Fictober: Denji x Power [Chainsaw Man ; au]

9. Sounds like a you problem.

Un poste, una caja de carteles y una engrapadora vieja. Éso era todo lo que llevaba en su carrito de carga.
En la leyenda podía leerse:

SE BUSCA

Meowy

Edad: Gato
Especie: Gato

Datos especiales: Responde al nombre de Meowy

Si sabes algo de ella, envíame un mensaje al siguiente número:

(XX) XXX-XXX-XXXX

Para Power, era el mejor cartel que se le podía haber ocurrido después de que Meowy hubiera salido huyendo asustada de su hogar. Los fuegos artificiales la aterraban, así que saltó por la ventana hasta la acera del frente, y desapareció entre los arbustos.
Su pequeña y gatuna amiga debía estar muriendo de hambre y de frío en alguna de las muchísimas calles de Japón. No le quedaba de otra más que colocar carteles para pedir ayuda. Había colocado también una fotografía para que fuera más fácil de distinguir entre un gato y otro.

Desde que Power había decidido vivir una vida normal, como un humano normal, a pesar de su linaje, quiso hacerse de una pequeña casa, amigos y una linda y tierna mascota peluda. Así que consiguió a Meowy.
La encontró en una caja, durante una helada noche lluviosa. Los agudos maullidos pidiendo refugio fueron escuchados por el demonio, quien decidió ayudarlo como parte de su nuevo inicio.

Al principio, era un poco molesto. El pequeño felino no paraba de maullar y chillar por calor, comida o sentirse amado. Debía permanecer junto a Meowy por muchísimo tiempo.
Entre tanto maullido, decidió que ése sería su nombre: Meowy, la pequeña maulladora compulsiva.

Las cosas se aligeraron cuando creció. Sus patitas se estiraron, la cola se enroscó, y los bigotes querían picarle la cara a todos. Se lamía y se hacía un ovillo junto a su cama cada noche.
Después, comenzó a jugar durante la madrugada, tirar de las cortinas o botar objetos mal colocados.
Cosas de gatos, y más si se hablaba de Meowy.

Por muy lamentable que fuese, había pasado ya algo de tiempo desde que Meowy había abandonado su hogar. Power intentó buscar algunos tips en internet, como colocar sus objetos cerca de la ventana, o gritar su nombre por las calles, agitando su bolsa de alimento... Sin embargo, nada funcionó.

Estaba dándose poco a poco por vencida.

—Uno más... —dejó caer todo el peso sobre la grapadora. Suspendió su cuerpo hacia atrás, mirando la foto de su pequeña gatita.
Estaba triste. De verdad que no podía creerlo.

Acarició con la yema de los dedos la fotografía y decidió continuar caminando por la acera, cargando el carrito lleno de carteles pesados.
Había gastado bastante en ellos; sin embargo, eran para una buena causa. Ya había, también, visitado refugios de animales. Y por fatalista que fuera, buscar entre los pobre animales atropellados por los largos caminos de carretera.

Nada le daba esperanza. No había rastro de Meowy.
Su teléfono sólo se llenaba de notificaciones sobre cosas que ni siquiera le interesaban ya. Estaba demasiado deprimida como para prestar atención a quiénes estaban cumpliendo años en ése momento.
Ningún mensaje sobre Meowy.
Ninguna llamada que diera una pista.

Sólo era Power contra el mundo, buscando a su pequeña gatita.
Los pelos en su ropa se dejaron de juntar. También, el aroma de su cuerpo fue retomando el propio. Ya no olía a atún, ni a comida para gato.
Sólo olía a la casa. Al vacío y la soledad.