La bella y la bestia (Clexa G!P)

Bella

Mire hacia todos lados buscando a Costia con nerviosismo, las clases terminaron hace aproximadamente treinta minutos y la chica no ha aparecido para ir a tomar ese café que me prometió, ella ni siquiera me envió un mensaje de texto. Mi corazón está comenzando a resquebrajarse poco a poco, tal vez fue estúpido de mi parte hacerme tantas ilusiones, después de todo Costia no me ha dado ninguna señal de que siente lo mismo que yo o siquiera si está interesada en ser mi amiga. 

_ Soy tan estúpida_ murmure golpeándome la frente, las lágrimas se acumulan en mis ojos y pican por salir. Me siento humillada, ser plantada así sin más duele mucho.

Totalmente derrotada me aparte del casillero de Costia, ahora voy a irme a casa y llorare penosamente hasta que sea la hora de ir al trabajo, es en momentos como este donde más desearía tener a mi madre conmigo para lamentarme en sus brazos por mi primera decepción amorosa. Ojeé el pasillo por última vez, la pequeña llama de la esperanza se apaga y es reemplazada por pura decepción, suspirando me di la vuelta caminando hacia la salida con pesadez, ojalá Raven no este demasiado ocupada para escuchar mis penas, necesito escuchar sus palabras de consuelo.

Prácticamente corrí, azotando la puerta con fuerza cuando estuve afuera, necesito salir de aquí o voy a llorar sin control. Nunca debí pensar que Costia se interesaría en mí, al menos así me hubiese ahorrado un corazón sangrante.

_ ¡Lex espera! _ gritó alguien a mis espaldas, cuando voltee vi una familiar chica pelirroja trotar desde el estacionamiento, inmediatamente me crucé de brazos poniendo una mueca de disgusto.

_ Llegas tarde_ dije sin un rastro de simpatía o amabilidad, ni siquiera me moleste en pronunciar un "hola". Los ojos de Costia se abrieron sorprendidos, jamás le he hablado así.

_Lo sé, de verdad lo lamento, estaba atendiendo un asunto importante y no medí el tiempo_ Costia parece nerviosa y desesperada, aunque quisiera regalarle una sonrisa y asegurarle que todo estaba bien no puedo, debo conservar la dignidad. Me lastimó muchísimo con su falta de consideración. 

_ Tengo que irme a trabajar a las seis, eso quiere decir que mi tiempo es limitado. Si tuviste otras cosas que hacer me hubiese gustado que al menos pensaras en mí y me enviaras un mensaje, así podría haberme ido a casa a descansar _ siempre que hablo con Costia lo hago tartamudeando con las manos sudadas y las mejillas sonrojadas, pero hoy estoy realmente ofendida.

_ No pensé que iba a molestarte tanto, yo...en verdad lo siento. Hoy no puedo ir contigo a tomar café, pero te lo compensare_ se apresuró a decir. Rodee los ojos con molestia negando con la cabeza, no soy una tonta a la que puede envolver con dulces gestos.

_ No muchas gracias, claramente no tienes consideración por mí y mis obligaciones. Acabas de decir que te parece extraño mi enojo, bueno te recuerdo que tengo que trabajar hasta medianoche, encontrar tiempo para hacer las cosas de la escuela y tratar de dormir más de cinco horas ininterrumpidas para no parecer un zombi. Esperaba otra cosa de ti, Costia_ ajusté las correas de mi mochila y seguí caminando, ignorándola intencionalmente, esta conversación me agota.

Crucé el estacionamiento con la cabeza gacha, allí también aparecieron Anya, Luna y los otros amigos de Costia junto a los Griffin y su pandilla, que extraño ellos suelen pelear todo el tiempo, no entiendo que hacen aquí juntos. Sacudí la cabeza decidiendo que ese no es mi asunto, ya tengo suficiente con mis propios problemas.

_ Hola Lexa_ Anya noto mi presencia e hizo un asentimiento en mi dirección antes de subirse a su moto. Simplemente correspondí su saludo de la misma forma, no tengo ganas de hablar.

_ Lexa ¿Costia no estaba contigo? _ debe ser la primera vez que Luna Andersen me dirige la palabra. Aunque parece ser simpática con su cabello rizado de forma desordenada y su sonrisa llena de dientes blancos, jamás la he visto interactuar con nadie que no sea alguno de sus amigos.