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Off está tan desesperado por las deudas y la necesidad de someter a su madre con cáncer a un tratamiento que erradique de una vez por todas la enfermedad, que se ve obligado a tomar su última opción y recurre a un mafioso para obtener u...
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—Phi... ahora si me vas a explicar ¿qué demonios con el tipo ese? ¿Cómo supo dónde estabas? ¿Y qué quería? Dime que no perdiste algo que le pertenecía o incumpliste algún encargo. Tienes que ser muy cuidadoso. Ese hombre te matará a la primera oportunidad y no le importará el dinero que le debes.
—Respira Fluke. Y no, no perdí nada suyo, solo no preguntes. Mientras menos sepas, es mejor.
—Pero...
Off resopló exasperado. Había vuelto a casa la noche anterior, frustrado sexualmente, enojado y confundido. Gun realmente estaba loco y más loco estaba él por haberse habituado tanto a un hombre y el sexo entre ellos y más demente aun por el pensamiento que lo acompañó todo el camino de regreso cuando salió del edificio de Gun. Él no quería a Gun, es un hombre ¡carajo! Off no era gay, nunca se sintió atraído más que por mujeres, pero el hijo de puta de Gun se había metido bajo su piel desde el primer día y al parecer no tenía intenciones de salir de ahí por un tiempo, no mientras Off siguiera comprometido con él por la deuda que tenía. Además de todo, a primera hora de la mañana, Fluke había aparecido en su casa pidiendo explicaciones de toda la mierda que había hecho Gun la noche anterior en el hotel. Off no iba a decirle la verdad, lo único cierto es que mientras menos supiera Fluke sobre lo que Off hacía con Gun era mejor.
—No jodas más enano. Todo está bien, no te preocupes.
—¡Oh Phi! Ojalá y logremos ganar el premio de la lotería y así te libras de una vez por todas de ser el mandadero de ese hombre. A veces me arrepiento de haberte dado la idea de ir con él.
Off no les dedicó un segundo pensamiento a los arrepentimientos de Fluke. Si no hubiera sido por esa sugerencia, Off nunca habría conseguido pagar el hospital y el tratamiento de su madre y ahora estaría quizás en sus últimos días o probablemente...
No, Off no iba a arrepentirse de nada ahora y menos si había podido lograr su objetivo, pero realmente sería una buena cosa que Off pudiera pagar ese préstamo y sacar a Gun de su cabeza y de su vida también.
—Era la única opción Fluke y todo está bien. Ya te lo dije y no te ilusiones tanto con la lotería, tengo la peor suerte del mundo y tuviste la grandiosa idea de dejar que yo escogiera la combinación de números.
—Nunca se sabe Phi... nunca se sabe.
»Ese mismo día en la noche, Off acudía a un nuevo encuentro con Gun en su loft. Otra noche de desenfreno y pasión, tan acostumbradas para ambos en los últimos dos meses. Off actuando justo como a Gun le gustaba y Gun recompensándolo con todo el placer que nunca se habría podido imaginar.
—¡Oh sí! Eso es. Ahí.... Sí...
—¿Es esto lo que querías?
—¡Mmmng sí! Lo haces bien, aprendes rápido gatito ahhh... sí.
Off embestía con más fuerza y Gun a cambio gemía más desesperadamente.
Lo que Gun no admitiría, es que nunca antes alguno de sus amantes casuales había podido hacerle sentir del modo en que se sentía con Off. Era como la mascota perfecta, obediente y de aprendizaje rápido. Pronto había conocido las maneras de Gun en la cama y había mejorado muchas a niveles impresionantes, era simplemente perfecto y tenía la tranquilidad de que sería para mucho, mucho tiempo pues estaba seguro de que Off no pagaría tan rápido lo que le debía y a Gun no le importaba realmente el dinero, incluso si Off le dijera que no podía pagar, eso era aún mejor.
