La bella y la bestia (Clexa G!P)

Bella

Finalmente, el viernes ha llegado y con él todos mis nervios se intensificaron dejándome casi al borde de un colapso mental. Tuve que cambiar mi turno laboral en la gasolinera con una de mis compañeras y sacrificar el domingo, pero vale la pena totalmente cuando se trata de mi primera cita.

Entonces, aquí estoy luego de haber hablado dos horas con Raven por teléfono y con toda la ropa de mi armario desparramada por el suelo, caminando de un lado a otro como una lunática.

_No tengo nada que ponerme, toda mi ropa es horrenda y no me queda bien_ dije parándome frente al espejo, mire mi reflejo sintiéndome nuevamente como una chica insulsa, es imposible competir con las otras, Clarke ha tenido aventuras con las más bellas y deseadas de la ciudad, chicas con hermosos cuerpos que seguramente usaban vestidos ceñidos y tenían el cabello perfectamente arreglado.

No como yo y este desastre de rizos enmarañados.

_Dios, por favor ayúdame_ exclame mirando hacia el techo como si de verdad alguien fuese a responderme. Clarke me dejo muy en claro que no va a llevarme a un lugar muy elegante, sin embargo, eso no me tranquiliza demasiado, ella es absolutamente hermosa y elegante y mi ropa no está a la altura, al menos no desde mi perspectiva de adolescente dramática.

_Voy a morir_ dije arrojándome sin miramientos sobre mi cama y ahogando un grito de frustración en la almohada, yo no soy una chica de citas-aunque en realidad esta es la primera que tengo en toda mi vida- preferiría quedarme en casa viendo algún documental sobre ballenas que preocuparme por impresionar a una chica linda.

Voltee nuevamente sentándome en la cama y estirando uno de mis brazos, concentre mi vista en un pequeño adorno que tengo sobre el escritorio e hice una mímica con mi mano indicándole que se moviera, a lo cual obedeció al instante. Luego de distanciarme de Clarke la mejor forma de distraerme era practicando mis extraños poderes, es gratificante utilizarlos, casi como si una parte de mi estuviese despertando luego de dormir por mucho tiempo. El problema es que si alguien sabe de esto seré considerada un bicho raro y tal vez me secuestren para hacer experimentos, no puedo imaginar la cara de papá o Raven enterándose de que soy un fenómeno, ni yo misma puedo terminar de creerlo.

Eleve el objeto utilizando toda la concentración posible, a veces después de practicar me duele la cabeza, lo atraje hacia mí y lo tome observándolo fijamente. Tengo el presentimiento de que mi madre sabría exactamente lo que está sucediendo, tal vez este es un poder que provenga de mi familia, como sea debo mantenerlo oculto del mundo si quiero tener una vida normal. Pienso en Clarke y nuestro tiempo juntas, es injusto mentirle, pero ella nunca me creería, además sin duda me descartaría por considerarme una especie de bruja.

_Hay que ponernos manos a la obra_ le dije al pequeño objeto en mis manos, lo dejé a un lado y me puse de pie observando una vez más el revoltijo de ropa, debo confiar en Clarke y sobre todo en mí misma, no quiero cambiar mi manera de vestir solo para encajar dentro de los estándares. Nuevamente alcé mi mano y con mis poderes atraje hacia mí una hermosa blusa blanca con algunas flores bordadas, me gusta mucho como me queda y es cómoda, luego busqué un par de jeans negros y me puse unas zapatillas del mismo color, vistiéndome con rapidez ya que no me queda mucho tiempo. 

Una vez que alisé todas las posibles arrugas de la blusa, me mire nuevamente al espejo sonriendo satisfecha, sin duda es un atuendo bastante informal, pero sinceramente me encanta y me lo volvería a poner sin duda, esta es Lexa, todo blusas, sudaderas y camisas a cuadros. Aplique solo un poco de maquillaje en mis ojos y algo de lápiz labial, decidí dejarme el cabello suelto porque es bastante difícil manipularlo y que quede decente, me puse mis lentes y por último me eche casi toda la botella de perfume, creo que exagere un poco.

_Estamos listas_ me dije con una sonrisa algo nerviosa, busque un pequeño bolso informal color marrón y lo colgué encima de uno de mis hombros antes de salir de mi habitación, Clarke debería estar aquí en veinte minutos. Baje las escaleras encontrándome a papá sentado en el sofá mirando la televisión. Cuando oyó mis pasos inmediatamente se dio la vuelta con una gran sonrisa adornando su cara.