Please, Stay With Me, Baby

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Mi corazón duele, todo mi pecho duele y respirar se hace doloroso también, mis brazos, mis hombros, mi cuello están acalambre de tanto dolor, mí cabeza está por explotar.

Voy a morir.

Minho llora y me llama por mi nombre, no me siento capaz de hablar, así que muevo mi mano hacia él esperando que me ayude a calmar un poco la tortura que siento en mi interior.

Él me abraza cerca de su pecho, escucho su corazón acelerado, toma su teléfono y llama a emergencias, pasando la dirección de mi casa y rogando que vengan rápido.

— Felix, Felix, quédate conmigo...

Mi mano busca la suya y él entrelaza nuestros dedos.

Su otra mano va a mí mejilla y él alza mi rostro, sus ojos lloran, los míos también, intenta sonreírme aunque no me lo creo.

— Estoy aquí, Felix, la ambulancia ya viene— dice—. Aguanta, aguanta un momento.

Me habla y me mira, me da caricias en mis manos, en mi cabello, me da pequeños besos, en ningún momento deja de llorar, hasta que tocan la puerta y se separa de mí para abrir.

Entran tres o cuatro personas, no lo sé bien, me suben a una camilla y me sacan de mi casa, me asusto cuando ni veo a Minho y mi corazón me da otra punzada de dolor, pero rápidamente noto su despeinado cabello rubio a mi lado y toma mi mano.

— Aquí estoy, Felix, ya casi, bebé...

— Bebé... — murmuro, y sonrío con ganas de llorar.

Qué lindo apodo, que lindo chico, que lindo beso, lindo, lindo, lindo.

— Quedate conmigo y serás mi bebé— dice, y besa mi mano.

Como si me fuera a ir después de semejante oferta.

En el hospital no sé qué me hacen, no sé cómo calman el dolor, cómo me hacen respirar de nuevo y esucho el pitido a ritmo de mi pulso junto a mi oreja cuando abro los ojos.

Allí esta Minho, y el doctor.

— Tuviste un pre-infato— dice, sin anestesia ni nada— ¿Sabes lo que significa?

— Que tuve mi ultimátum— murmuro, mi voz suena dolorosa—. No voy a poder escapar la próxima vez...

Veo a Minho frotar su rostro con molestia, el doctor asiente, porque sabe que no tiene nada para decirme, nada para mejorar la realidad, aún así tiene el descaro de hablar:

— Sólo pasó una semana de los primeros síntomas, no dejes que esto te agobie, puedes remontar de nuevo, Felix.

— Váyase, por favor— digo, y el doctor se rinde luego de unos minutos.

Minho se acerca a mí de nuevo y quiere abrazarme, pero detengo su rostro y lo beso por segunda vez en mí vida, él me sigue el beso sin dudar, aunque me sabe triste, no es como un el primero.

— F-Felix...

— Dijiste que me dirás "Bebé", Minho hyung — lo miró con súplica—. Por favor...

— Bebé... — murmura, vuelve a llorar y acaricia mis mejillas—. ¿Puedo estar contigo todo lo que te quede?

— Lee Minho... ¿Es una forma de pedirme salir contigo?

— Si quieres ponerlo así— se encoge de hombros—. Sí.

Sonrió, asiento y no puedo evitar reír de felicidad, y el vuelve a besarme.

Sé que después de aquel primer beso no dejará de hacerlo y eso me encanta.

Sé que después de aquel primer beso no dejará de hacerlo y eso me encanta

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𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚜𝚒𝚘𝚗 × 𝑚𝑖𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora