A Lee Felix le queda poco tiempo en este mundo, decide declararse a su crush mientras pueda.
A Lee Minho le asusta salir del armario y que el chico lindo de la escuela se le declare no parece real.
¿Podrán confesarse a tiempo antes de que a Felix se...
Siento un golpe en mi cabeza y no puedo evitar insultar, al voltear me, Jisung está allí con un libro en sus manos y una expresión furiosa.
— ¿Qué te pasa?
— ¿Qué te pasa a tí, idiota?— dice y me empuja, lo que hace que lo mire con desprecio—. Dejaste a Felix llorando y rogando por perdón en el suelo como un puto idiota, dime ¿Eres un puto idiota?
— No te metas en eso, Sung, porque no sabes lo que hizo.
— Él me lo dijo, sé lo que hizo y sé lo que le dijiste y ví cómo lo dejaste... Le estás haciendo daño, Minho, date cuenta.
— ¿Y crees que él a mí no me ha hecho daño? — digo—. Fingió su muerte frente a mí sólo para que le diga que lo amaba-
— ¡Y no lo hiciste!
— ¡Claro que no! — replico—. No voy a caer en mentiras, ni engaños, ni en falsas muertes.
— ¿Qué no te das cuenta? — el tono de Jisung ya es cansado—. No es sólo eso... Lo hizo para que sintieras lo que es perder a alguien que amas sin decirle que lo amas.
Esas palabras me golpean en un punto en mí pecho que duele tanto que parece que me queman por dentro.
— Felix no estará aquí para siempre, Minho — dice y mí pecho arde más—. Nadie quiere que sea así pero ya sabes que no hay nada para hacer... Tienes que decirle que lo amas antes de que lo pierdas.
No puedo contestar, las palabras se atascan en mí garganta.
— ¿Cuándo vas a decirle lo que sientes? — pregunta.
— No estoy listo— murmuro.
— ¿Que no estás listo? — repite, y ríe—. ¿No estás listo a decir "Te amo"? Vamos, Minho, a mí me los has dicho, puedes decírcelo a Felix.
— Pero es diferente— digo, bajito—. A tí te dije que te amaba muy pronto, y con Felix... Quiero hacerlo a su tiempo, quiero estar seguro de que lo amo en serio para decirlo, no quiero exagerar mis sentimientos antes de tiempo.
— Tiempo es lo que no tengo, Minho...
Mí voz se corta, Felix está parado a unos metros de nosotros, un poco atrás de mí, su sonrisa es triste y en sus ojos hay lágrimas.
— Fe-
— Hyung— dice, niega—. L-Lo siento, y-yo no me acostumbro a decirlo, ya... Eras sólo "Minho"...
— E-Eso no importa, Felix — murmuro.
— Perdón por traicionar tu confianza— dice—. Entiendo por qué tengo que llamarlo "Hyung", Hyung... — mira a sus pies—. Minho hyung... Necesito que lo diga, necesito escucharlo de usted mismo que me ama tanto como yo lo amo... Yo se lo he dicho, y-y no cuesta tanto, Hyung, no cuesta a menos que en verdad usted no sienta nada... El amor finjido es difícil de confesar, Hyung.
Yo no tengo palabras, lo miro sin poder decir nada.
— ¿Me ama de verdad, Minho hyung? — pregunta, y mí boca se abre para responder pero sólo sale un tartamudeo.
Él solloza bajo.
— Cuando esté seguro de la respuesta, dígamelo — dice—. Pero recuerde mí tiempo, Hyung.
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