Kiss You

601 95 8
                                    

En nuestra cita, las horas faltan, y pasamos al menos tres horas en esa cafetería hasta que decidimos que ya ocupamos la mesa por mucho rato.

Luego de eso terminamos dando vueltas por el parque y las calles, paseando tranquilamente hasta que comienza a atardecer y a hacer algo de frio, y le digo a Minho que preferiría llegar a casa antes de que se haga muy tarde.

¿Ya dije que todo nuestro paseo fue tomados de las manos?

Minho parece feliz, parece cómodo y eso me hace sonreír aún más, cosa que a veces lo hace temblar y lo noto incluso sin ver por el contacto de nuestras manos.

Cuando llegó a casa tengo ganas de invitarle algo y que se quede más tiempo conmigo, pero no quiero parecer un desquiciado por su atención, él debe tener otras cosas para hacer y ya pasó toda la tarde conmigo, no quiero molestarlo.

— Gracias por lo de hoy— le digo, parado sobre el escalón frente a mí puerta, estoy un poco más alto que él—. La lista significa mucho para mí, gracias por ayudarme— digo.

Él se encoge de hombros.

— No hay de qué, Felix. Dime si necesitas algo— dice, y está por marcharse pero lo detengo antes de que se aleje, mi mano atrapa el cuello de su abrigo.

— Espera.

Mira mi mano con confusión, la toma entre las suyas y la envuelve completamente con sus grandes manos.

— S-Si te parece, podría completar el otro punto ahora y no volvería a molestarte...— murmuro, mi voz va bajando en decibeles con cada palabra.

Frunce ligeramente el ceño y ladea su cabeza, va a abrir la boca para hablar pero un maullido lo hace voltear.

— Maldito Honnie.

Los ojitos de mi gato brillan y es lo primero que vemos hasta que se acerca a la luz y mira a Minho para volver a maullar.

Minho ríe.

— Es raro — dice—, parece que estuviera enojado.

— Es su expresión normal, no te lo tomes personal — digo, riendo un poco, sabiendo que mi gato es muy especial en su expresión, suelta mi mano y se agacha frente al gato, que está a mis pies.

— Hola, pequeño... Soy el Honnie original— dice, acariciandolo detrás de sus orejas, mi gato se deja, cerrando sus ojitos y acercándose más a su mano, noto al rubio sonreir con amplitud—. ¿Vas a quedarte junto a Felix a mi nombre, verdad? — le pregunta, y me ruborizo demasiado.

La sonrisa de mi Hyung es adorable, hace que sus encías se vean, que sus dientes parezcan pequeños y sus ojos se arrugan, junto con su nariz.

— Le caes bien— digo, mirándolos con ternura.

— Es lindo— dice, y creo que ya ha repetido esa palabra muchas veces, deja de acariciar al ronroneante gato y se levanta para quedar frente a mí de nuevo, su sonrisa aún no se borra del todo yme pone nervioso y rojo—. Ibas a decir algo.

— Q-Que... Digo, que podría besarte ahora y ya te dejaría de molestar, ya que... Completaste todos tus puntos de la lista...

Él me mira sin decir nada, está tan cerca y se ve tan hermoso, vuelvo a tomar el cuello de su abrigo con ambas manos esta vez, él automáticamente colocó sus manos sobre las mías, sin dejar de mirarme.

Me inclinó hacia él, cierra los ojos y siento su aliento chocar contra mis labios y sé que estoy por ir al lugar correcto.

Sin que me de cuenta, él gira su rostro y mis labios quedan en su mejilla, la suavidad de esta se hunde bajo mis labios y abro los ojos, sintiéndome decepcionado y con ganas de llorar.

Me separo de él confundido, lo miró con el ceño fruncido de triste, sus ojos me miran y sus pulgares acarician mis manos, que siguen en el mismo lugar.

— ¿Qué tal si dejamos el beso para nuestra cita de mañana?

— ¿Qué tal si dejamos el beso para nuestra cita de mañana?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚜𝚒𝚘𝚗 × 𝑚𝑖𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora