Primera Historia. Capítulo 1: El granjero en otro mundo

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Buenas, mi nombre es Jay. Tal vez me recuerden de ocurrencias como agarrarle el paquete a un ser místico. Ahora mismo vuelo a altas velocidades hacia lo que puede sea una muerte segura. Claro está, mi vida pasó frente a mis ojos al pensar en ello. Recordé las charlas con mi madre.

-Jay ¿Descongelaste el pollo?

-Oh Mierda. -Dije mientras salté por la ventana ese día.

Mi tiempo en clase.

-Entonces Suzie ¿Quieres salir el sábado?

-Lo siento no puedo porque... el viernes me atropella un camión.

-Ah, ya tienes planes... -Empiezo a creer que no tenía planes realmente.

Bueno... eso fue patético. Mientras seguía mi viaje por el cielo me percaté como la luz brillante entraba en una extraña isla. Quizá debería decir que eran varias Islas. El sitio era un anillo de tierra que rodeaba varias islas pequeñas en su interior, fácil había unas 15. Mientras la luz bajaba la velocidad yo descendía hacia una de esas islas del círculo. Al caer, me encontré en medio de un denso bosque, justo frente a una cabaña.

- ¿Tendrán Wi-fi? -Cuando terminé de preguntarme eso, una extraña chica salió de la cabaña. La joven tenía el pelo castaño y corto, a la altura de los hombros. Pecas rojas, ojos verdes y vestía una camisa blanca con pantalón marrón. Debía rondar los 18 y su figura era bastante bien formada. Lo que más llamó mi atención es que tenía un hacha en la mano.

- ¿Qué carajos? -Dijo al verme. En ese momento apuntó su hacha hacia mí. - ¡Identifícate!

-me llamo Jay y puedo hacerme 7 pajas antes de que se me ablande... -Claramente la impresionó mi maestría. 

- ¿Por qué carajos me cuentas eso? -Dijo mientras bajaba el hacha. Podrán criticar mis métodos, pero no mis resultados.

-Supuse que te demostraría que no soy una amenaza.

-Ahora te veo como un depravado. -Dijo la chica. Siendo justos, mentira no era.

- ¿Dónde está este bosque? -Pregunté viendo el bosque. La chica arqueó una ceja.

- ¿Cómo llegaste aquí sin saber dónde estamos tan siquiera?

-Un yokai me lanzó por el cielo después de apretarle el paquete. -Técnicamente es verdad.

-Ok... bueno... no sé cómo responder eso. -Dijo la leñadora.

-Podrías empezar con tu nombre.

-Me llamo Clara, soy una leñadora que vino con su escolta a trabajar al bosque negro.

- ¿Y dónde está tu escolta?

-La mitad está por allá. -Dijo mientras señalaba hacia el este. -Y su otra mitad la estás pisando. -Mencionó, en ese momento noté que caí sobre una tumba.

-Ay, perdón. -Dije mientras me movía a un costado.

-Como sea ¿Puedes pelear?

- ¿Los granjeros pueden pelear?

-No.

-Entonces no. -Respondí. Clara soltó un suspiro al escucharme.

-Bueno, entra supongo. -Dijo mientras abría la puerta. Al entrar al sitio, me encontré una pequeña casona de una sola habitación. Amueblada con una mesa, una cama, una chimenea y un balde con un trapo.

-Bonito lugar. -Dije al ver el sitio.

-Es un refugio de cacería, los cazadores de la compañía Thomes lo suelen usar para cuando van a expediciones largas. La verdad, me quedé escondida aquí con la esperanza de que llegara algún cazador y me llevara de vuelta, pero parece que es temporada baja. -Creo que empiezo a entenderla.

-Así que estamos atrapados.

-No solo eso, entre la comida que traje para la expedición y las reservas de la cabaña tenemos comida para un mes, pero si tardan más que eso vamos a morir y tomando en cuenta que se acerca la temporada de lluvias, yo diría que estamos muertos.

-Olvidas que soy un granjero. -Es momento de mostrar mis habilidades de granjero. Salté por la pequeña ventana de la cabaña y coloqué la mano en el piso. -"¡Bendición de la tierra!" -Grité. En ese momento llegó un montón de información a mi cabeza. -"Para producir un buen compos se debe utilizar material orgánico como cáscaras de verduras y huevo para dar origen..." -¡Ahhh! ¡Demasiada información! La chica del hacha me miraba algo aburrida.

- ¿Qué haces?

-Pensé que podría hacer crecer vegetales con mi talento. -La chica levantó la ceja.

-Los talentos no funcionan así...

-Cierto... pero esto sí me dio una idea ¿Qué comida tienes?

-Algunas papas, rábanos, zanahorias, carne seca... ¿Por qué? -En ese momento sonreí.

-Porque ahora verás el verdadero poder del granjero más pajero del mundo.

-Ese no es un buen título.

-Sí, en mi mente sonaba mejor. -Admití...

Tres imbéciles en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora