Dos largos meses desde que Off había desaparecido sobre sus propias huellas y nadie sabía nada de él. Gun ya no sabía qué esperar o qué creer. La maldita droga de Jeff había sido investigada y lo había llevado hasta un laboratorio clandestino en algún lugar olvidado por Dios en Irlanda, donde Gun sospechaba que podría estar escondido el maldito, pero era terreno desconocido para él y sin conexiones, la búsqueda en un país extranjero era casi una pérdida de tiempo y recursos.
Todo lo que tenía eran suposiciones y una de ellas era sobre lo que la droga había hecho en Off. Podría ahora mismo estar completamente trastornado, sin saber siquiera quién era él mismo, o ser un vegetal inerte si es que había sido sobre dosificado. La mierda que le habían metido era demasiado potente y ni siquiera se conocía un efecto exacto de la mezcla de componentes. Podría ser una cascara vacía en algún lugar del mundo, sin recordar ni su nombre, ni el nombre del planeta en el que vive o en un pronóstico más fatalista, podría haber muerto de sobre dosis o una parálisis total de la función cerebral. Gun se agitaba más, conforme pasaban los días y las semanas y el puto Jeff no aparecía diciendo qué era lo que quería de él.
Ya no se reconocía a sí mismo. Ese no era él, el que no se dejaba abatir, el que demostraba que temerle era mejor que incluso respetarlo o meterse con él. Todo por el maldito amor, ese sentimiento que nunca antes había conocido hasta que apareció un simple hombre en su casino y lo cautivó, primero de manera sexual, Gun no iba a decir que se había enamorado desde el primer momento, pero la actitud de Off en la cama y alrededor de Gun lo atraparon por completo. Off no le temía, pero no hacía alarde de eso, porque flotaba alrededor de él como un minino buscando caricias y atención, atención que Gun estaba más que dispuesto a darle, sin darse cuenta que poco a poco caía en una trampa sin salida que le había tendido un maldito hombre heterosexual.
Nada de eso ahora malditamente importaba. Gun era una masa de slime suave y moldeable por Off Jumpol y todo lo que venía con él. Al punto de que Ohm tenía que encargarse de los negocios directamente, porque Gun se dedicaba a buscar a su gatito hasta por debajo de las piedras, era para lo único que tenía cabeza en las últimas semanas, pero confiaba en su mejor amigo y empleado con su imperio porque los dos lo habían creado desde el cimiento y en el camino se les había unido Zee. Nadie como ellos podría mantener a flote un distrito entero bajo las barbas de la ley.
¿Qué más podía hacer Gun ahora? Su negocio era su patrimonio, uno que ahora más que nunca debía mantener, pero que a la vez no se sentía en condiciones de cuidar, porque todo giraba en torno a Off Maldito Jumpol, donde quiera que estuviera. Él y su forma de haber envuelto a Gun alrededor de su dedo meñique, él y su madre amorosa que ahora vivía en su casa y le hacía de cenar y le decía que confiaba en él para encontrar a su hijo y maldito sea el diablo si Gun no hacía arder el mismísimo infierno hasta encontrarlo porque además de que haría a Jeff Satur rogar por su vida, haría a Off Jumpol pagar de una manera menos dolorosa pero placentera por lo que le había hecho. Era peor estar jodidamente enamorado de un hombre que ser rodeado por diez apuntándole con armas a la cabeza. Podía matar a esos diez hombres sin ganar una sola arruga en su traje hecho a medida, pero no podía matar el sentimiento que tenía clavado como un cuchillo en el puto corazón que pensó, servía nada más que para bombear sangre.
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Intereses 🔥 (+18) - H.A #11
Fanfiction🔥 (+18) 🔥 Off está tan desesperado por las deudas y la necesidad de someter a su madre con cáncer a un tratamiento que erradique de una vez por todas la enfermedad, que se ve obligado a tomar su última opción y recurre a un mafioso para obtener u...