Nuestro Secreto

Capitulo 1

Regresar al instituto fue un martirio, las luces estaban en su plenitud brillo, que segaron mi vista por segundos. Parecía que hoy todos estaban animados, hablando casi a gritos por todo el lugar. Suelto un suspiro con disgusto, rodando los ojos al ver que la nueva Shadowhunter que habia llegado una semana antes de Clary me sonríe de nuevo, saludándome con entusiasmo, esperando con sus grandes y redondos ojos grises un saludo de mi parte. Me pregunto si mi actitud hosca y desinteresada es lo que le atrae. Si es asi ¿Qué chica querría a un tipo asi? ¿o era en verdad que no se daba cuenta que no estaba ni remotamente interesado en ella? Eso seria patético y un fastidio. Tal vez debería hablar con la clave para que la regresen a la academia. Y preguntaran ¿Por qué dice eso, señor Lightwood? y yo les diré: vera señor no se si necesite un curso intensivo sobre la visión o de plano esta ciega. Paso una mano sobre mi enmarañado cabello con cansancio, pero la vista que recibí al entrar a la sala de informes me dejo en shock. ¡Por el ángel, que rayos esta usando mi hermana!

Un vestido simple, refinado y aburrido, tales como los que vestía mi madre. ¿cómo era posible que Isabelle usara tal cosa? Ella era glamur, brillo, juventud y sensualidad, pero sobre todo libertad. Este atuendo, era el símbolo de la opresión, seriedad, frialdad. Usado por personas que vuelan sobre ti como buitres esperando a que te equivoques para devorarte entero, sin piedad.

Sigo caminando evaluando el porte de mi hermana, era tenso, frio y oscuro. Tal como el de mi madre. Y su cabello, antes suelto en grandes cascadas, estaba ahora fuertemente amarrado en una coleta baja, y lacio. Sus ojos me miraron, carentes de vida y tristeza, su rostro frio e inexpresivo, tallado en la resignación. Esta no era mi hermana, ahora solo era un frio cascaron reflejando a mi madre. parpadeo un poco mirándome, recobrando un poco de vida.

—¿Dormiste en la casa de Magnus? — pregunto con seriedad, pero en sus ojos habia una pisca de curiosidad que quería salir a brote. Algo habia pasado en mi salida, algo que esperaba no fuera permanente.

—no dormí demasiado. — dije pasando por su lado, tratando de no pensar demasiado de lo que ahora hacia mi hermana — Le ayudé a tratar las heridas del licántropo. Eso todo.

—¿De verdad?

Me detuve de golpe al escuchar su singular tono sarcástico y acusatorio. Aprete los labios preparándome para la siguiente ola de malos entendidos de mi hermana.

—¿Qué?

—nada. — dijo levantando las manos en son de paz caminando hacia mí con lentitud, casi titubeante. Nada propio de mi hermana — Te creo.

—de acuerdo. — solté con cansancio, no podía soportar esta nueva Isabelle, debia sacarla a flote de nuevo. — Magnus hizo unos tragos. Puede que me halla emborrachado un poco. Pero te digo que no sucedió nada más.

—cuando estés listo para hablar de los que necesites hablar, aquí estaré. — hablo con seriedad, con voz contenida, pero para mí tranquilidad, sus ojos eran juguetones de nuevo.

—oye, yo hablo contigo

—de todo. Menos de tu vida personal. — reprocho — ¿Y sabes qué? eso no es nada justo, porque yo te hablo de la mía todo el tiempo. Por ejemplo, termine con Meliorn.

—¿De veras? ¿tienes una nueva conquista?

El rostro de mi hermana decayó. "Genial Alec, todo nuestro progreso para nada." Pero quien podría pensar que el Seelie sería tan importante para ella. Isabelle usaba a los chicos como conjunto de ropa.

—el era demasiado. Al parecer necesito algo mas Shadowhunter. — espeto con desagrado.

—Izzy, me doy cuenta que tratas de seguir el ritmo de la familia. Y aprecio eso. Pero no puedes cambiar lo que eres.