«He conocido la perdición en aquella piel y encontrado la salvación al reflejarme en esos ojos».
- Anne Leblanc.
No admito adaptaciones de ningún tipo.
Todos los derechos reservados.
Queda totalmente prohibida sin autorización escrita de la titu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PARTE I.
"Lo siento, estoy muy cansada. Siento que una gran ola está golpeándome sin cesar, hace que me caiga y cuando trato de levantarme, otra vez me golpea, y siento que trata de ahogarme". — Wanda Maximoff.
Canción sugerida: 5:24 – Camilo.
🌹🌹🌹
Annabelle.
— Terminé con Asher — comenta mi tía, evitando mirarme mientras se lleva un bocado de pollo teriyaki a la boca.
La observo con detenimiento, desconcertada por su repentina revelación. — Pensaba que eras feliz con él, que era el indicado.
Ella soltó una risita afligida. — También lo creía — admite, con aire pensativo —. No me malentiendas, era feliz con él; Asher es el tipo de hombre que te hace experimentar la vida como si se tratase de un subidón de adrenalina, una mezcla perfecta entre la diversión y la aventura que te eleva a la cima del mundo. Es ingenioso y talentoso, tan ocurrente — detalla con cariño —. Pero... Eso es todo.
Elevo las cejas, contrariada por su respuesta. — ¿Eso es todo? — la incito a continuar, bebiendo un poco de vino.
Una lágrima imperceptible se resbala por su mejilla y su rostro entero se ensombrece. Estiro mi mano por encima de la mesa y aprieto la suya. — Correcto. Eso es todo — responde, desconsolada —. Porque para él, algo que vaya más allá y le requiera alguna clase de esfuerzo o compromiso, es un auténtico peligro, una artimaña para atar su espíritu libre — resopló, como si la sola idea le pareciera insólita.
— ¿A qué te refieres exactamente con eso, tía?
— A que la vida no se construye entre subidones de adrenalina, Annabelle. Tampoco eligiendo una persona que desmerita tus sueños o tus deseos de formar un hogar y los llama un "inconveniente fuera de proporción" — se explicó —. ¿Acaso estoy loca por esperar... más?
— De ninguna manera. ¿Por qué Alice Valderrama debería conformarse con un subidón de adrenalina cuando podría tenerlo todo? — resuelvo, sonriéndole con cariño.
— Eres la viva imagen de tu padre — declara, devolviéndome la sonrisa —. Tienes su habilidad para responder exactamente lo que necesito escuchar. También su calidez y su templanza.
— ¿Lo echas de menos? — me atrevo a preguntar.
Alice me otorga una mirada cargada de tristeza, dejando caer un par de lágrimas silenciosas. — Más que a nada en el mundo, Anna — murmura, permitiéndome ver cuan vulnerable y destrozada está por ese hecho —. Lamento no haber tenido la entereza para decírtelo antes.
— ¿Se llevaban bien?
—Nuestra relación era excepcional, tan divertida y genuina — me confiesa, con voz temblorosa —. Más que mi hermano era mi mejor amigo. También, éramos compañeros inseparables de travesuras — sonríe, nostálgica —. Cuando éramos niños, Wil disfrutaba haciéndome bromas y asustándome, así que tu padre no dudaba en planear una treta para defender mi honor. Siempre se las devolvía con creces. Era mi caballero de brillante armadura. Mi persona favorita en todo el mundo.
