He's Beautiful

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Creo que Lee Felix quiere matarme.

Han pasado menos de cincuenta minutos y Lee Felix ya me causó cuatro taquicardias, fallas respiratorias y ataques de mudez, sin mencionar que estoy nervioso desde antes de que llegara.

Me sonríe tan lindo, y cuando lo hace es el único momento en que sus ojos no me miran, después parecen brillar con una luz que no sé de dónde viene y que hace que mi interior parezca un tornado de cosquillas, sus mejillas abultadas están rosas y convinan con su cabello y es aún más bonito.

Y cuando me dice te amo ya no sé ni cómo se siente el mundo exterior, no siento nada a demás de explotar por dentro.

Definitivamente, Lee Felix quiere matarme.

Fuera de que va a asesinarme, resulta que es una persona mucho más agradable de lo que ya sabía que era.

Felix es más que el chico bonito, al cabo de dos horas de charla se nota que es un amor de persona, que en su tiempo libre lee cómics o mangas, que le gusta cocinar postres más que nada, descubro que ama los animales, que tiene tres gatos rescatados y que su favorito se llama Trip.

— Diminutivo de "Trípode", cuando lo encontré un auto lo había atropellado y tuvieron que quitarle una de sus patitas— dice—. Pero es muy hermoso y juguetón.

También que tiene un gatito negro que se llama Honnie, y que es debido a mí.

— Lo encontré cuando llevaba unas semanas enamorado de tí— dice y siento el calor en mis mejillas—. Y bueno... N-No tengo nada para decir al respecto.

Sonrió un poco.

— ¿Cuántos años tiene?

— Cuatro.

Abro mis ojos ampliamente y la melodía de su risa me hace temblar.

— ¿C-Cuatro años? — él asiente— ¿Llevas enamorado de mí cuatro años?

— Cinco, Hyung. Honnie va a cumplir cinco en una semana.

— E-Eso... Es de antes de que empieces la universidad.

— Vine antes a buscar unos libros para el ingreso, estabas allí, me llamaste mucho la atención— dice—. Nunca había visto un bibliotecario tan sexy.

Puta madre.

Escondo mí rostro con mis manos y él ríe de nuevo, me encojo en la silla y siento que empiezo a morir por dentro.

— ¿P-Por qué lo guardaste tanto tiempo?

— No tenía ninguna razón para declararme, Minho hyung— dice, lo escuchó sorber de su jugo, es el tercero que toma—.  Ahora sé que no tengo nada para perder, aunque me di cuenta un poco tarde.

Bajo mis manos a la mesa, sin querer, una queda sobre la de él y pienso en apartarla, pero él la toma entrelazando sus deditos con los míos, y no puedo evitar mirarlos con ternura, acerco mí otra mano y tomó su mano con ambas, acariciándola, toco lo suave que es, no es gordita pero sí esponjosa, con sólo apretarla un poco siento la capa de grasa de esta, y la sensación es linda, es como esos squishes, o esas pelotitas anti estrés, y sonrió con paz, mi corazón se tranquiliza y el mundo queda en más silencio que nunca antes.

¿Cómo puede cambiar tan rápidamente?

Ahora el sentimiento de que mi vida peligra cambia a comodidad.

Estoy cómodo frente a mi asesino, ¿Eso está mal?

Lo escucho reír ligeramente, su risa es hermosa.

Lo miro y él es hermoso.

¿Está mal que considere a mi asesino hermoso?

Muerde su labio inferior y sus mejillas están muy abultadas y rojas y no sé si puede ver por esas dos rendijas que quedan en su rostro.

— Eres lindo— digo, esas dos palabras se me escapan, y me siento morir un poco por la vergüenza, pero me digo que debería ser un poco más directo, tal como él.

Él suelta sonidos de emoción mientras parece que se retuerce un poco en su lugar y río porque eso lo logré yo mismo.

¿Está mal que me siente tan a gusto con mi asesino?

Conforme pasan las horas a su lado, me digo que no.

Estar con Lee Felix es hermoso.

Estar con Lee Felix es hermoso

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𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚜𝚒𝚘𝚗 × 𝑚𝑖𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora