Una vez que entramos dentro del centro comercial, me quedo impresionada. Jamás he visto a tanta gente junta en un mismo sitio. Hay familias enteras, niños correteando por todos lados, grupos de adolescentes riendo y cotilleando y hasta ancianos paseando. Es increíble como un centro comercial puede estar tan lleno de vida. Sonrío ante la imagen.
- Bien, yo voy a las tiendas de alimentación, tú ve a las tiendas de ropa y accesorios. -miro sorprendida a mi hermana.
- ¿Enserio? ¿Me dejas ir sola por ahí? -pregunto.
- Oh vamos, ni que te tuviera cautiva.
- A veces pienso que sí. -susurro, pero Kate me escucha.
- Eres idiota. -me da un pequeño empujón con su hombro- Te veo en unas horas. Estate pendiente del teléfono. -dice antes de desaparecer entre la gente.
Antes de comenzar a andar, me quedo unos instantes mirando prácticamente a la nada, no me puedo creer que hace exactamente unas semanas atrás no me dejase quedarme sola en casa y ahora me deja andar por mi cuenta en un centro comercial... no entiendo absolutamente nada. Y como no estoy segura de que no se arrepienta empiezo a caminar en dirección a las tiendas de ropa, hacia mucho tiempo que quería ir a comprar pantalones y camisetas ya que las que tengo en casa están llenas de agujeritos gracias a las malditas polillas, que asco de bichos.
Paso por delante de al menos cinco tiendas, pero ninguna de ellas me llaman demasiado la atención hasta que a lo lejos en la esquina derecha del pasillo central diviso una pequeña tienda que tiene un gran cartel luminoso que dice "MANUAL GIFTS", no solo el cartel hace que me acerque y entre a la tienda, también todos los pequeños regalos que hay que están hechos a mano. Despacio examino cada material, regalo, figuras, etc. hasta que un pequeño lobo hecho de lo que parece ser zafiro atrapa completamente mi atención. Con mucho cuidado lo cojo para poder mirarlo más de cerca y con él en la mano no puedo evitar sonreír ante tal preciosidad, el color es totalmente perfecto, mi color favorito ni más ni menos y la cara del lobo está tan bien detallada que parece imposible que esto haya sido hecho a mano. Me parece simplemente increíble, pero imposible de conseguir, ni con dos meses de mi sueldo podría permitirme esta pequeña figura.
- Es muy bonito. -me sobresalto un poco al escuchar la voz de detrás de mí.
- Es más que bonito, es precioso. -murmuro antes de mirar si quiera al dueño de la voz.
Justo cuando me doy la vuelta, me topo con unos ojos marrones tan claros que por un momento me pienso que son dorados, pero es algo raro por no decir imposible el que alguien tenga los ojos de ese color. Y no solo sus ojos me parecen extraños, también me parece extraño el hecho de que aunque jamás le he visto, siento que le conozco. Su expresión me hace pensar que a él también le pasa exactamente lo mismo que a mí, como si sintiese una especie de hilo transparente que nos conecta, una locura increíble, pero es lo que siento. Mis ojos van de sus ojos a su rostro en sí, tiene unas cejas bien perfiladas, una nariz un poco puntiaguda, los pómulos no se le marcan tanto como a otros chicos y sus labios son normales, ni muy gruesos ni muy finos. Su pelo de color negro como el carbón, termina en punta, como si tuviera tupé, pero no lo es.
Abro un poco la boca dejando escapar un hilo de aliento porque ahora mismo es lo único que me sale.
Cuando vuelvo la mirada a la suya, cuando nuestros ojos se encuentran, siento algo que ni un millón de años pensaría que una persona podría sentir. Siento como si una fuerza externa me levantase del suelo, como si una cinta invisible nos uniese al chico y a mi, descargas eléctricas me recorren desde los dedos de los pies hasta los dedos de las manos. Aún manteniendo la vista fija en sus ojos color miel, empiezo a notar como todo alrededor nuestro desaparece poco a poco y solo quedamos nosotros durante lo que me parecen horas, me es imposible apartar la vista de él, podría tirarme así horas, días, meses o incluso años. Cuando siento que mi espíritu abandona mi cuerpo, intento con todas mis fuerzas quitar la vista pero no consigo ni siquiera parpadear. No es hasta que él mira a otro lado que yo siento que puedo volver a respirar.
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Destino
FantasiaCuando todo aquello que siempre has creído que eran simples historias no lo son, que todo va más allá de la realidad, que todo lo que creías imposible es posible... Cuando tu vida no es en realidad lo que es... ¿Qué harías? ¿Huirías? ¿Afrontarías...