—Se hace tarde —soltó Jace, apartando la mirada de la piel de Clary—. Deberíamos volver a bajar.
Clary volvió a subirse el tirante, algo incómoda. "¡Cómo si él quisiera ver sus estúpidas cicatrices!" Las siguientes palabras brotaron de su boca sin que fuera su voluntad.
—¿Isabelle y tú habéis... salido alguna vez?
Entonces sí que él la miró. La luz de la luna disolvió el color de sus ojos, que parecieron más plateados que dorados.
—¿Isabelle? —preguntó, sin comprender.
—Pensé... —En aquel momento se sintió aún más violenta—. Simon quería saberlo.
—A lo mejor debería preguntárselo a ella.
—No creo que quiera hacerlo —repuso Clary— De todos modos, no importa. No es asunto mío.
Jace sonrió de un modo desconcertante.
—La respuesta es no. Quiero decir, puede que hubiese un momento en que uno u otro lo considerara, pero es casi como una hermana para mí. Sería extraño.
—Quieres decir que Isabelle y tú nunca...
—Nunca —afirmó Jace.
—Ella me odia —observó Clary.
—No, no te odia —respondió él, ante la sorpresa de Clary—. Simplemente la pones nerviosa, porque siempre ha sido la única chica en una multitud de chicos que la adoran, y ahora ya no lo es.
—Pero es tan hermosa.
—También lo eres tú
Alec enarco una ceja con disgusto ante las palabras de su parabatai. Su cabeza aun punzaba. Pero sabía que lo que habia dicho Jace eran puros disparates. "¿Quieres hacer sentir bien a la duende, haciendo menos a Isabelle? La belleza de mi hermana no le llega ni a la punta de sus pies.
—Y muy diferente de cómo es ella, y ella no puede evitar darse cuenta de eso. Siempre ha querido ser menuda y delicada, ya sabes. Odia ser más alta que la mayoría de los chicos.
"en visión mundana, mi hermana tiene la perfecta estatura para hacer una modelo" pensó Alec mordazmente. "¿Y delicada?" bufo por lo bajo "mi hermana rivaliza con la belleza y sensualidad de un Seelie"
Clary no dijo nada, porque no tenía nada que decir. Hermosa. La había llamado hermosa. Nadie la había llamado eso antes, excepto su madre, lo que no contaba. Las madres estaban obligadas a pensar que sus hijas eran hermosas. Le miró fijamente.
—Probablemente deberíamos bajar —volvió a decir él. Clary estaba segura de que le hacía sentirse incómodo mirándolo fijamente, pero no parecía poder dejar de hacerlo.
—De acuerdo —contestó por fin. Se sintió aliviada cuando oyó que su voz sonaba normal. También fue un alivio poder apartar la mirada de él dándose la vuelta.
La luna, directamente sobre sus cabezas, lo iluminaba todo casi como si fuera de día. Entre un paso y el siguiente vio el destello blanco de algo que había en el suelo: era el cuchillo que Jace había estado usando para cortar manzanas, caído de costado. Se echó repentinamente atrás para no pisarlo, y su hombro chocó contra el del muchacho..., este alargó una mano para sujetarla, justo cuando ella se daba la vuelta para disculparse, y entonces, ella se encontró de algún modo en el círculo de sus brazos y él la besaba.
Al principio fue casi como si él no hubiera querido besarla: su boca era dura contra la de ella, inflexible; luego la rodeó con ambos brazos y la apretó contra sí. Sus labios se ablandaron. Ella percibió el rápido latido de su corazón, paladeó el dulce sabor a manzanas que él aún tenía en la boca. Enredó las manos en sus cabellos, tal y como había querido hacer desde la primera vez que le había visto, y estos se enroscaron en los dedos, sedosos y finos. A Clary, el corazón le latía con fuerza, y había un tronar en los oídos, como de alas batiendo...

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Nuestro Secreto
FanfictionAlec sabia que amar a su parabatai era la mayor traición a su juramento como Shadowhunter, pero a su vez sabia que era imposible dejar de amarlo. por siete años oculto su amor hacia Jace. Todo se complica con la llegada de una pelirroja que dice ser...