Quédate conmigo - H.A #13

12. Mi lugar está con mi manada

Llegaron a un lugar abandonado, lo que parecía ser un galpón. Aun se sentía sin aliento cuando escuchó al lobo pegar una y otra vez contra la puerta por la que habían ingresado y Off se había encargado de cerrar detrás de él.

Los dos estaban sin aliento.

—¿Por qué hay un lobo como ese aquí? —preguntó mientras intentaba recuperar el aire que le faltaba.

Por lo que le había dicho Off aquel lugar era seguro, los lobos de Nadech protegían el lugar, ¿cómo podía ser que un lobo como ese, —cuyo olor no le era familiar— ingresara como si nada y los encontrara tan fácil?

Off lo miró a los ojos, no entendiendo cómo Gun no se había percatado.

—¿No has visto cómo estaba bañado en sangre? Mató a todos, o por lo menos a quienes estaban en la frontera frente a nosotros.

Los ojos de Gun se abrieron de par en par, sin poder creerse lo que le acababa de decir. No era posible. ¿Cómo? —Se preguntó— también sintiéndose incapaz de creer que no había visto la sangre. ¿Cómo no la había visto?

El eco de los golpes contra la puerta era aterrador e indescriptible. Incluso Gun fue capaz de imaginarse al gran lobo golpeando su cuerpo una y otra vez contra aquella puerta que parecía pronto iba a ceder.

Estaban perdidos.

—Según lo que me dijo Nadech hay otra salida. Hay que encontrarla —Off comenzó a buscar, pero no encontró nada—. Gun, se le quedó mirando y al percatarse de ello, Off frenó y lo miró con cara de pocos amigos— ¿Qué haces? ¿Quieres terminar muerto? ¡Busca la salida! —dijo a gritos, pero Gun negó con la cabeza.

—Me busca a mí y no dejará de hacerlo hasta encontrarme y terminar con lo que ha venido a hacer —se sinceró y Off entrecerró los ojos más aún.

—Busca la salida —siseó.

—Vete tú. Yo me quedaré —fue lo único que le dijo antes de girarse y mirar atentamente la puerta— Los golpes en ella habían cesado, ya no se oía al lobo.

El silencio reinó por unos segundos, hasta que un fuerte golpe hizo que la puerta cayera hacia adentro. Gun sintió cómo Off se colocaba a su lado y lo vio por el rabillo del ojo.

Una figura corpulenta, aun con las manos en forma de garra y los dientes afilados y largos, los miró desde la entrada con una sonrisa tan macabra que asustaba. Gun incluso sentía el miedo que emanaba el cuerpo de Off y estaba convencido de que él también, sentía el suyo.

—Vaya, vaya —dijo el hombre dando dos zancadas hacia adentro quedando a tan solo unos pocos metros de ellos—. Parece que hoy tendré dos por uno —Su sonrisa se ensanchó dejando a la vista, no solo la sangre que decoraba su boca, sino también los grandes colmillos y dientes.

Off se colocó delante de Gun protegiéndolo.

—Tendrás que pasar por encima de mi antes de ir por él —le dijo mientras dejaba a la vista sus garras y también sus colmillos.