Your voice [ vhope ]

8

 —Te sigo odiando —dijo Hoseok. Aquello le causó gracia a Taehyung.

—Es interesante saber que abrazas a la gente que odias —respondió divertido sabiendo que no tendría nada que decir ahora.

—Creí que también me odiabas pero no me alejaste —bien, tal vez si tenía algo que decir. Pero era de esperar, estaba hablando con el chico que más tiempo estuvo hablándole en todo lo que iba del año, a pesar de sus desaires.

—Si no te hubieras alejado cuando lo hiciste lo iba a hacer yo —por supuesto que eso era verdad... o en parte, la verdad es que recibir un abrazo suyo era lo último que esperaba luego de decir que era una mentira lo del mail de la academia. Y, era el primer abrazo luego de años sin recibir uno.

Hoseok sonrió y Taehyung miró a otra parte, él simplemente no podía con la sonrisa de Hoseok, aquella era tan alegre y amplia y... única: —No te creo.

—No me importa lo que creas... idiota —decidió darle fin a la conversación, ¿y hace cuanto no hablaba tanto tiempo con un desconocido que era casi de su edad? Él sólo hablaba con su familia o adultos como los profesores. La gente de su edad era demasiado inmadura para él.

A penas volver a la entrada de la escuela encontró a Soojin esperándolo.

—¡Tae! —alzó la voz ella a penas verlo y se lanzó a sus brazos para terminar dándole un beso en la mejilla—. Creí que seguías adentro, ¿Donde estabas?

—Por ahí, no te preocupes —dijo sin importancia comenzando a caminar hacia su casa y ella le agarró de la mano como siempre.

—Mamá volvió al fin, e hizo tu comida favorita. Papá también cenará con nosotros —comentó alegre cuando se detuvieron en el semáforo en rojo. Al girar a un costado -de casualidad- se chocó con la mirada Hoseok, estaba parado a unos metros y esperando por cruzar también, vio cómo el pelinegro bajó mirada a su mano entrelazada con Soojin y luego miró al frente al mismo tiempo que sacaba su celular.

Aquel castaño no podía creer que cada vez que veía a Hoseok, se le hacía agradable visualmente. No sabía de donde había salido Hoseok pero no podía evitar mirarlo en los instantes cuando éste no se daba cuenta.

Miró su perfil de reojo, él tenía un muy hermoso perfil. Igual que su muy linda sonrisa, fue por su sonrisa que se había dado cuenta de su atractivo. Ese día -cuando le sonrió- Taehyung se había sentido ridículamente avergonzado. Y él nunca se sentía avergonzado.

—Vamos —dijo ella tirándole del brazo para cruzar, Hoseok no volvió a mirarlo más y por lo contrario se desvió a otro camino cuando cruzaron.

Una vez que llegaron a su casa Taehyung subió a su habitación y se encerró como siempre hacía. Dejándose caer en su cama y suspirando. No veía la hora de ganar lo suficiente para mudarse de ese infierno.

Su puerta sonó y él se tapó la cabeza con una almohada: —Tae, la comida está lista.

No respondió y escuchó un suspiro cansado en respuesta para luego escuchar su puerta siendo abierta y cerrada con ella dentro. Otra vez volverían a discutir.