Frozen in Thin Ice || Winx Club

4. Kink culposo

Cuando sus pies no tocaron el suelo en el ambiente espiritual, el pánico envolvió todo su cuerpo.

Icy estaba allí, apuntando su palma hacia su cuerpo mientras el rayo de energía azul eléctrico se formaba en su mano, listo para sacar a Bloom de su lugar.

Dio unos pasos hacia atrás, ampliando la distancia entre ellas. A pesar de esto, el aliento frío de la mujer de ojos azules dominaba su cuerpo.

La bruja dejó ir el rayo de energía, justo en el pecho de Bloom. El rayo finalmente rodeó al hada y la mató en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Ah!

Jadeando por aire, Bloom saltó de la cama con horror. Gotas visibles de sudor corrían por su frente y cuello en un camino cálido. Rápidamente palmeó su propia cara, como si quisiera ver si todavía estaba en una pieza. Se presionó las mejillas con las yemas de los dedos hasta sentir los pómulos.

Una vez que estuvo lista, exhaló profundamente.

—Mierda. Fue tan real... De una forma u otra, ella me matará. Simplemente lo sé.

Se quedó parada en el medio de su habitación por un momento antes de reírse para sí misma, por lo que acababa de pensar. Se acercó al espejo del embarcadero y miró su sombrío reflejo.

Era hora de recuperarse.

Después de todo, iban a tener un mal momento en el día; porque estaban seguras de que la administración sabía exactamente lo que estaba pasando entre las Trix y las Winx.

Bloom escondió el collar debajo de su camiseta, salió de su habitación. El resto de las Winx ya estaban en el pasillo.

—Estás despierta. —Stella la saludó.

—Sí. Pero no estoy segura de estar lo suficientemente despierta para enfrentar las consecuencias de anoche.

Sus sonrisas se desvanecieron, pero Stella se cruzó de brazos, sin importarle mucho.

—Sabes, de donde vengo decimos 'niégalo incluso si te atrapan en la cama' ¡ja!... Para resumir, tenemos que negar cada acusación y fingir que no sabemos nada al respecto.

—¿Qué hay de nuestras energías? Tendremos que esconderlas y bloquear nuestras mentes. —La mirada de Tecna se detuvo automáticamente en Bloom.

Musa sonrió mientras se abría paso hacia Bloom y se pasó el brazo por el cuello. —Ah, por favor, Tecna. Sabes que se mejoró a sí misma anoche.

Bloom negó con la cabeza a las lados.

—No los entiendo, chicas. Estoy segura de que Icy, Darcy y Stormy ya le dijeron a la señorita Griffin lo que pasó. ¿Cuál es el punto de bloquearnos? La señorita Griffin le dirá a Faragonda que de todos modos irrumpimos en su escuela...

—Ahí es donde te equivocas. Debido a que a las hechiceras no les gustaría informar como un niño de primaria, eso iría en contra de su orgullo.

Musa levantó las manos en el aire.

—Así que relájate. Ellas nunca harían eso.

—Bien. Vayamos a clase y actuemos normalmente hasta que Faragonda quiera vernos en su oficina.

Asintieron unas a otras. Todos sus pies avanzaron en armonía, era un pasillo largo con la gran puerta del salón de clases al final del mismo, donde iban a tomar su clase estaba abierta de par en par.

El profesor Palladium se paró frente a la puerta como un guardaespaldas, saludando a sus alumnas. Definitivamente era un buen tipo para empezar el día.