«He conocido la perdición en aquella piel y encontrado la salvación al reflejarme en esos ojos».
- Anne Leblanc.
No admito adaptaciones de ningún tipo.
Todos los derechos reservados.
Queda totalmente prohibida sin autorización escrita de la titu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maratón 2/3.
"Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... yo no sé qué te diera por un beso". – Gustavo Adolfo Bécquer.
Canción sugerida: War of hearts – Ruelle.
Demetria.
Furiosa era poco. Me sentía arder en llamas por dentro de la ira contenida contra mi madre. Cada palabra de su boca retumbaba en mi mente.
De lo obvio, de que entre tú y Annabelle existe una atracción que se huele a kilómetros de distancia. Que tú eres una mujer casada, abnegada, que se va todas las noches a su cama pensando cuando será el momento en el cual pueda desatar sus más bajas pasiones y serle infiel a su esposo, pero no con cualquier persona... sino con una mujer y esa mujer es su propia sobrina.
Quería gritar, negarme a mí misma cada una de esas palabras corto punzantes y venenosas que salieron de la boca de la mujer que me dio la vida, sin embargo, debía dejar de mentirme. Quiero poder creer en mi misma cuando aseguro no desearla, pero ella me vuelve loca. Estoy engañándome desde hace tanto tiempo, cada vez que la veo un frenesí me recorre, quiero besarla, quiero tenerla bajo mi cuerpo y venerar su cuerpo apasionadamente. Annabelle Valderrama está volviéndome loca.
Hace un par de años cuando ella era novia de mi hermana, me parecía una mujer innegablemente hermosa. La veía dejarla en la puerta de la casa y un escalofrío recorría mi cuerpo entero. Cuando entraba a casa, algo en mí parecía estremecerse desde lo más hondo de mi ser.
Luego de todas mis hazañas y de las malas decisiones que tomé, me di un respiro para retomar mi vida. Para reorganizarlo todo y convertirme en la mujer que mi padre siempre quiso que fuese. Luego conocí a Annabelle y algo en mí me impulsaba hacia ella.
Las palabras de mi madre eran ciertas, pero me dolía reconocerlo y me enojaba saber qué a pesar de todos mis esfuerzos, simplemente no había podido evitar fijarme en ella. Aunque, todavía puedo luchar, no voy a sucumbir al deseo que siento y trataré de mantenerme a raya con Annabelle.
Quiero ser indiferente con ella, pero solo hace falta pensarla para sentirme sumergida en su belleza, en su encanto.
No podía creerlo, tanto tiempo queriendo ser diferente a mi madre y ahora era exactamente igual, bueno, incluso mucho peor. Estoy permitiéndome a mí misma ser seducida por lo prohibido, por el deseo de alguien que tiene todo lo que siempre quise.
Annabelle es una mujer inteligente en todos los aspectos, es atractiva a más no poder, también es una increíble persona. Cuida y protege a su familia, ellos son el centro de su vida. Es respetuosa con la diferencia de los otros, jamás juzga a nadie. Le gusta leer, es muy culta. Es dedicada al ejercicio y las cosas que le apasionan. Aunque bueno, es un tanto idiota y ególatra, pero nada que no se pueda arreglar con amor y compromiso.
