I Love You, Hyung

741 104 7
                                    

— ¿Estoy lindo?

— Por doceava vez, sí— dice Jeongin con cansancio en su voz.

— Perdón por ser tan exigente— digo, con un suspiro, volviendo a revolver mí cabello.

— A Minho le gustas igual aunque te vistas con trapos— dice Hyunjin.

— Le vas a gustar más si estás desnudo— dice el castaño, y el pelirrojo lo golpeó para que se callara, Jeongin estaba por seguir la pelea.

— ¡Me habló! — grité con emoción, y mis amigos se acercaron a ver sobre mí hombro el chat donde el mensaje de "Termino en diez minutos, te espero en la entrada", chillé con emoción y Jeongin se alejó con una mueca molesta—. Pero no estoy listo, no, no, no, no... ¿Estoy lindo? ¿Este suéter no me hace ver gordo?

Jeongin comenzó a arrastrarme fuera de la habitación, cruzando la sala rumbo a la puerta, ignorando todas mis preguntas inseguras, mientras, a su paso, Hyunjin juntaba mí abrigo, mí cargador de celular y me lo entregó en cuanto estuve fuera de la casa.

— Estás lindo, Felix, ya ve— dijo el pelirrojo.

— Usen protección — dijo el castaño, saludando con su mano antes de cerrarme la puerta en la cara.

Caminé con nervios hasta la escuela por segunda vez en el día, rogando que mis pulsaciones bajaran.

— No te mueras ahora, Felix... — me digo a mí mismo por lo bajo—. Esperaste esto por años, tranquilo...— respiré profundamente un par de veces, cerrando mis ojos.

— Hola, Felix.

— Puta madre.

Minho está sorprendido por el insulto que salió de mi boca, pero ríe al ver mi expresión, y su sonrisa me derrite por dentro.

— L-Lo siento... — digo, sonrió con vergüenza—. Gracias por ayudarme, Minho— digo con honestidad—. No es necesario, ¿Sabes? Y si no quieres hacer algo de lo que aparece en la lista, no te sientas obligado ni nada.

— ¿Aparezco en la lista más veces? — pregunta, con una sonrisa nerviosa.

— Pues... Sí— digo—. ¿Tú qué crees? Eres mi crush, claro que apareces varias veces...

Él se ruboriza.

— ¿N-No estás muy honesto? Digo no tiene nada de malo, ser honesto, directo, pe-pero-

— No lo tomes personal, Minho hyung,  el primer punto de la lista es "Ser directo", no me queda tiempo para perder... Dejé de dar vueltas.

Sus labios se aprietan juntos en una mueca, y asiente.

— Lo siento— dice—. ¿Qué tal si... Vamos para allá? — señaló hacia la cafetería que está a una cuadra de la universidad.

— Claro— digo, extiendo una mano hacia él y parece tomarla instintivamente, mientras comienza a caminar hacia allá, sonrió ampliamente y no puedo evitar reír con alegría a los pocos metros de caminar.

Minho me mira confundido, baja la vista hacia nuestras manos unidas, se pone rojo instantáneamente y me suelta.

— No, no, por favor...— digo.

— Lo siento, lo siento, es un mal hábito.

— Fumar es un mal hábito, Hyung— digo, tomando su mano de nuevo y acariciándola con mi dedo pulgar, que se queda pequeño en su mano—. Si te digo que está en la lista, ¿Te sentirás mejor?

— ¿E-En serio está en la lista?

Asiento.

— Te estás aprovechando de esto, Lee — dice.

— Quizás, ¿Seguimos?— digo, viendo que ya está demasiado nervioso, caminando con una sonrisa hacia la cafetería.

Noto sus ojos puestos en mí, parecen brillar, sus mejillas siguen rosas, su boca está entreabierta como si estuviera algo sorprendido y se ve muy bien, y me siento halagado del sólo hecho de que me esté mirando de esa forma.

Es raro que mi corazón ya esté tranquilo y a gusto a su lado, como si estuviera en el lugar correcto y que con él a mi lado ya no puede pasar nada.

En la cafetería él se pide un café amargo y yo un jugo de naranja, porque no puedo tomar otra cosa de allí.

— ¿Tienes la lista? — pregunta, y yo asiento— ¿Puedo verla? — pregunta—. Sé que debe ser personal y eso, pero... Para ver en qué puedo ayudarte.

— Claro, Hyung, no hay problema— digo, buscó el papel en mi bolsillo y entregandolo a sus manos.

La abre y la lee un momento, vé los puntos que están marcados por una palomita para demostrar que están completados, los que tienen una cruz de los que es casi seguro que no lograré cumplir y unos que están tachados que directamente no puedo hacer.

— ¿"Tener una cita con Lee Minho "? — dice, sus mejillas están rojas.

— Oh, sí, puedes tacharla si quieres— digo, y él niega.

— No tengo una lapicera ahora, ni nada para escribir... Puedes hacerlo después... ¿"Besar a Lee Minho"? — me mira confundido, sus mejillas se ponen rojas.

— Para qué te voy a decir que no si sí— digo encogiéndome de hombros—. Ya sabes, eres mi crush, me gustas... Claro que quiero besarte, ¿Por qué te sorprende?

Minho niega, noto sus manos temblar y me parece adorable lo nervioso que se pone, y no puedo evitar sonreír, cosa que no parece ayudar porque se frota el rostro y cierra los ojos con fuerza.

— Más que gustarme, podrías llegar a merecer un "Te amo", Hyung.

— Más que gustarme, podrías llegar a merecer un "Te amo", Hyung

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚜𝚒𝚘𝚗 × 𝑚𝑖𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora