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Off está tan desesperado por las deudas y la necesidad de someter a su madre con cáncer a un tratamiento que erradique de una vez por todas la enfermedad, que se ve obligado a tomar su última opción y recurre a un mafioso para obtener u...
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—La muestra del frasco tiene demasiados ingredientes químicos mezclados. Somníferos potentes y excesivas cantidades de ingredientes principales que se usan para los medicamentos que se recetan a pacientes psiquiátricos, además de un componente desconocido. Por lo que pude investigar, Satur ha estado experimentando con drogas en algún laboratorio clandestino y lo que sea que hace esa mezcla del horror ya está en el cuerpo de Off. Si es que todavía es-
—No lo digas Ohm. Off no está muerto. Si Jeff quiere algo de mí, no le conviene matarlo y necesito averiguar sus planes antes de que los lleve a cabo.
Llevaban cinco días completos buscando pistas de Jeff y Off. Había desaparecido en cuestión de segundos, dejando todo atrás y era algo que no tenía sentido. Lograron dar con un par de empleados de Satur y obligarlos a hablar, pero relativamente sabían poco o nada que fuera útil.
Jeff había dicho que se iba del país por negocios urgentes y dejó a cargo del distrito a alguien que decía ser su hermano mayor. Simplemente cerró los restaurantes y cualquier local que sirviera de tapadera, dejando solamente el hotel de mala muerte donde trabajaban las prostitutas que su gente manejaba.
Se había esfumado sobre un montón de polvo y no había aún una huella que pudieran seguir.
Maldito sea Jeff.
No tenían idea de a dónde pudo haber ido y por qué se había llevado a Off con él. Lo que estaba planeando era un misterio, pero Gun sabía que era algo grande para lo que tenía que estar preparado. Sobre todo, porque no imaginaban el efecto que podría tener la droga que le había obligado a Off a tomar.
Después de cinco días de búsqueda, solo quedaba el celular de Off tirado en un callejón al azar, en los límites del territorio, un frasco con restos de una droga desconocida y una madre preocupada a punto de salir del hospital, esperando que su hijo volviera para ir por ella y llevarla a casa. Gun aún no había podido volver con ella y decirle que no sabía nada. No era eso lo que ella esperaba escuchar de él.
—Dile a Zee que investigue más sobre la mierda que había en el frasco y tú sigue buscando por todo Su-wut. Debe haber más que solo un par de tipos con información incompleta. Ofrece lo que sea, dinero, protección, cualquier cosa, incluso amenaza de muerte a quien sea si no quieren cooperar.
—Zee está en el otro distrito, así que eso es bueno, pero... —Ohm dudó. Gun le lanzó una mirada exasperada—. Está con el dueño de la librería, o más bien con su hermano. El chico sigue medio pendejo, y no lo culpo.
—¿Y qué carajos tiene que ver Zee con que el chico esté traumado? Y como por qué Zee dejaría su puesto de trabajo para lidiar con un chiquillo asustado.
—¿Qué mierda voy a saber yo? El chico lo ve como su héroe y se ha pegado a él como sanguijuela, pero podría ser bueno que Zee esté ahí. El componente desconocido en la droga es de origen vegetal y Mew tiene un vivero exótico, quizás se pueda investigar algo con él.
