Prólogo

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Si tuviera la oportunidad de ponerle un nombre a todos mis problemas seguramente sería el suyo, él era muy querido por mis amigos, mi padre decía que era un buen chico, para mi mala suerte me enamoré de él, nunca supe si el sentimiento fue mutuo. o si realmente queríamos estar juntos, yo era muy tímida en ese entonces y él era todo lo contrario,aún así era un gran misterio a los ojos de las personas que lo conocían, en su tiempo pensé que las cosas entre nosotros podrían funcionar, ingenuamente Pensé que nuestras diferencias podrían llevarnos a tener una gran relación.

Durante el tiempo que lo conocí aprendí de él, su color favorito, su cumpleaños, el nombre de su perro, la cantidad de guitarras que tenía, también las pinturas que hizo y el sin fin de canciones que escribió y nunca mostró a nadie, conforme. Pasó el tiempo me contó la mayoría de sus secretos, se abrió conmigo, me dijo que yo era la única que realmente conocía todo de él, ambos sabíamos que esa era una gran y cruel mentira.

El tiempo que pasó con él fue corto, pero para mi fue realmente maravilloso, lo sentí todo como un cuento de hadas, cuando estábamos juntos él hacía que todo se sienta perfecto, que todo se viera perfecto, él quería verso perfecto para mi, o almenos eso era lo que me decía, mentía aún sabiendo que yo ya lo consideraba perfecto pese a que siempre le decía que nadie lo era, él lo sabía perfectamente, él sabía que yo conocía la mayoría de sus defectos, esas pequeñas e imperceptibles cosas que Hacían que no se viera perfecto para mi.

Siendo sincera yo no creo ser merecedora de lo él me hizo, aún así espero que él algún día se entere del gran cariño que yo le tenía, espero que él aún piense en mí, espero que él me extrañe como yo lo extraño.

Se que con el tiempo lo tendré que superar pero me duele ni siquiera pensar que él podría estar con otra persona o que podría llegar a olvidarme.

Me aterra que llegue el momento en el que nos volvamos a ver y ya ninguno de los dos sienta algo, que seamos indiferentes a la presencia del otro, que él deje de preocuparse por cómo me siento o de que pienso de él, duele saber que en algún momento va a dejar de necesitarme, mis amigos me dijeron que nunca descarte la probabilidad de que el solo estuviera conmigo jugando, eso sonaba ridículo cuando me lo dijeron, para mí aún suena ridículo, nunca podría pensar eso de él...era Alex de quién hablábamos, él no era capaz de hacerle eso a absolutamente nadie, también me dijeron que me haga a la idea de que podría llegar a verlo con otra chica, eso nunca me preocupó, dentro de mí sabía que ninguna chica podría llegar a quererlo de una manera tan pura, tan real como lo hice yo.

Me duele saber que a partir de ahora no seré yo la persona en la que él pueda confiar ciegamente, que no seré yo quien escuche sus problemas ni a quien le cuente sus tontas ideas de madrugada, tal vez el separarnos también fue mi culpa, no Puedo evitar pensar que si yo hubiera puesto más de mi parte seguiríamos juntos ahora, que si le hubiera mostrado que lo amaba más de lo que él creía, tal vez si hubiera sido más paciente con él ahora estaría acariciando su hermoso cabello castaño o viendo sus hermosos ojos azules, esos ojos que a mi parecer era muy profundo, emanaban misterio la mayor parte del tiempo, pero cuando estábamos solos todo ese misterio y profundidad eran cambios por cariño e inocencia.

Admito que voy a extrañar las miradas que él me daba, esas miradas que me ponían nervioso, seguido de sus burlas pronunciadas con su típico torpe acento.

Admito también que me duele saber que lo tuve todo con él y lo perdí en un abrir y cerrar de ojos, que a su lado toqué el cielo sin darme cuenta, que ambos despertaríamos del sueño en el que parecíamos estar, de esa hermosa sensación que llamamos egoístamente solo nuestra, aquello que llamamos eterno sin saber que duraría menos de lo pensado, aquello a atesoraré con cariño o tal vez incluso resentimiento, me niego a idealizar mi vida con otra persona cuando es él a quien yo amo genuinamente, me niego a dejar pasar el aceleración de mi corazón cuando lo veo pasar, me niego a dejar de esperar un mensaje suyo en la madrugada, sus tiernos amaneceres donde actuaba como un niño pequeño, malhumorado y berrinchudo, me niego a faltar a su próximo cumpleaños sabiendo que en verdad odia esa fecha, me niego a admitir que otra persona será la que vea todas esas facetas suyas, esas cosas únicas que me enamoraron, me niego a no escucharlo tocar su guitarra ni verlo reclamar porque alguna nota no salía como él esperaba, me niego a tener que buscar inspiración en otra persona cuando lo tengo a él para inspirar todos mis escritos, me niego a olvidar la vez que bailamos descalzos en mi habitación, ese romántico baile a la luz de la luna, ese ritmo lento de Sinatra que a él tanto le gustaba, como esa noche me cantó esa canción tan hermosa que con su voz sonaba más romántica de lo que debería o tal vez solo era mi mente la que jugó en mi contra y me hizo pensar eso, a mi punto de vista todo lo que venía de él era perfecto porque a mis ojos él era el hombre más perfecto sobre la tierra, él era el protagonista de cada una de mis historias, era el chico con el que quería pasar el resto de mis días y noches, era él con el que me gustaba pasar el tiempo, era él a quien me gustaba ayudar a componer canciones, con él aprendí lo poco que se de guitarra, fue él el que me acompañó en mis peores momentos y también obtuvo mis logros, era el único que aceptaba mis bromas y seguia todas mis locuras, era el único que nunca se molestó cuando accidentalmente lo manchaba con la tinta que usaba para escribir, me niego a borrar las marcas de pintura que dejamos en mi pared, no quiero desechar todos nuestros recuerdos como si fueran basura, no podemos poner toda nuestra historia en una caja y simplemente olvidarnos de ella.

Ambos cometimos errores y actuamos de manera inmadura, ambos nos atacamos injustamente, ambos hablamos sin pensar y ahora me lastima ver que continúa con su vida como si yo no existiera, veo como toca con su banda en ese viejo y descuidado bar, se me hace inevitable pensar que tal vez nunca me quiso y por eso no le afectó tanto nuestra separación.

Ni siquiera puedo recordar por qué terminó todo de un día a otro las tardes de escritura y las noches de danza se habían terminado, las mañanas de risas y reclamos ya no se repetirían y sobre todo que la sensación tan abrasadora, embriagante y adictiva llegaría a su fin junto a tu partida, dando paso a la soledad.

Una persona muy especial una vez me dijo que lo que más amamos jamás muere dentro de nuestro arte, eso quiere decir que siempre estaré condenada a encontrarlo en la profundidad del mio, no se si eso será mi salvación o mi condena, él jamás morirá en mis historia porque sin importar cuanto daño me causó nunca podría encontrar un mejor protagonista para mis penosas y pequeñas historias, ni tampoco mejor dueño para mi pequeño pero honesto corazón.

Con él quería pasar el resto de mis amaneceres y atardeceres, contar las estrellas a su lado y crear nuevas obras de arte juntos.

Esta es mi pequeña colección de recuerdos, pensamientos, sentimientos... cartas para mi Alex, palabras que jamás pude decirle y probablemente jamás lea.

Querido destino:

¿Por qué pusiste a mi amado Alexander en mi camino?...   


Querido DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora