"30 Días OTP (+18)" || UzuZen

🦋-[Día 13: Con el pasivo encima]-🦋

AU: Kakegurui.

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--¡¿QUE HICISTE QUE?!.[🎴]

Se escuchó el enorme grito de un joven con cabellos burdeos en el pasillo entero.

--.... Aposté con un miembro del consejo estudiantil...[⚡]

--Zenitsu, ¿Qué mierda te pasaba por la cabeza cuando hiciste eso?.[🎴]

Cuando Tanjiro habla con groserías, significa que en verdad está enojado. Generalmente, sus principios dirían que decir groserías como esa estaba mal, y se la pasaba regañando a Inosuke y Zenitsu por decirlas, pero cuando estaba enojado, sus principios no existían.

Mientras tanto, el rubio decepcionado de si mismo recibía la reprimenda de su mejor amigo. Traía puesto lo que era un colgante de una carta, dando señal de que había quedado a merced de cualquiera que lo quisiera.

Ahora era un sirviente, un esclavo, una mascota, como quieran llamarlo.

Cualquiera podía pedirle un favor y no podría negarse a nada... O al menos eso era lo que se creía.

La carta que colgaba de la cadena alrededor de su cuello, estaba personalizada de una manera muy vistosa y extravagante. Solo había un miembro del consejo estudiantil que usaba ese tipo de cartas.

Tengen Uzui, mejor conocido como el "Apostador Extravagante". Y a Tengen, no le gustaba compartir lo que era de su propiedad.

De repente, en los oídos de Zenitsu zumbó una profunda y burlona voz llamándolo por su apellido, lo que provocó que sintiera un escalofrío por su cuerpo entero. «A-gat-su-ma~», reconoció esa voz de inmediato.

--Tanjiro, quisiera seguir escuchando tus regaños... Pero me están llamando....[⚡]

--Esta bien, ve. Pero por favor si te hacen algo malo dímelo, ¿Si?.[🎴]

--Claro que sí, nos vemos.[⚡]

Una vez se retiró, buscó el lugar de dónde provenía ese llamado. «Estoy por acá, rubio», la voz volvió a resonar. No le sorprendía que le estuvieran dando órdenes desde muy lejos, él podía escucharlas, y su contrario también podía escuchar por dónde caminaba.

Pudo reconocer de dónde provenía, un salón que a esas horas, estaba vacío.

Tragó saliva con temor, no quería saber para que lo estaban llamando, pero si no iba su castigo sería peor.

Cuando llegó, abrió la puerta y lo vió recargado en el escritorio del profesor. Un joven alto, albino de cabello largo y suelto, que usaba una bandana con diamantes en la frente, y traía el uniforme desacomodado.

--Hasta que llegas. Entra de una vez.[🎇]

Acató órdenes y entró, dándose cuenta de que el albino no era el único que estaba dentro. También estaban sus tres mujeres, las "divas del apostador".

La de orbes lilas estaba sentada de manera correcta en un asiento. La de cabellos rubios estaba mal sentada, con las piernas arriba de su mesa. Y la de cabellos negros y sueltos, estaba recargada en su mesa, viendo todo con una sonrisa en los labios.