Sixth

15

las manos le temblaban, apretaba despacio la tela de la remera ajena y lo atraía más a él. le faltaba el aire pero no se quería separar, quería seguir sintiendo el sabor dulce que había en los labios ajenos.

—pará... eu, bancá iván —rodrigo se empezó a alejar hasta quedar casi en la otra punta del sillón.— ¿qué haces? 

—¿eh?... ¿qué, por qué? —preguntó con una mini sonrisa, nervioso y confundido porque rodrigo lo miraba serio.

—bancá ¿sos boludo vos? ¿en dónde viste que esto esté bien? —dijo medio molesto. iván no entendía nada y lo vio enojarse más por no decir nada.— dejate de joder iván, dale, ¿por qué no admitís que oscu tiene razón? sos terrible fraca hasta para eso, amigo qué onda... dios —se rió burlándose.

—¿oscu?... no sé de qué hablas, boludo —dijo re nervioso, empezando a sentirse mal. lo vio levantarse e ir a la puerta y a iván le entró miedo.— eu, ¿a dónde vas?... pará, rodrigo

de golpe se sentó en su cama con el pecho subiendo y bajando, dándose cuenta que no había sido más que su propia cabeza generandole sueños raros.

en ese momento eran las nueve de la mañana y no paró de repetir su sueño raro en su cabeza.
en parte, era gracioso que él mismo se bardeara en sus propios sueños. gracioso pero preocupante también. 

—cada día estoy más esquizo, boludo —se quejó apoyando la cabeza en la mesa.

—de eso nos damos cuenta —sonrió camila y vio a brisa junto a otras chicas entrar al salón.— ¿no viene la profe, bri? 

—nop, la preceptora dijo que ahora venía a quedarse con nosotros porque la profe le acababa de avisar que no venía —dijo yendo a su banco.

rápido se pusieron a hablar tranquilos y a juntarse entre compañeros para boludear y pasar el rato.
iván se quedó con la cabeza apoyada en el hombro de cami, en silencio mientras ella hablaba con los demás y boludeaba. 

el día anterior no había pasado nada de eso con rodrigo, no entendía a qué venía el sueño. sí habían estado a nada de otro beso, pero no se dio porque justo había llegado el hermano de rodrigo otra vez e iván aprovechó para meter excusa de que ya se tenía que ir. 

—eu spreen, ¿querés? —ofreció mateo unas galletitas. iván se sobresaltó y le dijo que no.

—¿no iba a venir la preceptora? —preguntó de no verla por ahí.

—creo que sí, debe de estar buscando a los pibes para que vayan a ayudar al zoom a preparar las cosas... ¿por? ¿te sentís bien? 'tas medio raro 

—tengo fiaca nomás —dijo acomodándose contra el hombro de ella.

no quería ir a ayudar porque no tenía ganas de ver a rodrigo. si bien, él no podía ver sus sueños ni leerle la mente, igual le daba vergüenza por alguna razón.
iván juraba que su foto de dni estaba pegada en la definición de la palabra "virgen" en algún diccionario.

( . . . )

—dale matu, ayúdame pelotudo —pidió rodrigo, tratando de mover un baúl lleno de pelotudeces hacia un costado.

—na, ya me cansé 

—no hiciste una chota, te mandaron cerrar las dos ventanas del costado y lo fui a hacer yo encima... —se quejó suspirando y vio a lo lejos a iván, no le había dado pelota en la hora y media que llevaba ahí.— creo que iván está molesto por algo

—uy, el chusmerío con tu noviecito me gusta, ¿qué le hiciste?

—no le hice nada y no es mi noviecito