que estaba junto a quien lo traía suspirando, Spreen no dijo nada para solo acostarse a dormir, dejando a Juan con un pequeño dolor.

La noche aún no se iba y parecía los minutos pasar como horas, el Híbrido estaba completamente dormido pero el de ojos cafés no, había logrado ahogar su llanto en lo profundo de su pecho, todo este tiempo al final no era mas que algo insípido, algo que calmaba el hambre por afecto que tenía el oso, cubrió su rostro con sus manos para maldecirse a si mismo sobre la situación, solo él estaba enamorado, solo él tenia sentimientos por el otro, no sabía exactamente qué hacer pero irse parecía lo mas sano que matarlo mientras dormía, porque aquel dolor rápidamente se volvió ira, se vistió con cuidado de no hacer ruido y se fue, dejando solo a Ivan.

Sus ojos se aguaron nuevamente, estaba lejos de la polleria, solo quería ir a su templo y poder llorar en paz, encerrarse y comer comida chatarra para ver si podía saciar y calmar su dolor en su pobre corazón.
Limpio sus lágrimas cuando escucho pasos dirigirse a su persona, pensó que era él, que lo busco, pero era muy tonto por creer que realmente lo iba a buscar.

- Oye Juan, ¿qué haces solo a estas horas?. Reconoció esa voz y gracias a la luz de los focos que iluminaban el camino al portal, era su buen amigo Ollie.

- Necesitaba caminar, estaba pensando. El alíen curioso de esto miró fijamente a su amigo, quien se puso nervioso.

- ¿qué?.

- ¿por qué lloras?. Ni cuenta se dio que seguía llorando, las manos del muchacho rojizo limpio sus lágrimas con cuidado, sacandole sus lentes para hacer bien su labor, lo dejo.

Eso enterneció el pobre corazón de Juan que sonrió.

- No sabía que los aliens eran tan buena gente.

- Es que somos buenos, ¿a qué se debía tu llanto?. Ambos comenzaron su camino al pueblo verde.

No sabía cómo explicar la situación pero confiado que Ollie mantendría su palabra y no se lo diría a nadie.

Le contó todo.

Aquel alíen no entendía bien las emociones humanas y el porqué se podían traicionar tan fácil, aún así, apoyo como pudo a su amigo, un simple abrazo provocó el llanto a mares de Juan, supuso que construir su nave sería para más tarde, acaricio los mechones con cuidado y dio un beso en este, lo cuido toda la noche.