Mi perro fue encontrado 4 días después de que se escapó de casa. Tenía yo 15 años.
Busqué por todas partes, pero lo único que encontré fue una cabeza mal cortada, 4 patas rotas y un juego de costillas llenas de carroña. Su collar colgaba de una rama, como la bandera de un asesinato anunciado.Algo me había dicho que estaba en el bosque, pero mamá y papá nunca me escuchan; dicen que el bosque está maldito. Dicen que en el bosque hay criaturas espeluznantes, así como también dicen que tengo que dormir 8 horas para poder estudiar mejor.
No les creo nada, porque nada de lo que haga les hará creerme a mí de vuelta.Dentro del espesor del bosque, sus azules se volvieron muy verdes, y los verdes se transforman en negros si no iluminas con una linterna. La oscuridad sostiene cosas dentro. Eso lo sé bien.
Cuando encontré a Hanako tirado en el suelo; o lo que restaba de Hanako descansando sobre las hojas, entendí que alguien le había obligado a ser reclamado, incluso si no era momento para él.
Me molesté, esa es la verdad. Así que también me dispuse a llorar. Mi mejor amigo se había ido, y yo no sabía qué tenía qué hacer.
Cada vez que cerraba los ojos, venía a a mí la imagen de su cuerpo destartalado y desmembrado. El olor de su cuerpo ya no era a talco antipulgas, olía y apestaba a carne dulce, caliente aún.Hanako se había ido, y era culpa de ella.
La encontré detrás de uno de los árboles colindantes, completamente desnuda y pálida, temblando como si yo fuera a comérmela a ella por venganza.
Cuernos y más cuernos que salían por todo su cuerpo, a forma de amenaza constante. Sin intermitencia entre su rostro y el mío, se dejaba ver cómo una amenazante araña venenosa; de esas que gritan que no deberías provocar.Le iluminé el rostro con la lámpara. Ella gruñó con fuerza. Parecía estar lastimada.
Pensé que era una mujer normal, hasta que le ví la boca llena de sangre y pelos marrones.
Hanako.
Tenía que ser valiente.
—¡Te comiste a mi amigo, maldita perra! —me acerqué dos pasos más hacia donde ella estaba, mientras se cubría de la luz intensa de la linterna. Intentaba zafarse de algo, pero no podía hacerlo. Iluminé a su pierna; estaba atrapada en una vieja trampa de oso.Aspiré el aire otra vez, conteniendo las ganas de vomitar.
—Eso te sucede por haberte comido a Hanako... —subí la intensidad de la lámpara, como si eso fuera a hacer que el dolor dentro de mí se disipara, lastimando a alguien más—. Maldita bestia asquerosa...Me acerqué y ella siguió gruñendo. Luego, gritó de dolor. Se lastimó aún más la pierna.
Me mordí el labio, regresé y tomé el collar de Hanako.
Tenía que hacerle preguntas.—¿Por qué te lo comiste... ? ¿Acaso crees que los animales domésticos son tu alimento?
Ella gruñó con la garganta y el pecho, como un perro.
Cómo Hanako hacía cuando estaba siendo amenazado. Me mostró los dientes afilados y la mirada ensangrentada de quién está a punto de ser asesinado.Me acerqué más, hasta llegar a su rostro con la lámpara fijándose directamente a su cara. Se dió la vuelta como pudo, estirando más y más la carne de su pierna. No paraba de respirar y forcejear contra el metal. No usaba las manos para forzar la cerradura. Observé sus miembros; estaban quemados.
—¿¡Por qué te comiste a Hanako!?
—¡Tenía hambre! —gritó con voz interpuesta, una tras de otra, tras de otra... Mil voces diferentes saliendo de una misma garganta. Cómo quien comparte el cuerpo con otros, o ha sido alimentado de mil almas seguidas.
Si voz me erizó la piel. Di un paso hacia atrás.
—Hanako...
—Hanako vino hasta mí... —se retorció—. Y yo lo comí para sobrevivir, pero no es suficiente... —rodó el cuello por encima de los hombros—. Arde, quema, es de... Ese metal.
—¿Qué eres?
—No seas incrédulo, niño estúpido... Tú sabes bien qué soy.
—La asesina de Hanako.
—Una criatura con hambre, querrás decir —se rió, aunque poco le duró el gesto, volvió a gritar—. Soy un animal también, ¿te molesta mi naturaleza?
—Es lo menos que te mereces por haber asesinado a Hanako. Era mi mejor amigo... Tú lo mataste.
Ella se limpió el rostro con las manos llenas de heridas sarnosas. Su rostro estaba lleno de sudor y mugre.
Se veía asquerosa.—Sálvame y te daré algo mejor...
—Nada será mejor que Hanako.
El demonio colocó las manos sobre la trampa y aulló de dolor desde el centro de su pecho. Se notaba que le dolía más de lo que yo entendía. Su carne se cocinaba al débil contacto con la trampa.
—Ellos saben que estoy aquí, quieren cazarme...
—No te cazarían si no actuaras como un animal...
—Morir aquí es lo que no quiero hacer... Sálvame... —volvió a repetir, jalándose el cabello de un lado al otro con desesperación—. ¡No quiero morir! No quiero, no quiero, no quiero, no quiero, no quiero, no quiero...
—¡Hanako tampoco!
—¡Ése maldito perro es reemplazable! Yo no lo soy... Si yo me comí a tu maldito mejor amigo, fue para sobrevivir de un puto golpe. Si tú fueras quién soy yo, te hubieras comido hasta el último huesito de tu familia.
Apagué la linterna.
Se puso a la defensiva, y la solté de la trampa. Corrí tan rápido como pude hasta el espesor del bosque. Hasta el negro lejano, y ahí volví a encender la linterna.
Me guardé el collar de Hanako en el bolsillo.Esa misma noche, alguien tocó a mi ventana.
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Fictober: Denji x Power [Chainsaw Man ; au]
Fanfiction31 one-shots basados en la dinámica de Tumblr, Fictober 2022. Fandom: Chainsaw Man. Ship/Pareja: Denji x Power. Fluff y un poco de angst.