Primera Historia, Capítulo 5: Nos invaden los cone... ¿Esos son dinosaurios?!

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Después del encuentro con la elfa, quien luego nos dijo se llamaba Risha, terminamos decidiendo convivir en lo que quedaba de la temporada de lluvias. Lo que nos lleva a la primera noche.

- ¡Par de degenerados! ¡No hagan esas cosas cuando comparten cuarto! -Dijo enojada mientras salía de la cabaña. En ese momento Clara estaba sobre mi completamente desnuda.

- ¿Crees que nos pasamos? -Pregunté.

-No... el plan que se una eventualmente... aunque pensé que esto sería suficiente para que se excitara y se uniera. - ¿Qué tan liberales son en este mundo?

-A todo esto... ¿No deberíamos dejar de hacerlo cuando nos ponemos a hablar de esto? No es fácil hacer dos cosas a la vez. -La chica león me miró sonriente.

-Como si fuera a dejarte descansar antes de que tus bolas queden totalmente vacías. -Pero si ya no hay nada ahí dentro...

A la mañana siguiente preparé el desayuno para los tres. La carne de este dinosaurio era bastante fácil de tratar, por lo visto, es como el pollo. Aunque su textura es fibrosa, su sabor era ligero tanto de aroma como de sabor. Preparado con un salteado de verduras lo serví en tres platos. Risha se negó a sentarse a comer con nosotros, creo que le debemos una disculpa. Mientras salía al huerto a trabajar decidí hablar con ella antes de que saliera a cazar.

-Oye... respecto a lo de anoche... lo siento. -La elfa me miró molesta.

-Entiendo que sean pareja, pero al menos contrólense un poco mientras tengamos que vivir juntos.

-Oh... no somos pareja... ¿Oh sí? -Bueno, mi abuelita decía que sólo hiciera estas cosas con la mujer con la que me fuera a casar... pero mi abuelita me hablaba de cosas raras... -Realmente no debí dejarme llevar por sus estúpidos planes. -Me quejaba.

- ¿Planes?

-Oh... -La cagué. -No es nada.

-Claramente es algo. -Se quejó la cazadora.

-Bueno, Clara pensó que si te excitabas te unirías y yo, realmente no entiendo la lógica de este mundo así que... 

-Pensaste que así funcionaba. -Funcionaba en el hentai. Risha se quedó callada unos momentos antes de encogerse de hombros. -Quizá me una un día de estos, pero yo decidiré cuando. 

-Espera ¿En serio? ¿Sabes que no tienes que hacerle caso cierto? Si vamos a vivir los tres juntos es mejor marcar los límites y llegar a un acuerdo. -Pero la elfa me devolvió una mirada algo molesta.

-No soy de piedra ¿Sabes? Yo también tengo mis... necesidades. Pero eso no significa que simplemente dejaré que ustedes hagan lo que quieran conmigo. Cuando quiera hacerlo me les uniré, pero cuando no quiera, supongo que mejor será que use tapones para los oídos. -Perdón por eso.

-Trataremos de mantener el ruido bajo. -Dije algo apenado. En ese momento el sonido de pisadas en pasto seco comenzó a sonar. No era uno o dos, se sentía varios. Risha preparó su arco mientras desde el bosque salía una plaga de... ¿Qué carajos es eso? Caminaban en cuatro patas y se movían como conejos, pero tenían la piel cubierta de escamas y no tenían orejas, en su lugar, tenían una cresta. Aunque medían unos 50 centímetros de largo no eran muy altos.

Risha comenzó a disparar ráfagas de alta velocidad. Parecía casi que una ametralladora con ese arco. Yo me tardé un poco, pero terminé por tomar mi azadón para intentar bajar uno o dos. Se abalanzaban como una horda a por nuestros cultivos, pero lográbamos retenerlos. Aunque sólo eran 10, sus movimientos rápidos y retiradas bien medidas los hacían sentir como cientos.

Tardó un rato, pero logramos matar a 6, los otros cuatro escaparon antes de destrozar demasiado nuestras plantas. Aunque yo aún no me podía confiar. Risha guardó su arco mientras sacaba un cuchillo de hueso y drenaba la sangre.

-Na-kae-Chibis... me olvidé de que aún salían en la temporada de lluvias.

- ¿Volverán?

-Esos no, pero no dudo que puedan aparecer más. -Dijo la cazadora. Esto es malo, puedo matar malas hierbas fácilmente con mis habilidades de granjero, pero las pestes animales son más complicadas de enfrentar.

-Tengo que pensar en algo para detenerlos la próxima vez. -Dije algo preocupado...

Tres imbéciles en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora