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¡Disfruta el capítulo!
Sami evito a Even el domingo, fue a la iglesia con Anaria y Lin de nuevo con la excusa de que Sara asistiría después de su accidente, le sorprendió ver a Henry ahí, después se quedó varias horas más porque la invitaron a comer con los tíos de Sara.
El lunes no podía evitar más a Even y además para ese entonces había reflexionado con su interior sobre no meterse en los asuntos de los demás así que dejo a puerta entreabierta con la luz encendida y Even paso a despedirse del bebe para irse a la oficina.
Sami creía que lo había dejado pasar como el ser racional que era, pero cuando Even regreso de la oficina el martes y le recordó de su vuelo de esa noche sintió esa molestia ahí arañando sutilmente como lo hacen las mascotas con las piernas de sus dueños.
Ya tendría suficiente tiempo sola para serenarse.
Itai comenzó a toser el miércoles, incluso le llamo a Anaria para disculparse por no cenar con ellas porque Itai estaba enfermo y no quería que enfermara más, pero por la noche del viernes Itai la paso realmente difícil entre el llanto y la fiebre.
El sábado en la mañana lo envolvió lo mejor que pudo y fue con su médico de cabecera, pero él solo le dio paracetamol y la despacho de ahí, cada vez soportaba menos a ese intento de pediatra.
Darle la medicina a Itai fue aún peor, para ser un bebé contaba con una resistencia enorme a la hora de deglutir la medicina, se retorcía, giraba su cara y cuando Sami lograba que el embudo estuviera en su boca el vomitaba el contenido. Después de una serie de rabietas, llantos e intentos logro que ingiriera una dosis.
Cuando Itai se quedó dormido Sami lo movió a su corral, uso su teléfono para buscar otro pediatra. Even le había dado una tarjeta de crédito por si necesitaba algo, pero ella también tenía dinero de su salario ahorrado.
—Hay demasiados pediatras en esta ciudad. —Navego en la web un buen rato sin estar segura de a donde ir—. Mejor le pediré una recomendación a Anaria.
Itai seguía sin despertar, miro la hora en su teléfono, ya era momento de darle de comer.
Para estar dormido su pecho iba demasiado rápido se acercó hasta él para medirle la temperatura cuando sus dedos sintieron el paso del aire que entro por su nariz solo que su pecho se retrajo en lugar de expandirse.
Eso no era normal.
Sami entro en pánico corrió por la casa tomando su cartera, fue hasta donde Even guardaba las llaves de su auto y salió de ahí con Itai luchando por respirar.
El viaje en el auto se le hizo eterno las manos le temblaban y no dejaba de ver hacia atrás para ver a Itai entre mantas sostenido por el cinturón de seguridad.
Llego al hospital más cercano y aparco mal frente a emergencias.
—¡Ayuda! —Tres personas de uniforme blanco se le acercaron—. ¡Mi bebé no respira bien!
Llevaron a Itai al interior de emergencias, cuando ella los siguió otro la detuvo diciendo que no podía ingresar al área y que esperara afuera.
Even no atendió ninguna de las llamadas que Sami realizo, tampoco vio los mensajes, Sara que era más cercana a Even tampoco atendió su teléfono. No resistió más y llamo a Anaria, no quería hacerlo menos a estas horas de la noche pero no tenía a nadie más que acudir. Al segundo tono la voz de un niño salió.
—Hola —Debía ser su hermano.
—Jake.
—Si, Nana está en la cocina y me pidió que contestara. —Escucho la voz de fondo de Anaria preguntándole quien era y al niño gritando su nombre.
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Con amor y buenas intenciones
RomanceSami Watson termino en otra ciudad, sin escuela, sin trabajo y completamente sola. Comenzando de nuevo llega a la oficina del Even Facio para el puesto de niñera. Lo que Sami no sabía es que sería el trabajo más exigente hasta ahora y que no dejaría...