De regreso a "Casa" [Luckity]

[ 7 ]

Disculpa, ¿qué fue lo que dijiste? —Wilbur miraba fijamente hacia Big Q, que estaba jugando con el bolígrafo con el que acababa de firmar su carta—

—Quiero que Tommy lleve ésto a kinoko kingdom, ¿no fui claro?.

Quackity, No cruces la línea con ese pedido, creo que recuerdas la relación que llevábamos con...ellos —escupió con molestia tratando de recordar cómo había terminado asi y como en que ese extraño de ropa negra tenia en sus cuerdas al rubio—

[...]

Ya habían pasado varios días desde que el dueño de Las Nevadas había regresado al casino. En sus palabras, a tratar de resurgirlo de las cenizas, la noticia fue extensa que no tardó en llegar a oídos de Dream, Wilbur no sabía cuando ni dónde pero de lo que si estaba seguro era que eso significaría un horrible dolor de cabeza, más porque Tommy en su poder tenía uno de sus discos mientras que Dream solo uno, luego estaba el "misterioso" suceso con Big Q, su informante le había brindado  información poco detallada pero fue suficiente como para conectar los puntos y adivinar más o menos por dónde iba.

Soltó un suspiro cansado por todo lo que se aproximaba, este sentimiento ya lo había tenido antes, era como una corazonada al igual que en aquel entonces...algo grande se aproximaba.

—Supongo que nunca estuvo destinado a ser.

Soltó en voz baja mientras acariciaba la bandera de su antiguo país, ese que si él no lo tenía, nadie más lo haría y así fue, almenos durante un tiempo...su sinfonía de armonía perfecta que fue destrozada por presidente psicópata.

Apretó en su mano el TNT que había colocado antes por pura diversión y a unos metro de él, terminó por escuchar una explosión, destruyendo a pedido de Big Q una carta que él mismo había recibido por parte de Sapnap, ¿ahora Big Q jugaba a ser de acero? Todavía recordaba su enojo cuando apenas mencionó el nombre de esos dos tontos y ahora él mismo mandaba a quemar una carta de ellos?. Un ser de corazón de hielo ciertamente, pero eso era lo que le agradaba de él en cierta parte.

—...es hora de volver.

Pero no a ese entonces, ese pasado ya no volverá.

[...]

...me preguntó si todavia estas orgulloso de mi... —cierto rubio murmuró en voz baja mientras que veía en su mano un disco, viendo su reflejo en el— dímelo, ¿es suficiente mi esfuerzo? ¿Ya puedo ser un héroe o cuanto más tendré que seguir?.

Era tonto, obviamente su pregunta no tendría respuesta.

—¿por qué ser un héroe? Cuando puedes ser mucho más

Su frustración le jugó una mala pasada, traumatizado, vió como detrás de él, en el reflejo del disco se veía esa máscara sonriente y los hilos verdes que movían todo como si de una marioneta se tratara.

¡Alejate! —se separó de golpe, sacando su espada y apuntando al contrario tratando que de los nervios no se cayera su arma—

—Ya es la segunda vez que me apuntas con una espada, pasaba por aquí y te ví sentado solo, así que vine a hacerte compañía.

—¿eh?

Una caricia en su cabeza lo hizo volver a la realidad, su vista borrosa cambió la imagen de Dream por la de un castaño alto.

— wil...¿wilbur?.

—No, mi nombre es Luzu.

Finalmente su vista se aclaró, quitando de en frente la imágen de su amigo y ver cómo frente a él se encontraba aquel desconocido que había conocido en el restaurante.