"30 Días OTP (+18)" || UzuZen

💎-[Día 23: Juego de Rol]-💎

En el centro de una estrella de 5 puntas encerrada en un círculo, con una vela posicionada en casa punta, una joven monja de cabellos rubios se encontraba hincada, con sus manos entrelazadas y un rosario entre sus dedos. Sus ojos estaban cerrados, parecía que estaba rezando, pero de repente las velas de la habitación se apagaron dejando está en una profunda oscuridad. Unos ojos rojizos aparecieron en la oscuridad detrás de la monja, había algo más ahí.

Las velas volvieron a iluminarse, detrás de la joven monja estaba un hombre bastante alto, fornido, de cabellos plateados y con cuernos saliendo de su cabeza, además de una cola que salía de su espalda baja. Llevaba puesto nada más que unas botas de tacón negras que le llegaban por sobre las rodillas, y una tanga negra. Sus uñas eran largas, sus manos oscuras, parecía que estaban manchadas de pintura ya que en sus codos el color oscuro se desvanecía hasta ser su piel normal. Relamió sus labios con una sonrisa, haciendo notar los afilados caninos que poseía.

——Vaya vaya~.——Su voz juguetona alertó al más bajo, haciendo que volteara a verlo.——Había sido invocado por muchos, ¿Pero una tierna monja? Eso es nuevo~

La monja asustada se levantó y se alejó del hombre, elevó el rosario que tenía entre sus manos, esperando que la protección sirviera de algo contra él.

——¡N-No des un paso más! ¡Tú no eres a quien buscaba invocar!

——¿Ah, no?~ ¿Entonces a quien buscabas preciosa?

Con una sonrisa divertida el demonio albino fue acercándose poco a poco, dejando a la monja contra la cama de la habitación en la que se encontraban. Con nervios el rubio se hizo hacia atrás hasta pegar con la pared de la cama. El demonio se posicionó encima suyo, sin borrar esa atrevida sonrisa de sus labios.

——¿Cuál es tu nombre linda?

——¿P-Por qué debería decírtelo?

——Es de mala educación no presentarse. Mi nombre es Tengen Uzui.

La pobre monja no era capaz de hablar por lo nerviosa que estaba. Sintió una de las manos del demonio deslizarse por su pierna gracias a ala abertura que tenía su larga falda negra que permitía la vista a sus piernas. Cerró los ojos temblando cuando el demonio acercó su rostro al del rubio y dejó una lamida en su mejilla, para después moverse hacia su oreja.

——{Sabes, no he tenido una buena cena en años... Creo que tú serás un aperitivo perfecto~}

Le agarró de las mejillas y lo besó, metiendo directamente su lengua dentro de su cavidad bucal. La joven monja intentaba separarse, pero el demonio era más grande, más fuerte y claramente más dominante que él. Había algo en su lengua que lo volvía loco, lentamente su cuerpo y el ambiente se ponían bastante calientes. Algo entre sus piernas empezaba a hacer bulto.

Entonces entendió porqué sentía todo eso. Comprendió que el demonio que había invocado era un íncubo. Por eso tenía un cuerpo y rostro tan atractivos, porque esa clase de demonios tenían una forma que estaba hecha para atraer la atención humana con propósitos sexuales.

El demonio se separó dejando un hilo de saliva entre sus lenguas, desesperado y sin esperar ni un segundo más rasgó un poco la ropa del menor. Sus pezones y parte de su pecho ya estaban al descubierto, levantó su falda, encontrándose con que el menor estaba usando lencería sexy bajo su ropa. Sonrió burlón.

——Vaya... ¿Las monjas tienen permitido usar esto?

El rubio no dijo ni una sola palabra, su cuerpo estaba temblando sin remedio. Entre sus piernas en bulto que su miembro erecto creaba ya estaba resaltando, imposible esconderlo ahora. El albino descendió hasta su cuello, dejando una lenta lamida por este, provocando que el cuerpo de su contrario se erizara y dejara salir un gemido.