«He conocido la perdición en aquella piel y encontrado la salvación al reflejarme en esos ojos».
- Anne Leblanc.
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Queda totalmente prohibida sin autorización escrita de la titu...
Annabelle Valderrama, conocida como la reina blanca, no es solo una mujer ardiente, confiada y perspicaz, sino también la futura daga que desangrará a su familia. Comenzará por Wilmer, el rey, el dueño de un imperio y su tío, quien la crio tras haber perdido a quienes más amaba en el mundo: sus padres. Christian y Elena fallecieron en un trágico accidente cuando ella tenía solo ocho años, dejándole una herida permanente que todavía supura.
Para Demetria Lovato, la reina oscura, Annabelle se convirtió en un demonio de ojos verdes que le recordaba sus debilidades, encarnando para ella el pecado de la lujuria. Estaba segura de que los mismísimos dioses habían forjado aquella fruta prohibida, incitándola a vivir una vida al límite y empujándola a sentir.
Lo que Demetria no anticipa es que lo que empieza como un juego macabro del destino, alimentado por una boca carnosa que demandaba ser poseída y un cuerpo sensual que desataba sus pensamientos más lascivos y sus instintos más primitivos, termina por traerle un torbellino de turbaciones. Esto la llevará a estrellarse cara a cara con una emoción de la que ha estado huyendo toda su vida: el amor.
Nadie tiene dominio sobre el amor, pero este impera sobre todas lascosas existentes. La sobrina del rey, el hombre cuyo anillo ahora lleva en el dedo, llegará para dejarla sin alternativas. Solo le queda rendirse, arrodillarse y caer en ese océano de lujuria, emociones y pasiones confinadas, o ponerse de pie y correr lo más lejos posible, en un intento por conservar el matrimonio que creyó sería su tabla de salvación y su oportunidad para redimir todos sus pecados.
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