5. Es verdad...

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Las clases de la mañana se le hicieron pesadas, parecía que durarían una eternidad y él no quería estar allí, no en esa última clase al menos, donde el olor de Off parecía que se metía hasta su cerebro con lo cerca que lo tenía

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Las clases de la mañana se le hicieron pesadas, parecía que durarían una eternidad y él no quería estar allí, no en esa última clase al menos, donde el olor de Off parecía que se metía hasta su cerebro con lo cerca que lo tenía.

Y ¡Sí!... la profesora de biología no había tenido mejor idea que ponerlo a él y a Off de compañeros en el laboratorio. Una profesora que había adorado, pero que en ese momento le gustaría ver tres metros bajo tierra.

—¿Acaso estás prestando atención? —le preguntó Off sonando muy tranquilo, lo cual lo alejó de los pensamientos asesinos y deprimentes en los que se había sumergido.

Dirigió su mirada hacia su compañero, quien lo observaba con una de sus cejas alzadas. Lo contempló durante unos segundos para luego decidir ignorarlo y mirar hacia la ventana. Mala idea.

—Señor Atthaphan ¿tan aburrida le parece mi clase? —le preguntó la profesora, a lo que él dirigió su mirada hacia ella. Rodó los ojos y se levantó, tomando su mochila, de la cual no había sacado nada y justo cuando la profesora iba a vociferarle las mil y una, el timbre sonó. La oyó suspirar—. Pueden retirarse —dijo sin ganas y se giró para tomar sus cosas.

Gun por su parte comenzó a caminar, pero una mano lo tomó de la muñeca, obligándolo a girarse.

—¿Qué quieres? —le preguntó de mala gana al saber que se trataba de Off.

—¿Acaso te he hecho algo? Porque no lo recuerdo —le dijo con los dientes levemente apretados.

Gun se encogió de hombros y se soltó de su agarre.

—Nada en particular. Ve... ve... a divertirte con el peliteñido que yo tengo mejores cosas que hacer —le dijo sin siquiera pensarlo y vio cómo una de sus cejas se arqueaba exageradamente.

—¿Acaso estás celoso? —preguntó, escapándosele una risa luego.

—Piensa lo que se te dé la gana —le contestó furioso y comenzó a caminar para poder salir del aula y así dejar de sentir su presencia que le estremecía todo el cuerpo, embriagándolo—. Pero no tuvo éxito, pues se vio otra vez tomado de la muñeca, pero esta vez fue empujado contra la pared detrás de la puerta.

Tan cerca se encontraba que podía respirar su aliento, su piel quemaba al contacto con la contraria, justo ahí donde su mano lo sujetaba, sus sentidos estaban a flor de piel, sus labios estaban tan cerca que sentía que no se podría contener. No se sentía él mismo a su lado, teniéndolo tan pegado a su cuerpo y con su mirada oscura sobre la suya, no podía controlarse... Un gruñido desde el fondo de su pecho se dispersó por todo su ser y Gun contempló cómo Off lo soltaba como si tocarlo le hubiese quemado.

Lo miró sorprendido, y desconcertado, pero no dijo nada.

—¿Sucede algo? —preguntó una persona detrás de Off.

Gun lo reconoció.

—Nada —contestó duro y frío— Ya me estaba yendo Earth —le dijo empujando a Off y saliendo a toda prisa del lugar— dejando a ambos solos.

Quédate conmigo - H.A #13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora