.⃗ ༉‧ ⃟⛓ ;; Cacería | Spruan.

​ ⃢🌱 ;; One - Shot

— Mafia Au continuación.
— Estocolmo, secuestro, acoso.

En su cabeza se repetía la misma secuencia, la persecución y luego lo del cloroformo, su mente estaba tan dañada que borro o trato de olvidar cosas que podían agobiarlo, aún así, era exasperante todo aquello.
Sus ojos se abrieron con suma lentitud, la poca luz le molestaba, su cabeza juraba sentir que palpitaba, seguro cuando cayó en la acera se golpeó, trato de mover sus manos pero no podía, estaba encadenado en sus muñecas, rápidamente el sonido del metal lo asusto, movió desesperado sus muñecas causando dolor en las mismas, maldecía en voz baja tratando de zafarse, realmente era inútil.
Donde estaba era en el suelo, en el  fondo de una preciosa habitación, espaciosa, había cosas que apenas podía notar, algo lo desconcentro y fue los pasos firmes detrás de la puerta, la manija se doblo para ver a ese hombre que había pedido ayuda, la ira y el miedo se mezclaron en su cuerpo, tensando su mandíbula, Por Dios aunque quisiera insultarlo nada le favorecía, ¿y si lo golpeaba?, quería llorar y lo haría.

— Buenos días. Dijo Ivan siendo cortes con su nuevo y eternamente invitado.

No hubo respuesta por parte de Juan y era de esperarse, solo volvió a mover sus manos para tratar de liberarse, al contrario le gustaba eso, causaba temor, desesperación; lo veía tan frágil y vulnerable, se coloco de cuclillas pero vaya sorpresa se llevó al recibir una patada de Juan, casi le daba en la cara, si no fuera por sus reflejos hubiera recibido el golpe.

— ¡Aléjate de mí, hijo de la verga!. Gritó paniqueado apegando su espalda a la pared, no lo quería cerca, lo odiaba, él lo trajo aquí.

— ¿así es forma de tratar a tu esposo?.

¿Esposo?.

¿¡Esposo!?, su mirada conecto con el mas alto, definitivamente no, jamás sería pareja de un enfermo mental, ya suficiente tenía con su propia mierda para joder con otro, aunque estuviera en una situación desventajosa, igualmente renegó, primero moría antes que casarse con él.
Spreen solo sonrió superior, sabía que aunque se negara, ese muchacho ya era suyo, le divertía verlo desesperado.

— No, que asco ser tu esposo. Esa respuesta borro su sonrisa, realmente no le gustaba que le negaran algo.

— ¿Vos crees que me mandas?, ¿Vos crees tener ventaja?, puedo ahora mismo lastimarte hasta que se te meta la idea de que me ames a la cabeza.

No contesto el castaño, miró a otro lado pero el de pelo negro lo agarro del mentón y obligó a mirarlo, una competencia de miradas, impotencia contra miedo, tembló levemente en su sitio, su situación era jodida, no le gustaba, lo odiaba, se movió nuevamente.

— Te soltare pero tratas de escapar y tendrás consecuencias.

Ni hablemos que el muchacho no hizo caso, trato de huir muchas veces y siempre acababa encadenado, sus muñecas hasta este puntos ya tenían marcas por ello, por orgulloso evito comer, rechazaba la comida por miedo a ser drogado, comenzaba a sentirse débil para levantarse de la cama, era comprensible, la falta de energía lo estaba matando.

Una de las sirvientas que trabajaba en el cuidado de Juan fue a paso rápido con su patrón que se encontraba en una reunión, ni tan importante, solo algo formal con uno de sus mayores socios, la mucama sin pensarlo ingreso en la sala de reuniones ganándose la mirada frívola del mafioso, temerosa abrió la boca para hablar.

— Pa-patrón, Juan se encuentra enfermo, se negó a comer de nuevo. Eso fue suficiente para levantarse de su silla, la muchacha pidió disculpas por su jefe y atendió al invitado para dejarlo ir.